La princesa Leonor dirá adiós a Zaragoza este miércoles después de diez meses y medio en la Academia General Militar (AGM) de Zaragoza, en su primer curso de formación castrense, y lo hará con el despacho de alférez que le entregará Felipe VI.
Será una estampa que reeditará la que el entonces príncipe Felipe protagonizó hace 38 años, cuando recibió el diploma de manos de su padre, Juan Carlos I, al término de su paso por la capital aragonesa.
La dama cadete Borbón Ortiz completa así su adiestramiento en el Ejército de Tierra y a finales de agosto ingresará en la Academia de la Armada de Marín (Pontevedra) como alférez de fragata para proseguir su segundo año de formación, al que seguirá un tercero en la del Aire de San Javier (Murcia).
Como ella mismo dijo el pasado 21 de mayo, cuando recibió el homenaje de las instituciones de Aragón, se marcha como «una maña más» por el apego que ha sentido hacia Zaragoza en estos meses.
«Estoy muy agradecida por lo que he vivido aquí durante este tiempo, por todo lo que me ha dado esta ciudad (…) Supera con creces lo que pensaba hace diez meses», confesó en su discurso tras recibir las Medallas de Aragón y de las Cortes y el título de Hija Adoptiva de Zaragoza.
La estancia en la capital aragonesa ha coincidido en un curso de especial relevancia en su trayectoria institucional. A su ingreso en al AGM el 17 de agosto, cuando se la vio portando una maleta en compañía de sus padres, se unió su mayoría de edad el 31 de octubre, con la jura de la Constitución en el Congreso.
Este acto de especial simbolismo, al representar la continuidad de la Corona, y sus apariciones con el uniforme de militar han supuesto un punto de inflexión en su puesta en escena ante la ciudadanía. «El conocimiento de la sociedad española sobre Leonor subió exponencialmente y se descubrió que había una princesa», señalan fuentes del Palacio de la Zarzuela para describir el impacto que ha tenido la irrupción de la primogénita de los Reyes en los últimos meses.
De su paso por Zaragoza, la princesa deja un álbum de fotos que incluye sus primeras imágenes con el uniforme, la jura de bandera ante los reyes, su estreno desfilando por la avenida principal de la academia o la ofrenda a la Virgen del Pilar.
También dejó instantáneas en las maniobras, con la cara pintada, portando un fusil o arrastrándose por el suelo. Como cualquier otro cadete, ha hecho vida fuera de la academia en sus ratos de ocio con otros compañeros por el centro de la ciudad, como cuando se la vio en un conocido bar de la zona universitaria o en su celebración de cumpleaños en una hamburguesería.
Desde la Zarzuela, subrayaron que la princesa siempre se ha sentido «una más» en su formación como dama cadete y que a pesar de la dureza de los estudios y la instrucción militar, se muestra muy satisfecha de la experiencia.
Dos años más
A la nueva dama alférez cadete le quedan aún dos años de formación militar antes de enrolarse en la Universidad. A finales de agosto, ingresará en Marín, aunque como ocurrió con Zaragoza, irá por primera vez el 16 de julio cuando acompañe a su padre en la entrega de despachos a los que nuevos oficiales. Su etapa como guardiamarina se completará a partir del próximo mes de enero con su formación en el buque escuela Juan Sebastián Elcano. En el curso 2025/26, cerrará su instrucción en la Academia del Aire de San Javier (Murcia) y al finalizar el siguiente, encabezará la promoción con rango de teniente de Tierra y Aire y de alférez de navío.