La ley del ex se cumplió, y por partida doble, para decantar el derbi provincial a favor del Becerril, que ganó en La Balastera al Palencia Cristo gracias a los goles de dos exmorados, Amado y Mikel. Los locales se habían adelantado tras un tanto de Diego Martín en propia meta, pero los terracampinos le dieron la vuelta al marcador cuando los capitalinos jugaban con 10 jugadores (así acabaron el partido) por la lesión de César, que tuvo que acudir inmediatamente al hospital sufriendo incluso pérdidas de memoria después de un golpe en la cabeza.
Sin novedades en las formaciones. Por los locales, Sergio en la portería, defensa de cuatro con Apa y Astudillo en los laterales y Pablo y Munguía en el centro de la zaga, Navarro, Romano y Leal en el centro del campo, con Dani y De Bustos en los extremos y Rubo en punta.
Por los visitantes, el habitual 5-3-2 de Olea (5-4-1 en fase defensiva). Sevi defendía la meta, con Guti y Amado en los carriles y Simal, Merino y Arranz en la defensa. El centro del campo era para Isma, Blanco y Pablo. Y arriba, para el gol, escalonados Conde y Mikel. A modo de curiosidad, Fabián, que venía de ser titular, se cayó no solo del once, sino también de la convocatoria, después de no haber podido ir a entrenar con continuidad esta semana por motivos laborales. Dificultades a las que tiene que hacer frente el Becerril más habitualmente de lo que le gustaría. Más mérito tiene el trabajo de Olea, su cuerpo técnico y sus jugadores. Hay que recordar que el Becerril sigue imbatido esta temporada.
El capitalino Dani, en un salto junto al terracampino Merino, exmorado - Foto: Óscar NavarroEn la primera mitad, partido propio de un derbi. El Palencia Cristo Atlético generó más peligro, pero cierto es que nunca llegó a someter a un Becerril que conseguía hacer daño en una de sus acciones preferidas, las rápidas transiciones ofensivas. Por su parte, el Palencia Cristo quería aprovechar el mayor tesoro que tiene, sus dos extremos, Dani y Hugo de Bustos. Pero no lo lograba. Pese al empeño que le ponía Dani para cabalgar y desequilibrar, el remate de Romano se iba fuera en la primera del partido. Rubo también lo intentaba, en este caso por dentro, y a base de fuerza y potencia eliminaba el correoso marcaje de Arranz. Medio cayéndose se sacaba un potente disparo que se estrellaba en el larguero. Fue la más clara de la primera mitad. Después avisaban Dani y De Bustos para los locales y Amado y Blanco para los visitantes, pero el descanso llegaba con el 0-0.
Con la salida de los jugadores de vestuarios llegaban los primeros cambios. Cisneros sustituía al chaval Leal en el cuadro morado y Diego Martín a Blanco en el hoy conjunto verde.
Rubo lo intentó en una portería, Conde en la otra, pero el primer gol no llegó hasta que Diego Martín remató hacia su propia meta un centro desde la derecha de Hugo de Bustos. Eso sí, reaccionó rápido y bien el Becerril, que dos minutos después empató por medio de Amado en un córner cabeceado al segundo palo.
El derbi se rompía y se convertía en un correcalles. Mikel se crecía y estuvo a punto de marcar en una mala salida de Sergio. El Becerril apretaba y estaba más cerca del gol que su rival. Y terminó llegando, cuando el Palencia Cristo estaba con 10 (así terminó el choque al no quedarle cambios tras un grave error de comunicación del cuerpo técnico) por un golpe en la cabeza de César, que fue trasladado al hospital. Un testarazo de Mikel a centro de Kuko colocó el 1-2 definitivo.