Ecológicos. Los examinadores tendrán que valorar si los aspirantes conducen de forma eficiente y podrán imponerles una falta leve de no hacerlo así.
En apenas un mes, los exámenes prácticos de conducir cambiarán. A partir del 21 de enero las pruebas para examinarse albergarán diferentes fases con las que la Dirección General de Tráfico pretende conseguir unos conductores que, además de saber conducir, sepan circular y, en un momento de la prueba, demuestren cómo lo harán cuando reciban la tarjeta rosa.
Una de las novedades que tendrá este nuevo examen, es la conducción autónoma. El examinador dirá al alumno el punto que debe alcanzar en la ciudad y el aspirante tendrá que llegar a él orientándose con las señales o su conocimiento de la zona. Como cualquier otro conductor de la vía. Un ejemplo: Que al salir de la avenida de Cardenal Cisneros, el examinador pida al alumno que conduzca el vehículo hasta el Hospital Río Carrión, pasando antes por los Cuatro Cantones. El examinado tendrá que confeccionarse el itinerario.
Según el jefe provincial de Tráfico, Fernando Alonso, los examinadores ya están trabajando en la elaboración de posibles recorridos en los que a los alumnos se les puedan presentar los inconvenientes y retos habituales en la circulación por la ciudad. «Aunque Palencia no es demasiado grande para establecer muchos recorridos», confiesa.
Tampoco lo es para que, como recoge la nueva normativa europea a la que se adaptará la española, los aspirantes durante esta prueba de conducción autónoma puedan usar un GPS si dispone de él el vehículo. Una medida que tiene más que ver con las grandes ciudades, pero que también puede utilizarse en Palencia para ver cómo reaccionan los aspirantes ante un dispositivo que no siempre deja las cosas claras.
«Lo que se pretende es conocer cómo actuaría de forma autónoma el conductor, al día siguiente de que le des el carné. Algunos especialistas aseguran que el aspirante va en ese período de la prueba más relajado que siguiendo al pie de la letra las indicaciones del examinador».
En cualquier caso, si el alumno no conoce la ciudad, la normativa prevé que los examinadores puedan darle las indicaciones mínimas e imprescindibles que le sirvan de orientación pero, según Alonso, eso no cuela en Palencia puesto que «todas las autoescuelas, hasta las de los pueblos, hacen las prácticas donde se examinan». En Guardo y Aguilar, también se instaurará este tipo de examen.
Esta nueva forma de examinar ocupará la primera parte de la prueba de conducción de todos los permisos, a excepción de A1 y A2 (motos).
Eficiencia al volante. Pero la prueba de conducción no finalizará ahí, sino que el resto del examen volverá a ser como hasta ahora, siguiendo las indicaciones del examinador. Eso sí, el consumo y el medio ambiente también serán materias de examen. De hecho, el examinador valorará durante toda la prueba si el aspirante conduce de forma eficiente.
«Es algo que nos lo pedía la normativa europea, que los conductores puedan circular ahorrando combustible y reduciendo las emisiones», señala el jefe de Trafico.
Para eso, las autoescuelas ya están preparando, desde hace tiempo, todo hay que decirlo, a sus alumnos. Así, en el futuro se acabará eso de los acelerones, los frenazos, o el circular en marchas cortas. Conducir, a juicio del examinador, de forma ineficiente supondrá una falta leve. Hacen falta 10 de este carácter para que el aspirante sea declarado no apto. «No es algo que pueda suspender por sí solo a nadie», afirma Alonso.
En total, la duración de la prueba será como mínimo de 25 minutos para los permisos A1, A2, B y BTP, y de 45 minutos para los permisos restantes.
Al finalizar la prueba, el examinador, en presencia únicamente del aspirante y del profesor notificará el resultado de la prueba explicando cuáles han sido los fallos que han determinado, en su caso, el suspenso. Para que un conductor sea declarado no apto tiene que cometer una falta eliminatoria, dos deficientes o una deficiente y cinco leves o 10 leves.
«Compruébeme el nivel del aceite antes de comenzar» |
¿Dónde está la varilla del aceite, el líquido de frenos, el del radiador? son preguntas que ya hacen los alumnos que se preparan en las autoescuelas palentinas. Porque antes de montarse en el vehículo, los examinadores pueden solicitar a los aspirantes que hagan una comprobación rutinaria del estado del vehículo: líquidos, estado e inflado de los neumaticos, comprobación de las luces, del funcionamiento del limpiaparabrisas... Se trata de otra de las novedades de la adaptación de la norma española a la Directiva Europea 126/2006. «Por ejemplo, medir el nivel del aceite, o que diga su parecer sobre el estado de los neumáticos...», apunta el jefe provincial de Tráfico. A partir de ahí, la preparación para iniciar la prueba será como hasta ahora: Colocarse en el asiento, abrocharse el cinturón de seguridad, graduar el reposacabezas, los espejos retrovisores, y quitar el freno de mano. Listo para conducir de forma autónoma. |