El sonido de las trompetas que impregnó ayer el Teatro Principal fue el preludio de los actos relativos a la jura de bandera para personal civil que tiene hoy lugar en la capital. Si bien en un primer momento iba a realizarse en la plaza de la Inmaculada, las posibles inclemencias meteorológicas propiciaron que finalmente se traslade al interior del pabellón de Eras de Santa Marina.

El concierto de ayer en El Principal corrió a cargo de la Unidad de Música de la División San Marcial, procedente de la vecina localidad de Burgos. Así las cosas, estuvo compuesto por un total ocho piezas, las cuales tuvieron el sonido militar como principal hilo conductor. 

La Banda sucre, del compositor italiano Giovanni Orsomando, fue la marcha sinfónica con la que se inició el concierto, que prosiguió con la interpretación de Utopía, del neerlandés Jacob de Haan. A continuación, los músicos interpretaron el primero de los dos pasodobles que sonarían en el teatro, La concha flamenca, del compositor español Perfecto Artola. Tras la pieza, fue el turno de El sitio de Zaragoza, de Cristóbal Oudrid, una de las fantasías militares más reconocibles. El segundo de los pasodobles interpretado fue el Orgullo santiaguista, de Ignacio Sánchez Navarro. 

El programa incluyó también composiciones de Alan Silvestri y Naohiro Iwai, Captain America March y Benny Goodman Memories, respectivamente. La melodía A Santana Portrairt, de Giancarlo Gazzani, cerró el concierto. 

ACTO CENTRAL. El grueso de los actos enmarcados en la jura de bandera tiene lugar hoy en Eras de Santa María. Unos 185 palentinos mostrarán, a partir de las 10,30 horas, su fidelidad y lealtad a la enseña nacional en un acto que contará con la participación del Regimiento de Caballería Farnesio número 12, el más antiguo del mundo a tenor de sus 475 años. 

También acompañarán a los civiles una unidad de honores compuesta por una escuadra de batidores y dos secciones de caballería y por una unidad de música militar del Cuartel General de la División San Marcial.