Los vendedores y los consumidores palentinos, según las distintas opiniones recabadas ayer por DP, consideran que la compra diaria no se ha resentido con el paso del IVA del cero al 2% aplicado el martes. A su juicio, se come todos los días y, pese al recorte impositivo en distintas etapas, llegar a final de mes es bastante complicado porque el Índice de Precios al Consumo (IPC) -aún con su moderación en septiembre con un menor aumento cifrado en el 1,5% al caer desde el 3,5% de un año antes- sigue haciendo mella a la hora de adquirir los distintos  alimentos básicos. 

De momento, el IVA sube hasta el 2% hasta diciembre para luego quedarse, cuando lo confirme el Gobierno en 2025, en el tipo superreducido del 4 %, sin que las partes afectadas piensen que la supresión temporal de este impuesto en enero de 2023  sirviera de mucho.

En estos nueve meses sin tener que pagar el IVA la medida ha sido «ineficaz», tanto para los vendedores, que han visto disparado la adquisición de género por el alza de las materias primas -derivada de los sucesivos conflictos bélicos-, como para los consumidores, que llevan tiempo soportando un alto coste en los productos básicos que adquieren a diario para llenar la cesta de compra.

La compra no se resiente con el paso del IVA del cero al 2%cómo queda el IVA. Con el comienzo del año, el Gobierno eliminó el IVA al grupo de alimentos que ya tenían el tipo reducido del 4% para hacer frente a las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania, contener  una dura inflación y ayudar a los consumidores más vulnerables.  También se bajó el IVA del 10 al 5% a los aceites y pastas, y desde el pasado julio lo suprimió solo para el aceite de oliva.  Este producto tiene desde el día 1 un IVA del 2% hasta final de año, tras ser incluido como alimento de primera necesidad, mientras que los aceites de semillas y las pastas pasarán a tener un 7,5% de IVA entre octubre y diciembre.

El aceite de oliva responde al producto de la cesta de la compra que más subió en el último año, según los datos del IPC de agosto. Así, en tasa interanual, desde el mismo mes de 2023 su precio creció un 25,1%, acumulando una subida del 170,5% desde enero de 2021.

Actualmente, el  tipo superreducido en el país es del 4% y, así, cuando los tipos vuelvan a la normalidad, el IVA del aceite de oliva será el 4% en vez del 10% que venía soportando durante todo este período anterior. El grupo de alimentos con tipo superreducido lo integran, además, pan común, las harinas panificables, la leche de origen animal, los quesos y los huevos, junto a las frutas, verduras, hortalizas, legumbres y cereales que sean productos naturales.

La compra no se resiente con el paso del IVA del cero al 2%opiniones coincidentes. En el ámbito de las ventas, desde la recientemente creada Comunidad de Concesionarios de la plaza de Abastos los sucesivos vaivenes del  IVA en los alimentos de primera necesidad, desde que se iniciaron en 2021 tras la pandemia y la guerra entre Ucrania y Rusia, no ven que esta medida haya ni perjudicado ni beneficiado al consumo. En los 36 puestos que están ocupados actualmente, piensan que tampoco serviría de mucho dejar en el IVA en cero en el futuro, mientras muchos productos que adquieran desde los proveedores mayoristas sigan altos e inestables. El motivo es que, de una forma u otra, aunque esperen un tiempo, acaben repercutiendo ese coste que supone para ellos en el consumidor final, porque no pueden reducir mucho su margen de beneficio.

«Yo una vez más digo que las medidas en torno al IVA no conllevan nada especial. A mí, en una compra de género de 2.000 euros el ahorro es de 40, pero eso no significa nada al final. Tampoco va suponer mucho pagar cuatro céntimos menos a un consumidor al gastar 20 euros», ejemplificó Alex Mota, propietario de un puesto de frutas y verduras de la plaza de abastos.

Los consumidores tienen una opinión similar, por el hecho de que deben seguir haciendo un esfuerzo económico grande para llenar la cesta de la compra a diario, debido al que IPC ha subido muy por encima de lo que lo hacen sus sueldos. «En general, se ven precios más altos y no se aprecian en nada las bajadas de IVA. Todo está más caro en el día a día del consumidor y queda poco dinero en los  bolsillos para llegar al final de mes. Aún así, hay que seguir comprando lo mismo porque se come todos los días», indica Sonia Gutiérrez.

La compra no se resiente con el paso del IVA del cero al 2%Por su parte, el comprador Esteban Rodríguez cree que ninguna medida aminorará el gasto diario. «Dejar el IVA en el cero puede que a la larga ayude al consumidor, pero el comerciante también debe tener su margen de beneficio. Esto ya no baja porque influyen muchos factores que se escapan a las personas de a pie. Tener que pagar un 4% de IVA cuando el Gobierno lo decida el año que viene en todos los productos básicos va a ser complicado  que redunde en un beneficio grande y considero que los precios en la alimentación deberían estar más bajo», según manifestó a DP Esteban Rodríguez.

«Algo se ha notado con un IPC más bajo, pero las guerras pueden trastocarlo todo»

El presidente de la Unión de Consumidores (UCE) de Palencia, Alberto Arzúa, ve el vaso medio lleno, pero teme que la escalada bélica en Oriente Medio se note en las economías familiares.  «El IPC está más moderado y los nueve primeros meses del IVA en cero entiendo que sí que se han notado algo. Pero, ya se sabe que a río revuelto ganancia de pescadores  y alimentos y combustibles pueden ir al alza con Irán sumado a la guerra en Oriente Medio», detalla.

«El precio de los productos básicos puede subir  porque se van a aprovechar lois productores de pétroleo, encareciendo el transporte, junto a distribuidores y almacenistas. Sobre todo, las subidas se van a notar mucho en las grandes superficies comerciales», aseveró.

«Subir o bajar el IVA cada seis u ocho meses acaba por no ser positivo»

El secretario de la Unión Cívica Provincial de Consumidores y Usuarios (UNAE) de Palencia, César de los Bueis, no está a favor de los vaivenes del IVA. «Nuestra organización apostó por un tipo cero en la cesta básica de la compra y, sobre todo, en el aceite, la carne o el pescado. Eso ayudó, pero  subir o bajar el IVA cada seis u ocho meses acaba por no ser positivo para el consumidor», arguye.

Oriente Medio preocupa también y mucho al representante de UNAE. «Los que peinamos canas hemos visto cuatro, cinco o seis guerras por allí. Cada vez que hay un conflicto bélico en la zona acaban subiendo el petróleo, los tipos de interés y casi  todo lo demás. Al final, todo acaba reflejado en una cesta de la compra más cara», indica.

«Es un engañabobos. Lo que tenía IVA reducido no se podía subir y lo hizo»

El presidente de la Comunidad de Concesionarios de la Plaza de Abastos, Israel Tapia, no ve que un IVA más bajo sea beneficioso. «Al final esto es un poco el engañabobos. Se suponía que todo lo que estaba con el IVA reducido no se podía subir y se ha ido subiendo. En teoría, no se pueden aumentar márgenes y productos como el queso no han dejado de incrementar el precio final»,  asegura.

«El pequeño comercio aguanta un poco sin subir nada y los supermercados son los grandes beneficiados porque desde el día 1 ya habían fijado los precios al alza y, al final, no te queda  otra que hacer lo mismo. Es como todo, la gasolina baja muy lento pero luego sube muy rápido y en la alimentación termina siendo lo mismo», opinó.