Villaumbrales no se entiende sin la dulzaina y la dulzaina no se entiende sin Villaumbrales. Este instrumento, el mismo que otrora animó las calles de la provincia con sus melodías populares, fue ayer el protagonista en la localidad terracampina con motivo del Día del Dulzainero.
Unos 120 apasionados de este instrumento de la geografía castellana y leonesa aunaron en Villaumbrales música y tradición, devolviendo a las calles del municipio los sonidos que, tanto ahora como antes, son sinónimo de ambiente festivo.
Así, dulzaineros, vecinos y visitantes se dieron cita en la plaza Mayor para iniciar un pasacalles con el que llevar a todos los rincones del pueblo el inconfundible sonido de este instrumento. A modo de homenaje, la comitiva musical estuvo encabezada por el cabezudo del dulzainero José María Silva, fallecido en 2013 y a quien sus antiguos compañeros recuerdan con esta figura elaborada por el artista Toni Mujal. «Es un día especial para Villaumbrales y toda la comarca, ya que la dulzaina ha estado siempre ligada a la tradición de Tierra de Campos», manifestó la alcaldesa de la localidad, Carolina Valbuena.
SON PARA RECORDAR. Ya por la tarde tuvo lugar el Son para recordar Villaumbrales, una cita con la que la asociación del mismo nombre rememoró 25 melodías de Esteban Guzón El Barato.
Cuarenta dulzaineros, entre los que se encontraba el hijo del homenajeado, Santiago Guzón, volvieron a cautivar a los vecinos con las canciones que el grupo Los Baratos empleaban para animar las fiestas de los pueblos.
La recuperación de estas canciones forma parte del amplio proyecto Son para recordar, una iniciativa con la que el colectivo pretende volver a poner en valor las músicas tradicionales, y que ayer fue presentado en Villaumbrales con la dulzaina como principal protagonista.
«Los días de fiesta se disfrutaba mucho de la dulzaina, ya que los vecinos, muchas veces, no podían ir a otros lugares y esas eran sus únicas celebraciones», recordó con nostalgia Santiago Guzón, quien heredó de su padre la pasión por la música. Una afición que, a pesar de su edad, sigue conservando. «La música de antes era difícil y dura para los dulzaineros.Tenían que tocar antes de la noche y permanecían más de dos horas haciéndolo, sin poder repetir ninuna canción», explicó.
Por su parte, la regidora terracampina alabó la labor de la familia de ElBarato y José MaríaSilva, a quienes calificó de «personas ilustres». «Han difundido nuestras tradiciones por toda la provincia. Han animado fiestas y han estado siempre presentes en la cultura popular.Por eso hoy -por ayer- es un bonito día para recordarlos», expresó Valbuena.