Convocada por la Asociación de Amigos de la Caneja (ADC), se celebró ayer una concentración de apoyo a a la Fundación Díaz-Caneja secundada por unas 400 personas (según los convocantes, 200 según fuentes policiales), y es que su viabilidad se ve «seriamente comprometida» dado que «la Junta Castilla y León, sin aviso, decide reducir su aportación a 50.000 euros, al mismo tiempo que informa del reintegro de 61.721,15 euros correspondientes a la subvención de 2021 al justificar gastos de actividades y no de funcionamiento», expuso el director de la Fundación Díaz-Caneja, Juan Guardiola. «El resultado es que este mes no se han pagado las nóminas y no se dispone de liquidez en la cuenta de la Fundación para afrontar los pagos de luz, gas y teléfono», afirmó, para añadir a renglón seguido que «el Ayuntamiento está agilizando los trámites para realizar el ingreso de su subvención correspondiente a 2024 lo antes posible».
La Díaz-Caneja tiene programación hasta julio y, en caso de no revertir la situación, «a partir de esa fecha se suspenden todas las exposiciones y programas públicos y, posiblemente, no podrá hacerse cargo de los gastos de luz y agua, con el riesgo de cierre del museo a partir de octubre-noviembre », aseveró Guardiola.
Explicó, además, que la Caneja propuso saldar la deuda con la dación de una pintura en pago, pero la Junta lo desestimó. Asimismo comentó que se ha planteado la venta de patrimonio a la Administración regional para evitar que «el cuadro salga de la comunidad y de una colección pública, pero no contesta».
Guardiola repasó su trabajo al frente de la Caneja, como la incorporación de nuevos espacios para actividades como la naturaleza invitada, el video, el auditorio, los paisajes sonoros e intervenciones a lo largo del edificio. Además, se ha abierto el museo a la creación con tres residencias de artistas. Igualmente, se ha cambiado la web y se ha dotado a la entidad de una nueva imagen y logo. En materia de educación, trabaja en colaboración con la UPP y en investigación con UVa. Igualmente, ha abierto sus puertas a numerosos colectivos y asociaciones.
Antonio Herreros, de la ADC, afirmó que, al margen del número de personas concentradas, «es absolutamente indispensable seguir entendiendo que la cultura no es un bien convertible en una forma de censura, sino que se abra a toda la ciudadanía como se ha conseguido con esta dirección de la Caneja».