Mercedes Herrero, residente de honor en la Alfonso VIII

DP
-

La directora artística palentina recibe la distinción de la entidad universitaria Alfonso VIII de Valladolid por «su amor al estudio, universalidad y humanismo». En su discurso abogó por «estudiar, cumplir sueños y no perder la pasión»

Mercedes Herrero, residente de honor en la Alfonso VIII

La directora artística Mercedes Herrero ha sido distinguida por la residencia universitaria Alfonso VIII como Residente de Honor por sus valores de «amor al estudio, su universalidad y su humanismo».

En su discurso de agradecimiento, la palentina destacó tres ideas: estudiar, cumplir los sueños y no perder la pasión. La dramaturga, directora artística y actriz de la compañía Pez Luna Teatro, la palentina Mercedes Herrero, ha recibido la distinción de Residente de Honor por la residencia universitaria Alfonso VIII de la Universidad de Valladolid en un acto académico celebrado en el Paraninfo del campus vallisoletano. Al mismo, asistieron la vicerrectora de Innovación Docente y Transformación Digital, Susana Álvarez Álvarez, la propia directora de la residencia, María Pilar Panero García, así como los estudiantes pertenecientes a la XXVIII promoción del centro universitario que han permanecido en esta residencia universitaria por espacio de tres años y el resto de compañeros. 

La residencia Alfonso VIII, perteneciente a la Universidad de Valladolid (UVa), tiene capacidad para 250 jóvenes de distintos estudios de grado y posee una notable actividad extracadémica en la que participan activamente los propios residentes. En la presentación de la dramaturga palentina, Panero García destacó su «personalísimo y arriesgado proyecto teatral en las compañías Alquimia 130 y Pez Luna Teatro». Igualmente dejó constancia de su particular «visión del mundo en el cual los invisibles son seres dotados con la misma dignidad y humanidad que se les imputa a los demás».

Tras referirse a varios de espectáculos como Exhumación, Una flor en la nevera, Saber que se sabe o Acunar al viejo árbol, la directora de la residencia universitaria Alfonso XIII mencionó el compromiso y coherencia con que Mercedes Herrero afronta sus piezas teatrales. «Comunica realidades dolorosas que merecen una historia con la convicción de que nombrar las cosas es un acto de reconciliación generosa», afirmó. Su inseparable «mirada de mujer», la investigación sobre «el rito desde el respeto y evitando el tópico facilón» y su vocación de formadora en residencias artísticas fueron otros aspectos que María Pilar Panero subrayó sobre la personalidad de la creadora palentina.

Como broche a los méritos que hacen acreedora a Herrero Pérez de la distinción como Residente de Honor 2022-2023, apuntó, además, los valores que debe tener una universidad pública: «el amor por el conocimiento, la universalidad y el humanismo». La directora artística de Pez Luna Teatro en su discurso de agradecimiento, después de recibir la insignia de oro en recuerdo de este acontecimiento, insistió ante los estudiantes, a través de experiencias personales y teatrales, que estudiar era su gran responsabilidad en esta etapa, un sueño al que tenían que dedicarse con pasión.

 

Brillante trayectoria. Mercedes Herrero es titulada en Dirección Escénica y Dramaturgia por la Escuela Superior de Arte Dramático de Castilla y León y ha seguido con estudios de escritura dramática y escénica, así como los relacionados con dramaturgias de cine y teatro. Es también diplomada en Trabajo Social (Universidad de Valladolid) y Relaciones Públicas (Centro de Estudios BAI de Madrid) y posee una larga experiencia en gestión, especialmente en la Sala Encoarte (2009-2016) con un equipo de creadores independientes, programación y escuela de espectadores, así como con la escuela de teatro La Casa del Agua (2006-2018). 

Ha fundado además las compañías Alkimia 130 (1995-2012), dedicada al teatro de calle, de creación colectiva, y Pez Luna Teatro (2004), orientada al teatro de ámbito contemporáneo documental y a proyectos para la infancia relacionados con los procesos de creación en las artes. 

Actriz, directora y dramaturga, se ha dedicado también a la docencia teatral y a la formación de formadores en ámbitos educativos. Como autora, en este caso en formato de creación colectiva y estrenadas por Alkimia 130, ha escrito Miedo a la libertad (1996); Círculo vicioso (1997); Arde (1998); Raíces (2008), Un ritual de la tierra; Alma Candela (2006, mejor espectáculo del Festival Artes de Calle de Aguilar de Campoo y también del Festival Artes de Calle de Leioa); Amanay (2008); Caminando (2010) y Dónde pongo las flores (2011).

En cuanto a los textos estrenados por Pez Luna Teatro, figura la trilogía de la memoria que está compuesta por Exhumación (2013), Una flor en la nevera (2014) y Acunar al viejo árbol (2016). A estas tres piezas de teatro documental hay que añadir Latidos latitudes (2020), una polifonía de voces en torno al arraigo. Cuenta, además, con una larga lista de piezas didácticas,performances,intervenciones, cuentos dramatizados, distintas acciones en colaboración con asociaciones para la Recuperación de la Memoria Histórica y la coproducción del espectáculo Viaje en topos, con la compañía francesa Generik Vapeur.