Desde que el equipo de Gobierno anunciara el pasado viernes su decisión de cerrar definitivamente el tráfico rodado en las calles Don Sancho y La Cestilla, las opiniones de la esfera política, empresarial y social no se han hecho esperar.
Más allá de los ciudadanos que, por un motivo u otro tiene que desplazarse en vehículo hasta el centro de la capital, los principales afectados por esta medida son la veintena de negocios cuyas entradas o escaparates están a pie de calle en el tramo que une la plaza de Isabel la Católica con el Palacio de la Diputación.
La mayoría de los empresarios que desarrollan su actividad en estas vías coincide en que la medida no es acertada para sus respectivos negocios, al tiempo que lamentan las «formas» en las que se ha fraguado la decisión.
«Me parece mal que hayan dicho una cosa y luego hayan hecho otra», asegura a Diario Palentino Ana Isabel Pajares, responsable de la tienda de ropa y complementos Ana Piel, quien defiende la apertura del tráfico en un único sentido, tal y como estaba previsto en un primer momento. «Era muy buena opción mantener la calle abierta, ya que nos podían ver los que pasaban con el coche o iban en autobús. Flaco favor nos hacen al comercio», apunta.
Una idea similar es la que defienden muchos de los comerciantes de la zona, quienes reconocen que el tránsito de vehículos permitía mostrar sus escaparates a más usuarios. «A partir de las ocho, cuando era de noche, la gente desaparecía, pero seguían pasando coches o autobuses», comenta Bárbara San Juan, trabajadora del establecimiento Chivi Coki. «Ha sido un poco engañoso, porque desde el minuto uno dijeron que iban a pasar vehículos y, de repente, ya no», añade.
Mar Gómez, encargada del comercio Vogue 1952, manifiesta a DP su preferencia por mantener el tráfico rodado. «Es cierto que la calle ha quedado bonita, amplia y cómoda, pero yo seguía con la ilusión de que se abriera un carril. Me siento engañada y desilusionada», confiesa, a la vez que tilda de «sufrida» la temporada en la que se han llevado a cabo los trabajos en la vía. «Todo lo que sea el paso de vehículos es a favor. Si vamos quitando sectores, estamos eliminando también visión al negocio», explica la encargada.
La sensación de «engaño» es compartida por un gran número de empresarios, quienes emplean este término para mostrar su indignación ante la postura adoptada por el equipo de Gobierno. «El Ayuntamiento no es el dueño de las calles: lo somos los ciudadanos. Debemos dar nuestra opinión ante una situación de este tipo», reclama Jesús María Tarrero, propietario de la tienda de ropa British People.
Para Tarrero, las experiencias previas con las peatonalizaciones no invitan al optimismo. «Con la calle cerrada, en un año, pasará como en Juan de Castilla o Valentín Calderón. Todo lo que han peatonalizado ha sido un desastre, con calles vacías de comercios», lamenta el empresario para, a renglón seguido, asegurar que el cierre al tráfico los fines de semana hubiera sido una medida acertada, «pero cerrar hasta los días de diario no tiene sentido».
«Estoy en contra de la medida, sobre todo, por cómo se ha hecho», afea al Ayuntamiento Víctor Miguel, responsable del comercio de ropa deportiva Goalkers. «Se nos dijo en su día que iban a mantener un carril abierto. Además, creo que las emisiones, que es por lo que hacen esto, no van a bajar, sino que van a aumentar», augura.
Al hilo de la opinión mayoritaria, Mayka Castro, responsable del establecimiento de moda Mandarina, se posiciona contraria a la peatonalización. «Mucha gente dice que te ve cuando va con el coche», asegura, manifestando así su postura favorable ante el mantenimiento de un carril. «Así parece que la falta un poco de vida a la calle», agrega.
SEGURIDAD. Uno de los aspectos que mencionan alguno de los empresarios de la zona es el vinculado a la seguridad. Así, argumentan que la ausencia de vehículos podría traducirse en una menor vigilancia. «A partir de las 21 horas no pasea nadie. Antes, estaba constantemente pasando por aquí la Policía», asegura uno de los comerciantes.
Asimismo, Luis Miguel, propietario de la tienda de bolsos Razza, advierte sobre la velocidad a la que circulan algunos vehículos en la intersección entre las calles Burgos, Colón y Joaquín Costa. «Las vallas van a terminar algún día empotradas en mi escaparate», denuncia. «Prefiero la idea inicial de mantener abierto un carril, porque además de comerciante soy ciudadano», añade el responsable.
HOSTELERÍA. Amén de las tiendas de venta al público, las calles Don Sancho y La Cestilla albergan varios establecimientos hosteleros. Para alguno de ellos, la peatonalización de la vía cuenta con una mejor acogida, si bien la noticia les pilló igualmente por sorpresa.
Luis Metodio Sánchez, responsable del restaurante La Traserilla, manifiesta a esta cabecera una opinión que dista de la de la mayoría de empresarios de la zona. Según defiende el hostelero, la medida adoptada por el Ayuntamiento es «beneficiosa para todo el mundo». «Creo que todas las peatonalizaciones que se han hecho en la ciudad han sido para bien, y esta no va a ser diferente», expone.
A juicio de Sánchez, el eje céntrico de la ciudad ya es un punto de ocio, si bien la medida del equipo de Gobierno serviría para «acentuarlo más y dar un mayor valor a la zona». «Ese es mi punto de vista, aunque imagino que cada uno lo vea desde su prisma particular», matiza.
Por su parte, Alberto Beltrán, responsable del bar Maño, opina que la decisión «origina un trastorno bastante grande en la ciudad», a la vez que la califica de «precipitada». «Eso opino como palentino. Otra cosa es como empresario de hostelería que, en ese caso, pienso que somos de los beneficiarios», asevera.
Beltrán subraya que, como al resto de los empresarios de la zona, la noticia le llegó por sorpresa. «Hasta el día anterior se estaba hablando de que el tránsito de la calle iba a ser hacia la Diputación. Nadie nos ha consultado. Es algo que, como a toda Palencia, nos ha pillado en fuera de juego», relata.
En términos similares se expresa Isabel Monge, responsable de la cafetería Happy, quien también admite que su opinión respecto a la peatonalización tiene una doble dimensión en cuanto a su papel como hostelera y como ciudadana. «Nosotros nos adaptaremos a las circunstancias que haya. ¿Que finalmente la peatonalizan? Bien; ¿Que no la peatonalizan? Es algo con lo que contábamos cuando cogimos el negocio», concreta.
OBRAS. Las obras de semipeatonalización de DonSancho yLa Cestilla, vinculadas a la implantación de la Zona de Bajas Emisiones, encaran su recta final.
Actualmente, falta la instalación de las jardineras y el mobiliario urbano, elementos que permitirán dar a la vía el aspecto que figuraba en el contrato cuando comenzaron los trabajos. En la plaza de Isabel la Católica ya se está llevando a cabo la instalación de la estructura vegetal bioclimática denominada corola con la que se pretende conseguir un espacio urbano e integrado.
Los vecinos de San Miguel recriminan a la alcaldesa la toma de una decisión unilateral
La asociación de vecinos del barrio de San Miguel manifestó su malestar con la decisión de prohibir el tráfico rodado en Don Sancho y La Cestilla a través de una carta remitida a la alcaldesa de la ciudad, Miriam Andrés.
Así las cosas, el colectivo vecinal afea al equipo de Gobierno que su postura es «contraria al insistente anuncio del Ayuntamiento sobre su sentido del tráfico en una sola dirección», algo que, aseguran, «no casa bien con ese principio machacón de la participación y la transparencia en la gestión».
«Desde la posición vecinal entendemos saludable ser consecuente, y de higiene democrática prestar oídos a los directamente afectados: comerciantes, vecinos y sector empresarial y servicios, más allá a que la decisión ejecutiva corresponda a quien gobierna», expone la asociación. «¿Para el equipo de Gobierno es importante la participación en la normativa de terrazas o mercado de abastos, pero en esto no lo es?», se preguntaron los vecinos.
El colectivo lamentó que «por la incapacidad municipal» hay «otro palo más en la rueda del crecimiento económico de la ciudad». «¿Cómo encajar el lejano eslogan de campaña electoral sobre la atracción de empresas descuidando las que aún nos quedan?», añadió la asociación.
La asociación de vecinos de San Miguel concluyó su carta a la primera edil solicitando «ser escuchados en este y restantes asuntos pendientes, de los que, pese a ser parte legítimamente interesada, se nos excluye y ni siquiera se nos contesta».