Un esperado viaje después de años de planificación y pospuesto por la pandemia trajo ayer a la capital a un grupo de 54 socios de la Casa de Palencia en Cantabria, algunos de regreso al lugar de sus ancestros décadas después. «Hemos notado muchos cambios en la ciudad, pero sigue latente ese encanto del paseo de la calle Mayor en lugares emblemáticos y el importante patrimonio cultural que rodea al casco histórico», señaló Salvador carretón, presidente de la entidad sociocultural.

El grupo llegó en autobús en torno a las 12 de la mañana procedente de Lantadilla, donde fue recibidos por la alcaldesa y se visitó la iglesia y las bodegas, además de conocer algunos aspectos de la forma de vida de la villa en la Edad Media y de la batalla de Lantada.

Los palentinos en la diáspora cántabra, ya en la capital, realizaron en primer término un pequeño recorrido para tomar tierra y contemplar la reforma del parque de Los Jardinillos, con división de opiniones y gustos, pero coincidiendo la mayoría en que ha cambiado mucho y que se trata de un espacio de ocio atractivo con una importante masa arbórea. Luego formaron dos grupos para evitar problemas de aforo. 

«Hice un recorrido con un grupo y, en mi caso, me da pena no ver ya en los locales cerrados el bar Palentino, Pañerías Cebrián o el cambio de ubicación de la Librería Iglesias, por poner algunos ejemplos. Vimos desde fuera los templos de Nuestra Señora de la Calle, San Miguel y San Lázaro y elPalacio de la Diputación, junto a la plaza Mayor y el convento de Las Claras en pequeños grupos para contemplar la llamativa figura de su Cristo», indicó Salvador Carretón.

El segundo grupo estuvo acompañado con una guía turística. «A los socios que han venido, algunos con familias palentinas y otros solo amigos de la Casa Regional, les gusta mucho conocer datos históricos y culturales. Su edad va de 50 a 70 o más años y son muy participativos», concretó.

afianzar lazos. La Casa de Palencia en Cantabria, que organiza varios viajes y actividades, suma más de 900 socios y antes de que llegara la pandemia alcanzó los 1.100. Desde la entidad asociativa su máximo responsable, a través de los datos recabados en el Instituto Nacional de Estadística, cifra en más de 18.000 las personas que forman parte de la colonia que posee vínculos de familia con Palencia, nativos o no, y residen en la comunidad cántabra. El grupo que visitó ayer la ciudad -tras comer en el restaurante María Cristina- y ya de regreso a Cantabria, hizo una parada en la localidad de Villalcázar de Sirga para conocer en una visita guiada los tesoros que encierra la imponente iglesia templaria de Santa María la Blanca y los afamados sepulcros que guardan los restos del infante Felipe de Castilla y Suabia, hijo de Fernando III el Santo, y de su segunda esposa, Inés Rodríguez Girón.

Para finalizar, Salvador Carretón pidió apoyo del Ayuntamiento y la Diputación para organizar actividades para que puedan promocionar la capital y provincia. «Si tenemos colchón económico podremos organizar visitas a empresas agroalimentarias y dar a conocer los productos palentinos después», dijo.