Asaja Palencia se ha dirigido por escrito a la Subdelegación del Gobierno y a la Junta de Castilla y León para solicitar medidas de las administraciones central y autonómica que compensen parte de los «graves daños» ocasionados por fenómenos atmosféricos en los cultivos de girasol y patata, especialmente en el nordeste.

Cientos de agricultores de Palencia se han visto perjudicados tanto por las rachas de viento del temporal Kirk, que superaron los 100 km/h, como las abundantes y continuadas precipitaciones, como los más de 220 l/m2 recogidos el último mes y medio en la zona de Aguilar o los 165 l/m2 en el área de Herrera. 

En el girasol, las persistentes lluvias han reblandecido el suelo, lo que ha imposibilitado la cosecha en numerosas parcelas. Pero han sido los fuertes vientos el principal causante de los daños, al tumbar las plantas de estas oleaginosas, lo que no solo impide la recolección, sino que también daña el producto, al quedar las inflorescencias o capítulos pegados a la tierra empapada, lo que pudre las pipas.

Las condiciones del seguro de girasol, sin embargo, no cubren muchos daños, ya que no siempre hay anegamiento de la parcela (como pide el supuesto de las pólizas para declarar lluvia persistente) o rotura del tallo (como el de viento huracanado), ya que no se han llegado a quebrar las plantas porque aún se encontraban verdes en la zona norte. 

Por lo que respecta a la patata, es un cultivo que históricamente apenas se asegura en el norte, porque además el seguro no se adapta al tubérculo de siembra, destino predominante en la zona. En este caso, no habrá  indemnización alguna por esta vía.

Por ello, Asaja pide una valoración de los daños y la activación de ayudas directas para los agricultores afectados en aquella parte que no cubre el seguro agrario. Asimismo, la organización estima de justicia que ambos cultivos tengan una rebaja del módulo fiscal en aquellos profesionales acogidos al régimen de estimación objetiva, así como un aumento en la partida de gastos de difícil justificación en aquellos que tributen en régimen de estimación directa.

Por poner dos ejemplos, en la provincia se han sembrado esta campaña 56.700 hectáreas de girasol. En cambio, la patata es un cultivo más minoritario (727 hectáreas en 2024), cuyos rendimientos también van a verse muy afectados por las lluvias en esta recta final de la campaña.