Una producción menor y una uva de calidad marcan la vendimia

Pablo Torres
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Las heladas merman hasta un 20% las expectativas de los productores, quienes ya pronosticaron esta situación

Imagen de archivo de la recogida de uva en los viñedos durante una campaña de vendimia. - Foto: Sara Muniosguren

Las heladas primaverales, sobre todo las que tuvieron lugar a finales de abril, han condicionado la producción de vino este año. Así lo aseguran los principales productores vitivinícolas de la provincia, quienes ya pronosticaron una recogida de uva menor que la de las campañas anteriores antes del comienzo de la vendimia. 

«La producción ha sido inferior a lo que en un principio habíamos previsto por los daños de las heladas», asegura a este periódico Amada de Salas, propietaria de la bodega Remigio de Salas (Dueñas), quien también señala a los conejos, topillos y corzos como responsables de la merma productiva. 

En términos similares se pronuncia Patricias Prádanos, enóloga de la bodega Pagos de Negredo (Palenzuela), quien asevera que la recogida de este año ha sido un 20 por ciento inferior a la del anterior. «Habremos elaborado unos 80.000 kilos de uva», precisa. 

Desde Pagos de Negredo esperan conseguir un rendimiento aproximado del 65% en la elaboración del caldo, por lo que la presente campaña podría saldarse con un total de 52.000 litros de vino. 

En la bodega Valdesneros (Torquemada) también ha habido un descenso significativo en comparación con la campaña pasada. «Se ha recogido un tercio de lo que se recogería en una vendimia normal», lamenta Rubén Montero, enólogo de la firma. «Las viñas se helaron a finales de abril y toda esa uva se perdió», añade. 

En la bodega cerrateña entraron unos 28.000 kilos de uva, si bien la previsión inicial era que fueran 35.000. En este punto, cabe remarcar que la recogida en una campaña sin incidencias puede alcanzar los 55.000 kilos. 
En el caso de la bodega Carreprado (Alba de Cerrato), los resultados se han ajustado a las previsiones. «Nuestras estimaciones han sido lo que hemos metido en bodega», asegura el propietario y gestor de la firma vitivinícola, Álvaro Mélida. Así, las 15 toneladas de frutos de la vid que esperaban introducir han marcado la producción final. 

CALIDAD. Si bien las expectativas en cuanto a cantidad se refiere no han sido muy positivas, los productores palentinos se muestran satisfechos en términos de calidad. 

«Afortunadamente, terminamos antes de que vinieran las lluvias y el estado sanitario de la uva ha sido muy bueno y equilibrado», afirman desde Remigio de Salas, donde la vendimia se extendió entre el 27 de septiembre y el 14 de octubre. «La uva no ha venido ni con botrytis -un hongo que afecta al fruto de la vid- ni con putrefacción», añade la propietaria.

De forma similar se manifiestan desde Pagos de Negredo, donde la recogida y fermentación se prolongaron unos 15 días a contar desde el 27 de septiembre. «Toda la uva que entró en bodega ha estado sana; no hemos tenido que dejar nada en el campo por temas de sanidad», afirma su enóloga. «Muchos han esperado a vendimiar y ha sido peor por las lluvias», añade. 

«La elaboración en bodega ha ido bastante bien, en general. Una cosa que valoramos no es que tenga un grado alcohólico elevado, sino que esté equilibrado con la acidez», desgrana Prádanos. 

Desde la bodega Valdesneros mantienen la misma postura en cuanto a la calidad, si bien «la falta de mano de obra y las lluvias han hecho que casi se vea comprometida». «Hemos llegado por los pelos, pues ya empezaba a haber botrytis», asegura Montero. 

En la firma cerrateña la vendimia se prolongó durante tres fines de semana desde que empezaran la recogida de uva el 26 de septiembre. Este proceso se ha visto dilatado en comparación con 2023, cuando la actividad estaba finalizada en dos fines de semana.

La anticipación a las lluvias en Carreprado supuso «una ventaja» en cuanto a la salud de la uva se refiere. «No hemos tenido que dejarla en viñedo más tiempo del necesario», subraya el propietario de la bodega para a afirmar a renglón seguido que la calidad de los frutos en la vendimia «fue la misma que cuando los recogimos. 

Los primeros vinos de la bodega de Alba de Cerrato comenzarán a comercializarse a partir de diciembre. En concreto, serán los vinos rosados. Para probar los tintos de la presente campaña habrá que esperar, al menos, hasta la próxima primavera.

Cabe recordar que a las semanas de vendimia hay que añadir los meses (en función del tipo de vino) que los productores alamcenan el caldo en barrica, amén del tiempo que luego lo guardan en botellas antes de ponerlo a disposición de los consumidores. 

 

Comienzan las fermentaciones malolácticas
Tras la recogida y el prensado, la mayoría de productores vitivinícolas de la provincia han finalizado también la primera fermentación, la alcohólica, que tiene lugar en los propios depósitos.

Ahora, en aquellos caldos en los que sea necesario regular la acidez y aumentar la calidad, falta que se lleve a cabo la segunda fermentación, la maloláctica. Los productores la realizan especialmente en los vinos tintos.

Este proceso consiste en la transformación del ácido málico en ácido láctico por medio de bacterias. En ese momento, puede pasar a barrica o comercializarse.