«Me da pena que no se conozca la historia de la ciudad»

Carmen Centeno
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La memoria infantil que guarda de Antonio Font de Bedoya no es la del arquitecto de prestigio, trabajador, concienzudo, cortés, educado y respetuoso, que todo eso lo percibió más tarde Juana Font Arellano

«Me da pena que no se conozca la historia de la ciudad» - Foto: Óscar Navarro

Juana Font Arellano (Palencia, 1945) es titulada en Dibujo y Cartelismo por la Escuela de Artes y Oficios, doctora en la especialidad de Historia del Arte por la Universidad de Valladolid, máster en Restauración del Patrimonio (UVa), profesora invitada de las Universidades de Alcalá de Henares, Valladolid y Alfonso X, de Madrid, ponente en congresos de construcción con tierra y miembro de comités científicos y grupos de trabajo para la defensa de la arquitectura tradicional. Forma parte del patronato de la Fundación Antonio Font de Bedoya. Está casada, tiene cuatro hijos y tres nietos y confiesa que el de abuela «es un parentesco muy bueno».  


A nuestra protagonista le brillan los ojos cuando habla de arquitectura, de preservar la historia de los pueblos y ciudades, de conocerla bien para no perderse nada de ellos, de evitar en la medida de lo posible tener que renunciar a esas muestras del pasado, de cuidar al máximo el patrimonio, de ser extremadamente respetuosos con los autores cuando se llevan a cabo labores de restauración y, por supuesto, cuando se refiere a su padre, Antonio Font de Bedoya.

 

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