"El olor define lo que es una bodega del Cerrato"

César Ceinos
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Admite que ha perdido la cuenta de las construcciones subterráneas que ha digitalizado. Escaneó un tercio de las bodegas baltanasiegas y de Torquemada y las galerías hipogeas de Astudillo. Ahora se encuentra inmerso en un proyecto en Hornillos

Juan Antonio Ariza - Foto: Sara Muniosguren

El técnico digital 3D Juan Antonio Ariza (Córdoba, 1981) nació a más de 600 kilómetros de la provincia, pero acabó enlazada a ella por la familia de su mujer, que procede del Cerrato. Conoció la comarca sureña hace quince años y, por temas laborales, acabó adentrándose en ella de manera literal en numerosas ocasiones. Descendió a las bodegas de Torquemada y Baltanás para escanearlas y recrearlas digitalmente para que todo el mundo pueda admirarlas sin tener que bajar a ellas. También lo hizo en las cuevas vinculadas con el vino de Valdecañas de Cerrato y de Villamediana, y en las galerías subterráneas de Astudillo. Incluso, basándose en estos trabajos, llevó a cabo algunas reconstrucciones, que pueden observarse con ordenador o unas gafas virtuales. 

Por otro lado, su trabajo, que desde hace ocho años lleva a cabo en su empresa, Evo Inmersión, se extiende a monumentos religiosos palentinos como la torquemadense ermita de Nuestra Señora de Valdesalce y la parroquia de Santa Columba. Actualmente se encuentra inmerso en un proyecto en Hornillos de Cerrato que combina escaneado y recreación. 

Explica que la zona le cautivó, lo que repercutió también a la hora de ponerse manos a la hora. «Me enamoré de la comarca y eso me ha dado un gran empuje. En las licitaciones, las empresas se presentan y ofrecen su mejor arte para poder trabajar, pero yo, además de aportar el conocimiento técnico, estaba cautivado por la zona. Me impresionó tanto que cuando trabajo no lo hago solo con un enfoque profesional, también hay una admiración. Y eso marcó la diferencia con otros», asegura el andaluz.

¿Qué tecnología utilizó para documentar las bodegas y el patrimonio subterráneo? 

Hicimos un escaneado en tres dimensiones para obtener una nube de puntos. Con ello se genera un modelo hiperrealista del entorno. Por ello, podemos medir distancias y ver el volumen, por poner algún ejemplo. Se consiguió un modelo digital para un control de mantenimiento estructural que permitirá reconstruir este patrimonio por si hubiera que hacerlo por cualquier circunstancia.Si hubiera que abordar una obra, el arquitecto conocería muchos aspectos, como las zonas más sensibles de la construcción. Para este trabajo utilizamos escáneres que tiene tecnología Lidar. Toda esta información se procesó mediante unos programas concretos y específicos y conseguimos un clon digital. Junto a este trabajo técnico llevamos a cabo una labor de recopilación de información arquitectónica, cultural e histórica. Hablamos con gente documentada de la zona para completar los proyectos.

¿Cuántas bodegas palentinas escaneó en los últimos años?

La verdad es que perdimos la cuenta. En el Cerrato hay muchísimas. En Baltanás escaneamos un tercio del cerro y en Torquemada prácticamente lo mismo. En Villamediana no sabría decir un número concreto, mientras que en Astudillo digitalizamos las galerías hipogeas, que son una auténtica maravilla. Por último, en Hornillos estamos trabajando en galerías subterráneas, bodegas, entornos y minas.

¿Con qué dificultades se encontró a la hora de trabajar en estos lugares?

La mayor dificultad la encontramos en la arquitectura de las construcciones. Hablamos de bodegas antiguas a las que se accede por escalones que no están bien nivelados. Además, surgió una complicación por las diferencias semánticas de cada pueblo a la hora de hablar de diferentes partes de las bodegas, pese a estar en la misma comarca y cerca unos de otros. Es curioso que tengan nombres distintos y a veces nos sentimos un poquito en fuera de juego. Pero, al fin y al cabo, utilizamos el término de cada pueblo porque no sabemos si existe un término global para referirse a lo mismo. Procuramos respetar las palabras de cada lugar. 

Más allá de los términos propios de cada localidad, ¿apreció más diferencias en las bodegas?

Existen algunas diferencias, aunque no son muy notables. Por ejemplo, en la zona de Torquemada encontramos pozos en las bodegas y eso no lo observamos en ningún otro lugar que hayamos entrado hasta el momento. En Baltanás, estas construcciones están colocadas una sobre otra y nunca chocan. En Valdecañas de Cerrato, hay bodegas con acceso horizontal y hacia abajo, mientras que en Torquemada y Baltanás, no. Por otro lado, nos fijamos en que las bodegas tienen una zona donde existe una asimetría. Eso quiere decir que hay una parte que está como mal hecha. 

¿Qué significa eso?

Que la gente de antaño usaba una determinada metodología para construir las bodegas y, muchísimos años o siglos después, cuando volvieron a utilizarse de nuevo, las ampliaron usando otra tecnología y otra técnica. Entonces, es cuando empiezan a chocarse unas con otras. Esto lo hemos comprobado al observar el conjunto de bodegas en 3D, donde se aprecia que todas están bien alineadas y que de pronto empiezan a juntarse al final. Son obras que se hicieron simplemente para aumentarlas de tamaño, pero no tenían el conocimiento de cómo se hizo anteriormente. 

¿Estos proyectos pueden ampliarse en el futuro?

Sí, habrá más fases. De momento, volveremos a trabajar en todos los pueblos salvo en Baltanás.

Conoce como pocos, por motivos laborales, el subsuelo cerrateño. ¿Qué destacaría de él?

El olor. En Andalucía, en las catas de vino normalmente se hace un paseo con gafas virtuales. Mientras la gente recorre virtualmente por las bodegas se coloca un cuenco con un algodón mojado en vino bajo su nariz sin que ellos lo sepan para que lo huelan. Con esto se busca un efecto más inmersivo y cuando se cambia de zona de la bodega se sustituye el vino para que perciban otro caldo diferente. 

Aquí hicimos algo parecido en Torquemada para las personas con movilidad reducida que no pueden acceder a las bodegas que habíamos escaneado. Pusimos una carpa, se hizo una presentación y con las gafas entraron dentro. Debajo de su nariz colocamos el vino para que lo huelan. Bien, pues cuando lo hago enAndalucía siento que la gente no se transporta tanto como aquí. Es por ese efecto del olor tan característico y tan húmedo.Es un olor a vino viejo, que no es nada desagradable.Es típico y las hace distinguidas. Ese olor define lo que es una bodega subterránea del Cerrato.Da igual a la que vayas. El olor es indescriptible y para mí es algo que solamente puedas vivirlo y entenderlo si vas allí.

Dejamos de lado el patrimonio histórico (bodegas y galerías hipogeas) para hablar de otras digitalizaciones, como las de la ermita de Nuestra Señora de Valdesalce de Torquemada y la parroquia de Santa Columba de Villamediana. ¿Con qué se encontró en estos monumentos?

Es más complicado digitalizar una iglesia porque esta tiene mayor volumen que una bodega.En este caso, llevó más trabajo la iglesia de Villamediana porque es más grande que la ermita de Torquemada, que es más pequeña. Es cierto que para llevar a cabo estos trabajos se requiere luz, pero esta puede ser mínima. 

El gran problema enVillamediana fueron los techos del templo, que son muy altos. Los láseres abarcan una distancia concreta y me las llegué a ver y desear en alguna ocasión para capturar todo el entorno del templo, al que no estamos acostumbrados en Andalucía.

¿Cree que estos trabajos son un buen reclamo para atraer turismo al Cerrato?

Sí. Hoy en día la gente no lee una página web. Yo lo que quiero es tener el empoderamiento de ver lo que quiero ver en un mundo inmersivo en 360º. Por supuesto, no hay que ofrecerlo todo lo que hemos digitalizado, porque hay que dejar la posibilidad de que alguien tenga la curiosidad de visitarlo y conocerlo en primera persona. Es como si fuera el trailer de una película de cine. Además, gracias a estos proyectos se da la posibilidad de  observar lugares que están en lugares intransitables, ya sea porque la persona no pueda acceder por cuestiones físicas o no se puedan hacer fotos u otra limitación. Por ejemplo, subir a un campanario.  Yo subo, lo escaneo y la gente, desde la parte interior, con un código QR que puede activarse con un teléfono móvil, conoce algo que a lo menor de otra manera no podría.

Por otro lado, hay que diferenciar el tema del turismo y del patrimonio para arqueólogos o ingenieros, que utilizan modelos digitales para la conservación y el estudio. En la Universidad Complutense de Madrid utilizan nuestros modelos en tres dimensiones de las bodegas baltanasiegas.

¿Podría realizarse a partir de su trabajo, por poner un ejemplo bien conocido, una réplica de una bodega como se hizo con la neocueva de Altamira, enSantillana del Mar?

Sí. Y no solo eso. En Astudillo hemos escaneado en 3D también el pórtico y hemos reconstruido cómo era la localidad en la época medieval.En una primera imagen hay una vista actual y, a golpe de clic, se retrocede siglos atrás. Se ve el pórtico, la muralla, la guardia de puertas y el contorno de cómo era entonces. Todo ello está explicado con información que permiten que el usuario pueda ir navegando y entender lo que ve.

Además, tenemos varios ejemplos de realidad aumentada del Cerrato palentino activos para que la gente pueda verlos. Todo lo que he hecho se puede ver en cualquier parte del mundo. Se puede difundir con un enlace que se ve allá donde se pincha y en varios idiomas.Por citar uno, en Reino Unido aparece directamente en inglés al detectar la URL en país en el que se encuentra.

En un mundo en el que cada vez gana más importancia lo audiovisual e internet, ¿las empresas y las administraciones apuestan por este tipo de difusión? 

Es curioso. Normalmente, por mi experiencia, de Madrid hacia el norte es por donde más se apuesta por esto. Aún no entiendo el porqué. Con esto no digo que entiendan más que en el sur. 

Además, tomamos lectura de los lugares donde y cuando se visualizan nuestros trabajos y los mejores resultados son aquellos hechos en la parte norte. Se han llegado a ver enFrancia, en Inglaterra o en Japón. Por lo tanto, ya no es solo por el trabajo en sí, sino por la proyección de esa localidad gracias a este trabajo.

Ha hablado del uso de esta tecnología en las áreas del patrimonio y del turismo. ¿Puede tener usos en otros ámbitos?  

Nosotros empezamos con esta tecnología en los hospitales, creando entornos virtuales destinado a los niños que no pueden salir a la calle y llevan ingresados mucho tiempo. Y de esta forma, un día llevamos la Navidad y otro, la feria.Los pequeños interactuan  y se evaden de su situación. De hecho, nos avala el hospital. Por ejemplo, en el caso de Córdoba, que es donde más lo hemos hecho, en el hospital provincial Materno-Infantil, hemos ido varias veces para dar soporte a los niños que están allí.

En Torquemada hicimos algo similar en la residencia de la tercera edad. A las personas mayores les creamos entornos adaptados a ellos con el objetivo de cubrir sus necesidades, como ir a la playa, ver la luna o navegar en un barco. Fue espectacular ver a los mayores disfrutando con las gafas virtuales puestas.

¿Puede comentar algún ejemplo que se haya realizado en otros lugares del planeta?

La catedral de Notre Dame de París.Gracias a una persona de una empresa que hizo algo como lo que he hecho yo en el Cerrato están pudiendo reconstruirla. Otro ejemplo son las pirámides de Egipto, donde hicieron un proyecto con la misma tecnología que hemos tenido enBaltanás.

¿Querría escanear otros puntos en Palencia?

Sí, las iglesias que tiene la provincia, ya que me han enseñado varias. Como también trabajamos para las empresas, me gustaría hacer algún proyecto con negocios palentinos y darles un soporte digital virtual 360.