VioGEN es un sistema policial centralizado en el Ministerio del Interior, destinado al seguimiento y protección de las mujeres víctimas de violencia de género y de sus hijos en cualquier parte del territorio nacional. Desde el punto de vista técnico, es un sistema de seguimiento integral en los casos de violencia de género. Una herramienta que coordina diferentes instituciones públicas con competencias en esta materia para mejorar la atención y protección de las víctimas, con tres objetivos bien definidos: hacer predicción del riesgo; atendiendo a su nivel, realizar seguimiento y protección a las víctimas en todo el territorio nacional; y efectuar una labor preventiva, emitiendo avisos, alertas y alarmas cuando se detecte alguna incidencia o acontecimiento que pueda poner en peligro la integridad de la víctima.
Según la información proporcionada a Diario Palentino por la jefa de la Unidad de Violencia sobre la Mujer en la Subdelegación del Gobierno, Almudena Luis Lazcano, en Palencia actualmente hay 420 casos activos dentro del programa VioGen, es decir, aquellos que son objeto de seguimiento policial. El nivel de riesgo de cada caso activo, según el momento y las circunstancias que lo rodeen, va evolucionando con el transcurso del tiempo.
«Respecto al año 2023, de enero de septiembre y comparando los dos años, se ha incrementado el número de casos en un 29,28%, y un 24% con menores a su cargo», reflexiona al respecto Almudena Luis Lazcano, quien subraya que en España este año han quedado 27 menores huérfanos y 459 desde el año 2013, que es cuando comenzaron a recogerse los datos.
La violencia de género sigue siendo una lacra en España. En otra imagen,la psicóloga Susana Moreno Palenzuela, en su despacho profesional. - Foto: DPInsiste en que «nada es más urgente que hacer desaparecer esta realidad insoportable que muestra su cara más cruel en las diferentes formas de la violencia machista. Democracia es poner punto y final a cualquier forma violenta ejercida como las mujeres».
Pero siguiendo con esta auténtica lacra social en el plano más doméstico, en Palencia, si bien es cierto que el número de denuncias presentadas ha disminuido en el último trimestre, a lo largo de los primeros seis meses del año la cifra se sitúa en las 189 (entre enero y junio de 2023 se contabilizaron 279). Es decir, se sigue manteniendo la media de una denuncia por día, según los datos aportados por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, dependiente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Abundando en estos datos, el número de órdenes de protección y medidas tomadas en los primeros seis meses del año suman 32 frente a las 50 en el mismo período del año anterior.
44 hombres juzgados. Pero si terroríficas son las cifras tanto de denuncias interpuestas como de órdenes de protección adoptadas por los jueces en Palencia, lo son más si cabe el número de varones que se han tenido que sentar en el banquillo de los acusados en el primer semestre del año procesados por violencia machista en sus diferentes formas.
Así las cosas, en dicho período de tiempo han sido juzgados 44 hombres de los que 42 han sido condenados y otros dos absueltos (entre enero y junio de 2023 fueron juzgados 35 hombres, de los que 31 fueron condenados).
Abundando más en las cifras, de los 42 individuos condenados entre enero y junio de este año, 35 eran de nacionalidad española y siete extranjera, un dato que sería secundario si no fuera por las connotaciones políticas que existen actualmente en cuanto al fenómeno de la violencia doméstica o de género.
«España -relata Almudena Luis Lazcano- es un país referente en igualdad. Este 2024 se cumplen 20 años de ley orgánica de medidas de protección integral contra la violencia de género. Son muchos avances logrados en esta materia de violencia de género desde la entrada en vigor de la misma, ya que ha servido de estímulo para que todas las instituciones y colectivos profesionales trabajen en la lucha contra esta forma de criminalidad».
«También se ha reforzado enormemente la red de asistencia y protección a las víctimas, así como la respuesta penal a los agresores, pero quedan muchos retos; debemos dar un paso más. Desde esta ley en 2004, se contribuyó a que una realidad oculta que se lleva a cabo en la intimidad del hogar, comenzara a aflorar. Y conocer una realidad es un paso para combatirla y para poder dar protección efectivo tanto a las mujeres víctimas como a sus hijos», añade la jefa de la Unidad de Violencia sobre la Mujer en la Subdelegación del Gobierno.
LOS GRANDES RETOS. Es indudable que los retos para mitigar y erradicar esta lacra social, como explica Almudena Luis Lazcano, pasan por la necesidad de ahondar en la prevención de todas las formas de violencia contra la mujer y sus hijos y, con este fin y de acuerdo con el Convenio de Estambul, «trabajar en la puesta en marcha de campañas de sensibilización, de programas educativos y en la formación de profesionales; la prevención y sensibilización en el ámbito sanitario, sociosanitario y servicios sociales, así como en el ámbito digital y educativo».
No hay que dejar de lado también la atención a las nuevas tecnologías y sus usos, ya que «es imprescindible» por su especial incidencia en los menores de edad y adolescentes.
«Además, hay que incidir en la prevención de las nuevas formas de criminalidad derivadas del uso de las nuevas tecnologías (ciberacoso, difusión no consentida de material íntimo o manipulado, etc.), que en muchos casos conllevan un riesgo mayor de victimización reiterada y prolongada en el tiempo. El perfeccionamiento de las herramientas para la valoración y gestión del riesgo es otro de los retos que deben afrontarse, así como la potenciación y completo despliegue de las unidades de valoración forense, por la importancia del trabajo multidisciplinar realizado por estos profesionales (forenses, psicólogos y trabajadores sociales) para valorar y determinar el daño físico, psíquico, sexual, psicológico y social que generan en las víctimas la habitualidad del maltrato y el clima de violencia», según indica Luis Lazcano, quien subraya «la necesidad de tener en cuenta la situación de vulnerabilidad particular de cada víctima, en la medida en que implican un mayor riesgo de sufrir violencia» y pone como ejemplos las mujeres con discapacidad, las migrantes indocumentadas, las mujeres sin hogar o las que viven en zonas rurales, las de edad avanzada o las que sufren trastornos por consumo de alcohol y drogas, las féminas de origen racial o étnico minoritario y las personas LGTBI. «Es fundamental -reitera- que como sociedad condenemos de manera unánime y enérgica los asesinatos machistas. Cada vida pérdida a causa de la violencia de género supone un retroceso en la consecución de la igualdad en nuestra sociedad. No podemos permitir que siga cobrándose vidas ni destruyendo familias».
Uno de los principales desafíos radica en la complejidad del fenómeno, que trasciende los límites de la violencia física y abarca también formas de violencia psicológica, económica y sexual, que a menudo pasan desapercibidas o son más difíciles de detectar. «Esto, sumado a la normalización de ciertas conductas en la sociedad, dificulta aún más la identificación y la prevención de estos casos», apunta.
La educación y la sensibilización son vitales
La falta de denuncia por parte de las víctimas, ya sea por miedo, dependencia económica o desconocimiento de los recursos disponibles, constituye otro obstáculo importante que impide abordar el problema de manera integral y efectiva. «Pero es dura la tortura mental a la que se es sometida a la mujer, y vivir con miedo y terror, además de intimidarla, desvalorarla y atribuirle sentimientos de culpa, siendo este un proceso continuo y sistemático. A esto hay que añadirle la vergüenza y la anulación, lo cual cronifica el problema», señala Almudena Luis Lazcano.
Por otro lado, la educación y la sensibilización de la población, especialmente en las etapas más tempranas, resultan cruciales para transformar los patrones culturales que perpetúan la desigualdad y la violencia de género. Solo a través de una profunda y sostenida labor educativa podremos lograr el cambio cultural necesario para construir una sociedad más justa e igualitaria. «Los padres deben informarse y sentar las bases para romper la inercia de la educación patriarcal, los roles tan diferenciados, ya que se sigue dando un papel más importante y se escucha más las necesidades de los hijos varones. Es todo muy sibilino», añade.
«Las víctimas deben saber que estamos ahí y que no hay que tener miedo en pedir apoyo»
Susana Moreno, psicóloga que ejerce en Palencia, asegura que «no existe un perfil» característico del maltratador
Susana Moreno Palenzuela es una veterana profesional del mundo de la psicología que opera en Palencia y mantiene que «no existe un perfil concreto para definir a un maltratado. Afecta por igual a todas las clases sociales o sectores educativos». No hay que olvidar que el maltrato puede ser de muchos tipos, no sólo
físico, también maltrato psicológico, económico, sexual o social. Y esto ocurre tanto por parte de sus parejas como de sus exparejas.
La terapia psicológica en violencia de género resulta imprescindible para lidiar con la situación emocional, y evitar o reducir las secuelas que puedan aparecer. Para Susana Moreno «secuelas siempre quedan, pero una puede hacer vida normal aunque es indudable que estar arropada, además de por tu familia, por una profesional es indispensable a todas luces». Moreno Palenzuela, que anima a todas las víctimas que padecen esta lacra a denunciarlo, reitera que deben saber que «existe ayuda, que los profesionales y las fuerzas de seguridad están con ellas en todo momento, que no deben tener miedo en solicitar el apoyo que demanden».
Tampoco hay que olvidar que si eres testigo de cualquier forma de violencia o abuso, los expertos indican que hay que ponerse de pie, intervenir o gritar que el agresor es en realidad el que no está de moda.