El alcalde, Mario Simón, en su primera plegaria a la patrona, la Virgen de la Calle, pidió que «siga haciendo de Palencia una ciudad acogedora y abierta; una ciudad donde vivir sea un auténtico placer». Sus primeras palabras, reconocido el «honor por la responsabilidad que conlleva» dirigirse a Ella, fueron para quien, como él, experimentaba la misma sensación, el nuevo presidente de la cofradía, Carmelo Andrés Soler, al que deseó lo «mejor» en esta responsabilidad.
«Madre, eres tan propia de Palencia, que es inevitable que un año más dirijamos nuestras más sentidas plegarias y oraciones, a tu figura y a tu bondad», afirmó el edil. Que «inunde de sensatez nuestras conciencias» fue una de las peticiones del alcalde a la Virgen de la Calle, más cuando cada día se debe luchar contra los males de nuestro tiempo: los extremismos, el egoísmo, la superficialidad y la falta de empatía y sensibilidad.
En su súplica, Mario Simón elevó a la Virgen de Calle, como «protectora de la ciudad que es», algunas peticiones para que las considerara dentro de su generosidad. Así, pidió a la patrona que «tenga muy presentes a las familias que sufren para que minoren ese dolor, a las que necesitan de un trabajo, que lo encuentren lo más pronto posible, y a las que necesitan ayuda de todos nosotros, que no dudemos en dársela».
Durante su intervención el alcalde también miró a la patrona para rogarle que dote de «fuerza y valor» a las empresas y comercios palentinos para poder adaptarse a la nueva era tecnológica, pues la ciudad «necesita comercio para estar viva».
Mario Simón se dirigió a la Virgen de la Calle con la apelación de que no se olvide de todos aquellos que han tenido que abandonar Palencia en busca de oportunidades porque siguen siendo sus hijos. «Sirva la procesión con las candelas recorriendo la ciudad para honrar a todos los palentinos que llevan en su corazón a la ciudad y a su patrona, que estén donde estén, siempre llevan con orgullo la etiqueta de palentino». «Con ese espíritu seguimos hacia adelante, con el inestimable apoyo de la Virgen Morenilla de Palencia que a muchos de nosotros nos sirve del guía y de luz», afirmó.
Concluyó el alcalde con una ofrenda, la de venir, año tras año, a pedir el amparo de la Virgen de la Calle, «porque tenemos la seguridad de que no nos fallarás, del mismo modo que nosotros no te fallaremos jamás».
300 candelas. Una espléndida mañana, impropia de estas fechas si no fuera, al parecer por el cambio climático, acompañó la celebración de la festividad de la patrona. Pasadas las 11,30 horas tuvo lugar las bendición de las candelas, que congregó a cientos de palentinos, entre los que no faltaron las autoridades. La cofradía de Nuestra Señora de la Calle distribuyó unas 300 velas, a las que se pudo acceder a la entrada de La Compañía.
Concluida la bendición de las candelas llegó el momento de la procesión, que discurrió por las calles Menéndez Pelayo, Barrio y Mier, Mayor y La Cestilla, con cientos de personas que no quisieron perderse ningún detalle. Así, grabaron y fotografiaron al Grupo de Danzas de la Diputación durante El bolero, en los minutos iniciales del desfile, y la jota popular de la vega de Saldaña, en los instantes previos a la entrada de la Virgen de la Calle en el templo, ya para la celebración de la solemne eucaristía presidida por el obispo de la diócesis, Manuel Herrero, que estuvo acompañado por el obispo emérito de Tarija (Bolivia), el palentino Javier del Río.
Gigantes, cabezudos, grupo de danzas del Ave María, Agrupación Folclórica Aires Palentinos y Amigos de la Capa Española de Palencia, entre otros, dieron realce a la celebración. Merece destacarse la contribución de la Banda Municipal de Música, que animó la procesión. En el inicio de la misma, con la Virgen de la Calle a las puertas del templo, interpretó el Himno a Palencia. Ya durante el desfile la agrupación interpretó Jerusalén, de José Vélez; Crucifixus, de José Alberto Pina; Concha, de Víctor M . Ferrer, y El Evangelista, de José Vélez, interpretada en dos ocasiones en la recta final de la procesión a la entrada de la Virgen de la Calle en La Compañía -una imagen portada todo el trayecto por ocho cofrades, alguno de ellos con una experiencia que se cuenta por décadas- . Un templo prácticamente abarrotado acogió la solemne eucaristía en la que tras la homilía del obispo pudo escucharse el alcalde, Mario Simón, en su primera intervención en nombre de la ciudad a su patrona.
Los actos religiosos, de común acuerdo entre la diócesis y la cofradía de Nuestra Señora de la Calle, se cerraron por la tarde con un rosario, una misa y la presentación de los niños a la patrona buscando su protección.