Una cabeza de Cristo ensangrentada, con moratones, brechas y la nariz partida, es la imagen que representará a la Semana Santa de Palencia el próximo año. Este cuadro, obra del artista local Antonio Capel, fue presentado ayer a la sociedad palentina en un acto que tuvo lugar en el Casino. «Es una imagen dura. He querido buscar la fuerza, el sentimiento y el poder transmitir el dolor del momento», relató el pintor.
El tono sobrio y la técnica hiperrealista de la pintura, propia de Capel, desembocan en la representación de un Cristo vivo, en la cruz (aunque ésta no esté representada) con sus ojos fijos en el frente, alineados con los del espectador que lo contempla. «La mirada es lo más importante del cuadro», aseguró el autor. «Siempre trabajo con una iluminación lateral, por eso, medio lado de la cara tiene luz y el otro tiene sombra». Siguiendo esta línea, Ricardo Fernández, presidente de la Hermandad de Cofradías Penitenciales de Semana Santa, subrayó que «la gente se encontrará con su mirada».
Respecto a los detalles de la pintura, Capel manifestó que «lo más bonito del cuadro, a parte de la representación del dolor a través de la sangre, son las lágrimas». «En un lado del rostro, se ve la lágrima entera cayendo del ojo; en el otro, está a punto de salir, representando de esta forma a unos ojos llorosos», aseveró. Estos elementos artísticos comulgan con la pretensión del autor de «transmitir una imagen dura, pero con mucho sentimiento».
El cartel de Semana Santa, «duro pero con sentimiento» - Foto: Óscar NavarroEn cuanto a los colores empleados en la obra, predomina especialmente el tono oscuro del fondo, que provoca un contraste con la cara de Cristo, la cual está representada con un tono pálido. «He buscado que fuera natural», apostilló Capel.
Una de las grandes fuentes de inspiración para el cuadro, según afirmó su autor, fue el largometraje La pasión de Cristo, del director Mel Gibson. «Desde que vi la película se me ocurrió la idea de la obra, que la he tenido en mente mucho tiempo, incluso antes de saber que iba a hacer el cuadro», detalló Capel, quien también afirmó que «el modelo para la pintura es el fotógrafo Josema Montes». Por su parte, Fernández adelantó que «esta obra no está basada en ninguna de las imágenes que tienen actualmente las cofradías».
Cabe recordar que la realización de las imágenes promocionales de la Semana Santa recae sobre artistas locales gracias al convenio firmado en 2022 por la Asociación de Artistas Plásticos Palentinos Thieldón y la Hermandad de Cofradías Penitenciales de la capital. Este acuerdo fijó que fueran artistas de la provincia los encargados de crear los carteles de 2023, 2024 y 2025. Han sido de este modo los artistas José Luis Quirce y Antonio Capel los responsables de 2023 y 2024, respectivamente.
DIVERSIDAD DE OPINIONES. La dureza de la imagen es una de las cuestiones que más debate ha suscitado, algo de lo que el propio autor es consciente. «Sé que va a haber gente que no esté de acuerdo con la pintura, pero me imagino que haya más palentinos a los que les guste que a los que no», relató el autor, quien también aseveró que «entre toda la gente que ya ha visto el cuadro existe una gran diversidad de opiniones».
«Confío plenamente en que a los palentinos les va a gustar, ya que la calidad de Capel es indudable», apuntó Fernández, quien recordó a su vez que «hay muchas imágenes de cristos vivos, como el Cristo de la Exaltación de Sevilla», en relación con la idea de representar a Jesús de Nazaret en sus últimos momentos de vida en la cruz.
El porqué de apostar por una imagen tan dura y explícita radica en la «necesidad de buscar un cambio». «Siempre he hecho cristos basados en las escuelas españolas, es decir, ya resucitados, y me apetecía hacer uno enfocándome en el momento de la pasión», relató el artista palentino. «En diciembre del año pasado ya supe por dónde iba a enfocar la obra. Sabía que quería probar cosas distintas», agregó.
EXPERIENCIA. El arte religioso no es nuevo para Antonio Capel. A pesar de ser un autor politemático, «la pintura religiosa ha estado muy presente» a lo largo de su trayectoria. «Llevo pintando imágenes de Cristo desde que tenía once años», manifestó.
Dentro de su amplia colección de obras hiperrealistas, entre las que se encuentran numerosos retratos, representaciones de paisajes, naturalezas muertas o pinturas relacionadas con la tauromaquia entre otros ejemplos, hay varios cuadros con la temática religiosa como denominador común.
Algunos de los más significativos son el San Francisco y la Santa Clara que Capel realizó para el monasterio de las Clarisas de Calabazanos, en la localidad de Villamuriel de Cerrato.
Por otra parte, ha estado presente en varias exposiciones, como la de las Edades del Hombre o la organizada con motivo del séptimo centenario de la catedral de Palencia, Renacer, donde tuvo presencia con su retrato del hermano Rafael.
La dimensión del autor trasciende las barreras nacionales, ya que algunas de sus obras están presentes en varias partes de la geografía mundial. La catedral de Washington, por ejemplo, alberga uno de los cuadros del pintor palentino, que corresponde a una representación de San Juan Pablo II, quien fuera Papa de la Iglesia católica entre 1978 y 2005, y predecesor de Bénicto XVI. Por otro lado, Capel también ha pintado un cuadro de la madre fundadora para una congregación religiosa de Miami, en Estados Unidos.