El «todos contra Sánchez» que se temía el líder socialista antes del debate de ayer no fue del todo tal, habida cuenta de que los líderes de lo que él mismo denominó «derecha cobarde» -PP y Ciudadanos- y «ultraderecha» -Vox- hicieron la guerra por su cuenta y, si bien le pusieron en algún que otro apuro, no fue ni mucho menos el centro de todos los ataques.
Con un discurso muy bien definido, y casi sin salirse del guion -no contestó a ninguna de las preguntas que le hicieron sus compañeros sobre cuáles son los pactos que tiene en mente o cuál es su postura sobre si Cataluña es una nación-, el candidato del PSOE centró los problemas de la ciudadanía en el bloqueo político actual, algo que «hay que romper» y que se soluciona «votando».
Por eso, ya desde el principio de su alocución comenzó a presentar diferentes anuncios, como si de un mitin se tratase, y desveló su intención de que, si tras el 10-N no hay un acuerdo en el Parlamento, propondrá que gobierne la lista más votada.
No fue la única novedad. También adelantó que, en caso de repetir al frente del Ejecutivo, sacará adelante una asignatura sobre Valores civiles, constitucionales y éticos, reformará el Código Penal para prohibir los referendos ilegales y castigar los delitos de apología al franquismo, creará un Ministerio para la Despoblación y el reto democrático y una Vicepresidencia Económica, en la que Nadia Calviño se pondrá al frente, y realizará cambios legales para suspender la Fundación Francisco Franco.
Se mantuvo ajeno a la insistencia de Pablo Iglesias, quien mantuvo la mano tendida en todo momento a un Gobierno de coalición, y tampoco quiso descartar una gran coalición con el PP. De hecho, ironizó con que «me ponen pactos con todos los partidos», dependiendo de dónde salgan los rumores.
Sobre la crisis independentista, abogó por «legalidad democrática, proporcionalidad y unidad», al tiempo que exigió «lealtad» a «la derecha», de la que, apuntó, «tiene un problema con Cataluña», y sobre el fin del bloqueo apeló a un Gobierno «progresista, estable y coherente».