Hablar de tráfico en Palencia es hablar de Manuel Esteban. Casi 50 años como funcionario de la Jefatura Provincial, la mayor parte de ellos en nuestra provincia, y más de tres décadas ostentando el cargo de jefe provincial. Desde principios de la década de los 80 del siglo pasado. Tanto es así que, cuando dejó las oficinas de Jacinto Benavente, él era el jefe provincial con más antigüedad de todo el país. «No sé si seré el jefe provincial que más tiempo haya estado en este cargo, no lo creo», resta importancia Esteban, a quien hace algunos días el Ministerio del Interior y la DGT le entregaron la Medalla al Mérito de la Seguridad Vial en su categoría de bronce con distintivo azul.
«Creo que se ha hecho como reconocimiento a la dedicación total que he tenido con la Jefatura de Tráfico, a toda la trayectoria desde que entré como funcionario». Y es que como empleado público Manuel Esteban sólo ha estado vinculado a los automóviles, las carreteras y la seguridad vial. En Palencia, en Madrid, en Vitoria y, de nuevo, otra vez en Palencia.
Dedicación de la que singular exponente fueron aquellas operaciones retorno de los portugueses en los veranos de la década de los 80. La ausencia de circunvalaciones o autovías convertía a la capital palentina en una auténtica ratonera para los conductores que venían desde el norte de Portugal por la carretera de Benavente. «Teníamos colas de más de 20 kilómetros de coches parados para atravesar la ciudad. Montábamos rutas alternativas para que enlazaran con la N-620 sin pasar por la ciudad», recuerda. También cómo, con su propio coche, creaba trenes de carretera para aliviar el caos. «Cogíamos un grupo de vehículos a la altura de Villamartín y a través de carreteras secundarias lo llevábamos hasta Carrión para que enlazaran allí con la N-120 hacia Burgos. Alguna vez sí me llevé un buen grupo de turismos, pero es que los portugueses nos desbordaban», recuerda.
A Esteban le tocó vivir en el cargo de jefe de Tráfico el crecimiento del parque automovilístico de la provincia, así como el incremento de los fallecimientos en las carreteras de la provincia. Algunos sucesos se llevaron por delante la vida de hasta 10 personas, pero también la época de mínimos, ya en sus últimos años al frente de la Jefatura. De hecho, 2010 con él aún en el cargo, es, hasta ahora, el año con menos fallecimientos -17-.
Esta evolución Manuel Esteban la resume en tres mejoras claves: Mejores coches –«no voy a decir que cuando empecé los coches eran a manivela, pero casi»-, mejores carreteras –«ahora tenemos tres autovías que soportan la mayoría del tráfico provincial»- y conductores más preparados y concienciados, de lo que pone un ejemplo: «Al principio nos costó muchísimo que los motoristas se pusieran el casco, y ahora puedo decir que en Palencia, en carretera lo lleva el 100%, y en ciudad el 99%, por algún despiste. Lo mismo que el cinturón de seguridad». Además los controles son ahora más exhaustivos. «¿Quién nos iba a decir hace 30 años que se iban a hacer pruebas de drogas a los conductores? Es verdad que los controles de alcoholemia han sido siempre algo más extendido, pero no los de drogas que se realizan ahora».
Una salida con un lado positivo |
El reconocimiento que acaba de recibir de manos de del subsecretario del Ministerio del Interior, Luis Aguilera, y la directora general de Tráfico, María Seguí, tiene su aquel después de que Manuel Esteban tuviera que tuvo que dejar el cargo al denunciar el mal gusto de unos correos de felicitación navideña remitidos a todos los jefes provinciales por la subdirectora general de Educación, Divulgación y Formación Vial, Aurora Cedenilla. «Feliz año nuevo y chúpame un huevo». Esteban se jubilaba en abril de 2011, pero fue destituido en febrero por el anterior director general, Pere Navarro. «No tengo que lamentar nada de aquel episodio, ni siquiera guardo rencor alguno, pues pude apreciar la solidaridad que despertó y el apoyo que me prestaron cuando vieron lo que habían hecho conmigo por denunciar lo que entendía estaba mal, y muy especialmente los parlamentarios palentinos del PP y la Asociación de Técnicos de la DGT. Puede que para el ámbito personal hubiera tenido un pase, pero eran correos profesionales. Luego muchos jefes provinciales me dieron la razón. Aquello fue matar al mensajero, en lugar de corregir al causante». Desde entonces, tiene tiempo libre para trabajar en otros asuntos e incluso estudiar, y ahora ve esta Medalla al Mérito de la Seguridad Vial como una especie de enmienda al fallo que el equipo directivo anterior de la DGT tuvo con él hace casi dos años. El reconocimiento a una vida dedicada a la carretera y la seguridad de los conductores. |