Revilla de Campos, un pequeño núcleo dependiente del Ayuntamiento de Villamartín de Campos, y su iglesia, dedicada a San Vicente, despertaron un gran interés enAlfredo Blanco del Val (Valladolid, 1973), que se lanzó a escribir Revilla de Campos. Señorío, Marquesado y San Vicente Mártir, un libro de 554 páginas, más de 1.200 referencias y unas 300 imágenes que recogen la historia de la localidad, así como los principales personajes vinculados a ella y los puntos más destacados de su templo, que cuyos orígenes están fechados en el siglo XV y que, por desgracia, no está en buenas condiciones en la actualidad.
De hecho, el autor, que ejerce de pediatra pero es un apasionado del arte, la historia y la tradición -algún artículo publicado en la Revista Folklore de laFundación Joaquín Díaz o la obra Teófilo Arroyo Callejo.Hijo adoptivo de la ciudad de Burgos llevan su nombre-, pretende que su texto sirva también «para llamar la atención sobre el estado en el que se encuentra la parroquia, especialmente su torre». «Su tejado se está cayendo desde el año 2008. Siempre que paso por allí veo que el pueblo languidece y nadie hace nada por él», lamenta el escritor, que conoce la comarca y está vinculada a ella por motivos familiares, concretamente a Pedraza de Campos.
Blanco hace hincapié en el edificio religioso. Concretamente, cita la capilla privada que terminó de construirse en 1765 por orden de Vicente Trigueros de Monroy, natural de la localidad que llegó a ser canónigo doctoral en la catedral de Cuenca. «Este señor se encargó este trabajo al mejor arquitecto que había en ese momento enValladolid, Manuel Godoy (no confundir con el político del mismo nombre y de la misma época), que era la mano derecha del gran Ventura Rodríguez, uno de los grandes arquitectos del neoclasicisimo español», comenta el investigador antes de explicar que el canónigo dio poderes a un primo suyo, Felipe Díez de Quijada y Obejero, oidor de la Real Chancillería de Valladolid, para que supervisara y pagara la obra, cuyo coste ascendió a 33.000 reales de vellón. «Solamente por el valor que tiene esta capilla debería conservarse y evitarse la ruina de la iglesia», añade.
Además, destaca la unión que tiene Revilla de Campos con Valladolid y con el Marquesado de Revilla. «Uno de los marqueses consorte de Revilla fue Manuel Gutiérrez de la Concha, que está enterrado en el panteón de Hombres Ilustres de Madrid.
El libro, autoeditado, contó con el apoyo del Ayuntamiento de Pedraza y de Selectos de Castilla, y se presentó en sendos actos enPedraza y en Palencia con presencia e interés de descendientes de Revilla, un hecho que destaca positivamente el autor. El 11 de diciembre a las 19,30 horas lo dará a conocer en la CasaRevilla de Valladolid. El libro está a la venta en la librería Maxtor de Valladolid o contactando con el autor directamente.