«Hace 30 años se cultivaban 200.000 hectáreas, y ahora 60.000»

Pablo Torres
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El exconsejero de Agricultura y Ganadería José Valín será el encargado de pronunciar mañana el pregón de la Feria y Exaltación de la Patata en Herrera de Pisuerga, en una jornada que tendrá como protagonista al cultivo en la zona de Boedo-Ojeda

«Hace 30 años se cultivaban 200.000 hectáreas, y ahora 60.000» - Foto: Alberto Rodrigo

José Valín ocupó la Consejería de Agricultura yGanadería de la Junta de Castilla y León entre 1996 y 2007. Natural de la localidad de Villalón de Campos, en Valladolid, fue también senador designado por las Cortes regionales entre 2007 y 2011, y presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero.

Es pregonero en la Feria y Exaltación de la Patata de Herrera de Pisuerga. ¿Cómo de importante considera a este tipo de eventos en cuanto a la promoción de los productos locales?
En general, los productos alimentarios, como son un producto de consumo social, necesitan de una promoción. La feria de la patata de la zona de Boedo-Ojeada cumple claramente con ese objetivo, siendo además un producto que se cultiva en la región desde hace tiempos bastante antiguos.

¿Cree que la patata de Boedo-Ojeda se potencia lo suficiente?
Entiendo que sí. La feria, poco a poco, va cogiendo su renombre. Por otra parte, hay que tener en cuenta la necesidad de promoción de la patata, puesto que, a lo largo de los últimos 30 años, se ha reducido bastante la superficie cultivada. En España se cultivaban alrededor de 200.000 hectáreas de patata y, en la actualidad, se han reducido hasta las 60.000. 

A partir de esa situación, la patata se ha visto afectada por una reducción de los precios a la baja y es necesario promocionarla. Afortunadamente, en los últimos tres años se ha ido recuperando poco a poco la producción.  

¿A qué atribuye este descenso en el cultivo del tubérculo?
Han sido varios los factores. En Europa, el descenso de estos cultivos se ha producido de forma generalizada. En Asia, por el contrario, ha aumentado.

 Otro factor importante es que la patata no recibe ayudas de la PAC, como sí lo hacen otros cultivos competidores tales como el maíz o el cereal. También existe la competencia del producto europeo que se importa en España en unas cantidades notables, algo que supone una inversión de aproximadamente 100 millones de euros al año. 

A todo ello hay que sumarle el incremento en los costes de producción, como la subida de precios en los abonos, la energía eléctrica, etc. 

¿Valora positivamente el papel de las administraciones en cuanto a la puesta en valor de los productos locales?
Todas las actividades que converjan en la promoción, no solo por parte de las administraciones, tienen que ser importantes para potenciar al propio sector. Y más en la patata, que es un producto muy popular. Partiendo de esa premisa, la feria de Herrera es de mucho interés.

¿Cree que los productos nacionales tienen capacidad para competir con los importados?
Aquellos territorios que la cultivan en secano, como Francia o Países Bajos, se permiten la venta a precios más bajos. Esta competencia ha dañado los precios en España. Esta situación ha afectado negativamente al agricultor.

Como exconsejero de Agricultura y Ganadería de la Junta, ¿qué acciones ve actualmente más necesarias en la comunidad?
En Castilla y León no se trata tanto de la actuación de la administración, sino de potenciar la capacidad de emprendimiento de los castellanos y leoneses, en este y en otro tipo de cultivos. 

Se deben llevar a cabo proyectos de industrialización y acciones de comercialización, pero que no deben emanar exclusivamente de las administraciones. Es más importante una concienciación de la necesidad de emprendimiento por parte de nosotros, los ciudadanos.

¿Por qué cree que en Castilla y León no existe este sentimiento de emprendimiento?
La cultura general de nuestras gentes, en las que me incluyo, ha sido una cultura poco orientada a emprender. La juventud, en general, aspira a trabajar para empresas importantes o en la administración pública y no hacia el emprendimiento individual y la asunción de los riesgos que eso conlleva. Creo que es importantísimo fomentar una cultura emprendedora, algo que no está muy presente en nuestras tierras. 

¿Cree que las políticas actuales adoptadas en el campo de la agricultura se ajustan a las necesidades reales de los agricultores?
Entiendo que la actuación de la administración pública en materia agraria ha estado bien orientada, sin prejuicio de que no pueda mejorarse. Sobre todo, desde que se puso en marcha la PAC, la actividad agraria ha sido apoyada por las administraciones y se han destinado a la agricultura notables recursos. Aun así, no hay que quitar el ojo a los problemas que vayan surgiendo, como, por ejemplo, la enfermedad hemorrágica epizoótica de las vacas. 

Eso no quiere decir que no se pueda hacer más. Hay que tener en cuenta que la propia mejora de la actividad agraria ha conllevado una reducción del personal en el sector. En materia de producción de cereales, algo importante en la comunidad, la reducción de personal propiciada por la mecanización desde los años 50 hasta la actualidad ha sido de diez a uno. Sin embargo, la producción se ha multiplicado por cuatro. Es decir, si hablamos de cereales, se produce cuatro veces más con la décima parte de personal. 

¿Apostaría por una mayor flexibilización de las políticas agrícolas?
Es probable que esa sea una de las cuestiones. Es un tema que exige tocarlo con mucho detalle. Algunas actuaciones deben ser matizadas en base a los problemas medioambientales, algo que preocupa a buena parte de la sociedad.  

Uno de los problemas importantes de cara al futuro es ver cómo se enfrenta la agricultura a la problemática del cambio climático.