Cientos de vecinos y visitantes celebraron la pasada noche y hasta bien entrada la madrugada en Frómista -como es tradición desde principios del siglo XVIII- la procesión cívica que sale desde el pórtico de la iglesia de San Pedro en honor a San Telmo, patrón de la villa jacobea, en una jornada que incluye como es habitual un sermón satírico a las puertas de la casa en la que residió el santo, que es elaborado por distintas personas del pueblo con toda suerte de parabienes y críticas, en su caso ácidas para instituciones y personas a título particular.
La popularmente conocida como Fiesta del Ole conmemora la llegada de las reliquias de San Telmo en 1742. El Ayuntamiento lleva años tratando de reunir la documentación y los requisitos para obtener la declaración de Interés Turístico Regional para la fiesta que organiza la Cofradía de San Telmo.
A las diez de la noche las campanas de la torre de la iglesia tocaron para dar inicio a la fiesta, que arrancó ante una muchedumbre concentrada a las puertas del templo mientras se escuchó el himno nacional interpretado por la banda municipal de música. La procesión del Ole estuvo presidida por el mayordomo de la cofradía, que porta el vítor, una cruz de madera en la que aparece representado San Telmo y de la que cuelgan dos cintas rojas, que sujetan dos cofrades.
282 años bailando en el ole con el vítorparadas y gritos. Las calles jacobeas acogieron, con numerosas paradas, gritos como «¡Viva San Telmo!», «¡Esto no es Ole!» y «¡El Ole no se quita porque lo ha puesto la Tía Majita!». Los cofrades y todo el que quiere unirse a la comitiva desde varios pueblos de la comarca y la capital bailaron el Ole mirando al vítor y de espaldas a la marcha con todo tipo de palos, cachavas, porras y escobas y cantaron hasta llegar a la que fuera la casa donde nació el santo.
Allí un cofrade leyó el sermón satírico-burlesco, consistente en una serie de coplas anónimas que critican a los personajes y los hechos acontecidos durante el año en el pueblo, donde los munícipes tuvieron un especial protagonismo. Después del sermón se repitió el baile y se vuelve hasta la iglesia de San Pedro, tras horas de danzas y vítores a San Telmo. La gente siempre baila hacia a atrás, quedándose autoridades y banda de música por detrás del vitor.
orígenes de la fiesta. Los orígenes de la tradicional fiesta se remontan al año 1714 cuando el Papa Benedicto XIV confirmó el culto al sacerdote católico Pedro González Telmo, que nació en el municipio Frómista entre 1180 y 1190 y murió en Tui (Pontevedra) en 1246. Cuando las reliquias de San Telmo llegaron a Frómista en 1742, todo el pueblo precedido por las autoridades civiles y religiosas recorrió las calles de la villa portando faroles y aperos de labranza, mientras cantaban y coreaban fervorosos gritos en favor del santo.
Tras la fiesta pagana de anoche, hoy se celebrará la procesión religiosa donde autoridades, danzantes y dulzaineros pasean la imagen de San Telmo, patrón de marineros y pescadores y la Santa Reliquia.