Jesús Mateo Pinilla

Para bien y para mal

Jesús Mateo Pinilla


Las kalandracas de mañana

03/12/2024

Cada mañana nuestro desayuno es tempranero, cuando raya el día. Las tostadas con tomate suelen ser dieta de «a diario», pero yo elijo las kalandracas de Carmen que me ofrece su hijo Tito con la receta de su madre. Calandracas son albóndigas, las que siempre pedía mi amigo y malogrado compañero de Valencia, Manolo Martín González con un vaso de blanco ratonero tras una noche de intensa pelea con el cálculo estructural. A Manolo, buen caricaturista, se le llevó la Dana del pesimismo y la soledad.
Las bolas de carne encierran un saber y sabor específico. Los turcos tienen más de 80 recetas distintas para las albóndigas, las köfte. Y en la fabricación de Tito se encierra el conocimiento de su ejecución, el combate contra la soledad que acecha al hombre trasnochada o mañanera y que ahora sumerge a los individuos en zozobra permanente en miedo e inseguridad, provocando el mal de la incertidumbre. También se guardan en las esféricas canicas las creencias políticas distanciadoras de opiniones con las que algunos gobiernos quieren sorprendernos por novedosas y encierran lo mismo de siempre, las perniciosas ideologías de libro a las que la izquierda no renuncia. Y aportan con la salsa de tomate los pareceres introspectivos religiosos y la expansividad cultural de cada comensal que llega a compendiar ideales de belleza, incluso la misoginia disfrazada que los chinos combaten con ginseng y crema de dragón. Son bolas de perfil compuesto, de ahí la riqueza de su sabor a amalgama.
Yo mismo no sé si Kalandraca es el espacio editorial que imprime páginas de la masona Carmen de Burgos con bellísimas ilustraciones, o las descendientes de las keftedes griegas, llamadas así por ser albondiguillas formalmente semejantes a avellanas. Dicen que las idearon en tiempos de Asurnasirpal II que entregaba una ración a los constructores de sus templos y murallas; luego Roma extendió el condumio hasta al Andalus. Lo cierto es que conscientemente cierro el día pasado, barriéndolo con las pelotillas con tomate o salsa verde del Bar Imperial, del Tito's, en pleno paseo del escritor Zorrilla, saliendo hacia el pinar.
Bon Appétit !!

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