El expresidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Palencia, Ángel Luis Barreda, bromea diciendo que «estaba predestinado» a aficionarse a la ruta jacobea y a todo lo que la rodea, ya que nació en 1948, Año Santo Compostelano, en la calle La Rúa de Carrión de los Condes, que está situada en el itinerario francés que lleva a los peregrinos a la tumba del apóstol en la capital gallega. Eso sí, detalla que cuando vino al mundo no había prácticamente caminantes por tierras palentinas, ya que el interés por esta cuestión comenzó a resurgir años más tarde.
En su caso, encabezó la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Palencia desde su fundación en 1987 hasta el pasado mes de julio, cuando cedió los trastos al también carrionés José Antonio Perrino tras 37 años al frente de la entidad. Ahora es el presidente de honor de la organización. Además, fue miembro fundacional de la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago entre 1987 y 2000 (primera etapa) y 2007 y 2010 (segunda etapa), director de la revista Peregrino entre 1997 y 2000, creador y director de la Biblioteca Jacobea y Centro de Documentación de la ruta jacobea, que está situada en el monasterio de San Zoilo de Carrión, y presidente de honor de Camino Francés Federación (CFF).
Más allá del mundo jacobeo, trabajó en el sector de las cajas de ahorros y sobresalen sus colaboraciones con diversos medios de comunicación y así como su trayectoria política como concejal, primero en Carrión de los Condes y luego en Palencia, y como diputado provincial entre 2007 y 2011.
En la nota de prensa que envió la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Palencia se explicaba que abandonaba el cargo de presidente por decisión propia. ¿Qué causas están detrás de este adiós?
Independientemente de que ya eran muchos años al frente, 37, he de decir que hubo una razón familiar. Mi mujer estuvo enferma en Navidad. Fue hospitalizada y pensé en que era un buen momento para dedicarme más a la familia. Además, yo tenía un compromiso con el Camino de Santiago y en alguna ocasión, años atrás, ya había pensado que era el momento de dar el paso, pero no uno hacía atrás, sino al lado. Por ello, pactamos que José Antonio Perrino fuera mi sucesor y toda la junta directiva así lo reconoció e hizo posible que yo fuera nombrado presidente de honor de la asociación.
¿Qué recuerda de los inicios de la entidad?
Cuando empezamos con esta historia del Camino éramos cuatro locos. De hecho, la asociación palentina fue una de las primeras en fundarse. La ruta jacobea, como he dicho muchas veces, era memoria histórica. En aquellos años no había nada más que el recuerdo del camino y de los franceses que venían a caballo en las décadas de los 50 y 60 del siglo pasado. No había peregrinos, ni albergues, ni conocimiento de nada. Partíamos de cero porque estaba todo por hacer. Y conseguimos que la gente volviese a recordar el camino y, sobre todo, que volviesen los peregrinos. No hay ruta si no hay peregrinos. Pusimos mucho empeño en ello en Jaca, en el primer congreso internacional del Camino de Santiago que se celebró en 1987.
En aquella época (finales de los 80 y principios de los 90) nuestro objetivo era dar al peregrino las pequeñas cosas que necesitaba, que era un techo, la lumbre y nada más. Después nos dimos cuenta de que con el Camino de Santiago se producía un desarrollo de los pequeños pueblos, que estaban abandonados. Calzadilla de la Cueza es un buen ejemplo. Ahora siempre tiene más peregrinos que habitantes y antes nadie lo mencionaba. Había que explicar que llegar a esta localidad, tras pasar por un páramo total, por la meseta llevada a lo máximo, llevaba al peregrino a la introspección interior. Y eso tenía mucho éxito cuando empezamos con el camino. Por otro lado, había un paralelismo con Finisterre. Allí se ve el mar y aquí, el mar de Campos. Y era lo que intentábamos vender pese a las dificultades. Ahora hay mucho peregrinos que se saltan la parte de Burgos a León. Y creo que eso es un error mayúsculo. De hecho, cuando un caminante hace la etapa entre Carrión y Calzadilla acaba diciendo que es una etapa que no debían de perderse porque es distinta y de esfuerzo fortísimo.
¿Qué momentos destacaría de sus 37 años al frente de la asociación jacobea palentina?
En 1996 organizamos el cuarto Congreso Internacional de Asociaciones Jacobeas enCarrión. Fue un momento muy importante para la asociación y en lo personal, porque en el camino influye mucho lo personal. Y en mi caso, me fascinaron las cinco veces que hice la ruta a pie. Yo recuerdo que comencé en Roncesvalles, aunque los peregrinos empiezan hoy en San Juan Pie de Puerto porque a la gente le encanta la subida de los Pirineos. También me encanta la zona de Puente Fitero porque es un sitio emblemático. Cuenta la leyenda que la persona que pasa el puente contigo es amigo para siempre.
Más allá del aspecto personal, ¿qué hechos citaría durante su etapa como presidente?
Creo que la asociación hizo una cosa importante: promover la cultura. Ha tenido muy actividad cultural, que era básica. Hacer un albergue es fácil, pero darle vida no. Y había que proyectar la parte cultural. No hay que olvidar que el Camino de Santiago es Bien de Interés Cultural (BIC), itinerario cultural europeo y Patrimonio Mundial de la Humanidad. Por ejemplo, tenemos una biblioteca jacobea con 10.000 volúmenes, que es una locura.
Además, en los veranos hemos organizado muchas actividades, como los conciertos de los ingleses. Decíamos siempre de los ingleses, aunque no era del todo cierto ya que había grupos de otros países. Por encima de todos destaco una actuación llamada Ordo Prophetarum que nos patrocinó la Xunta de Galicia con todos los instrumentos que aparecen en el pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago. Los músicos llegaron vestidos como figuran en el templo. Fue un espectáculo increíble que salió por primera vez de Galicia y es el mejor concierto que se ha celebrado en Carrión.
También fueron muy conocidas en Carrión y comarca las recreaciones históricas que llevaba a cabo la asociación
Sí. En esos eventos lo pasábamos muy bien, mejor que la gente que lo veía. Las recreaciones históricas las hacíamos por placer propio. Fue muy novedoso. Fuimos de los primeros en hacerlas junto a los de Astorga, que organizaban la Francesada. Ahora hay muchas recreaciones de este tipo.
El Camino de Santiago fue galardonado en 2004 con el Premio Príncipe de Asturias de laConcordia y usted fue una de las personas que viajó a Oviedo a recoger el reconocimiento
Me siento muy orgulloso de ese premio.Nos trataron muy bien. Guardo la anécdota de que estuve hablando conPaco de Lucía, que ganó el Príncipe de Asturias de las Artes.
¿De qué cuestión está más orgulloso de su etapa en la Presidencia de los Amigos del Camino de Santiago?
De la biblioteca jacobea, que además me va a permitir una continuidad en la asociación. Con ella, no me voy del todo. La razón es que no hay más biblioteca del Camino. Hay libros jacobeos en bibliotecas, pero no hay más salas específicamente de la ruta jacobea. Empecé teniendo una pequeña biblioteca y ahora tenemos 6.000 libros del itinerario jacobeo. Además, ha servido para que muchos chavales hayan podido estudiar cuestiones sobre el Camino de Santiago.
Fue en dos ocasiones presidente de la Federación Nacional. ¿Qué guarda en la memoria de este cargo que ocupó en dos etapas, una entre 1987 y 2000 y otra entre 2007 y 2010 ?
De todo lo que hicimos empezando de cero, como la primera credencial o la primera revista Peregrino, que también llegué a dirigir. No había nada, insisto. Por ello, lo teníamos bien fácil. Con poner las bases de lo que nosotros pensábamos que debía ser el Camino de Santiago y dar al peregrino lo que necesitaba nos valió.
Cambiamos hacia un aspecto más general para hablar de uno de los momentos más destacados de la historia del Camino, el Año Jacobeo 1993
El Año Jacobeo 1993 no fue el más numeroso, pero sí que representó un gran cambio gracias a la Xunta de Galicia, que se lo tomó en serio y lo potenció mucho porque era ir a esta región. Institucionalmente, en relación con el Camino, la Xunta lo era todo, como lo era al principio Navarra, aunque después bajó mucho. Los primeros libros de la ruta jacobea eran navarros, ya que se vendió como la primera comunidad del Camino.
¿Y qué supuso el Año Santo Compostelano 1999?
La consolidación del éxito. Aquel año nosotros nos lo tomamos muy en serio. También surgió la picaresca de que todo el mundo pasase por delante de su casa. Recuerdo a las Monjas Clarisas de Carrión de los Condes y al párroco de la iglesia de Santa María de la localidad, José Mariscal, llevando las flechas a cada uno de sus albergues. Era la guerra de las flechas, no tanto por el interés económico sino por tener peregrinos.
¿Cómo ha cambiado el Camino en todo este tiempo?
Gracias a las empresas de recogida de mochilas, ahora hay muchos peregrinos que no la llevan. Recuerdo que en el pasado eran mucho más pesadas que en la actualidad y llevaban hasta botiquín. También ha perdido espiritualidad y fe con el paso de los años, aunque siempre existía una falsa espiritualidad, puesto que antes la catedral solo daba la Compostela si se recorría por este motivo. Luego levantaron mucho la mano.
¿Y en todo lo relacionado con las infraestructuras?
Ha mejorado todo. Al principio , en los años 60, iban al ayuntamiento porque no había infraestructuras de ningún tipo.No había nada. Me acuerdo de que enFrómista acogían a los peregrinos en la cuadra donde antes guardaban a los burros. En la década de los 80 empezaron a abrirse algunos albergues y ahora hay en todos los sitios.También han cambiado para bien las zonas de paso. Una de las últimas obras fue la creación de un camino paralelo a la carretera de Carrión a Villotilla. Sacar a los caminantes de las carreteras era una misión que considerábamos importante. Ahora en Palencia podemos decir que los peregrinos no pisan alquitrán prácticamente en ningún lado. Antes había kilómetros y kilómetros.
¿Qué ha aportado el Camino de Santiago a la provincia?
Que la ruta no pase por la ciudad de Palencia ha sido un beneficio para los pueblos, ya que en ellos se ha producido un cierto desarrollo comercial. El hombre no vive solo de peregrinos, pero estos acaban dejando un dinero en restaurantes y bares. Además, como hay muchos peregrinos extranjeros, estos han dado una difusión internacional a la zona.
¿A qué retos se tiene que enfrentar la ruta jacobea en el futuro?
Creo que el Camino de Santiago ha llegado a su máximo esplendor y al aparecer más itinerarios el mercado se ha repartido. El Camino Portugués, por ejemplo, se puede hacer en diez días y no en un mes como el Francés y eso se nota mucho aquí.
¿Y en el caso de la provincia?
La geografía es la que es y no se puede cambiar. Nuestra preocupación era hacer pequeños bosquetes en la ruta para que recorrer la provincia desde Puente Fitero hasta SanNicolás del Real Camino no fuera tan duro.
Otro reto es conseguir que el peregrino vea muchos lugares de interés cultural de la provincia durante sus etapas palentinas. Por ejemplo, que no pasen por Villalcázar de Sirga sin entrar por la iglesia de Santa María la Blanca. Es un gran desafío y realmente merece la pena. Bajar al monasterio de SanZoilo enCarrión les cuesta muchísimo a los peregrinos. En cambio, los monumentos de Frómista, que están en el centro, sí que van a verlos.
Para terminar, después de dejar la presidencia, ¿tiene aún objetivos jacobeos por cumplir?
Quiero estar tranquilo y me conformo con la biblioteca jacobea, que lleva mi nombre y estoy muy agradecido por ello. Gastaré el tiempo en mantener el espíritu del Camino, que no se me olvidará nunca, en impartir algunas conferencias y en cosas que quiera hacer, que puede ser (por poner un ejemplo) ir a Zamora a una reunión de centros de iniciativas turísticas (CIT) y de asociaciones del Camino de Santiago o empezar a leer de nuevo, que últimamente no leo. Y hacerlo sin ninguna prisa. Eso sí, siempre pensando en la ruta jacobea, que me embulló.
Ha explicado que recorrió el Camino de Santiago encinco ocasiones. ¿Habrá más?
Me gustaría volver a hacer el Camino, pero no puedo. Y eso lo lamento muchísimo. Ahora camino con un bastón y me detectaron principio de párkinson.