Diario Palentino ha pulsado el sentir de algunos colectivos para conocer su punto de vista. Entre los que están en contra de la obligatoriedad del uso de casco en la ciudad pueden encontrar desde uauarios a vendedores de estos vehículos de dos ruedas o entrenadores de ciclismo. Santiago Lanza, de la Escuela de Ciclismo Caja España-Duero, deja claro que no es contrario al uso del casco en las ciudades, «solo a su obligatoriedad». «Encima de que en España y en Palencia tenemos poca cultura para uso de la bicicleta, si se hace obligatorio llevar el casco, esa escasa cultura se resentirá mucho más».
Gonzalo San José, de Bicicletas San José, afirma que «la incomodidad del casco» es manifiesta en la ciudad donde «las bicicletas no alcanzan velocidades más allá de los 20 km/h». «Es un engorro», sentencia. «Imagínate la gente que va a hacer los recados. Ponte el casco, quítate el casco, vuélvetelo a poner... Va a ser un lío».
A su juicio «debemos mirar a lo que hacen en el Norte de Europa, dónde no es obligatorio el uso del casco en las ciudades».
Y es que como afirma la Plataforma nacional creada en contra de la obligación, «el uso del casco ciclista es un debate superado en el resto de países europeos (Holanda, Dinamarca, Alemania...) que son ya un referente del uso la bicicleta. En Australia y Nueva Zelanda, países donde sí llegó a ser obligatorio, la implantación del casco hizo caer el uso de la bicicleta y no aportó mejoras significativas en la seguridad de los ciclistas».
Así lo entiende el colectivo Pata de Cabra, muy activo en cuanto a la potenciación del uso de la bicicleta en la capital palentina. Según Millán Ibáñez, miembro de este grupo de usuarios asiduos de la bicicleta, «esta obligación retraerá a la gente a coger la bicicleta en Palencia cuyo número estaba creciendo. No estamos en contra del uso del casco, pero sí de su obligatoriedad», porque, afirma, «hay ejemplos en otros países que nos hacen ver que ese uso del casco ha mermado el número de personas que usaba la bici».
Para este colectivo, «sería más interesante y más productivo, una campaña de concienciación para los tres colectivos implicados: conductores, ciclistas y peatones. Tenemos mucho que aprender todos: los conductores a respetar a los ciclistas y los ciclistas a los peatones».
Algo parecido piensa Lanza, para quien la «educación vial debía estar presente durante toda la formación de los niños. Algo que ahora apenas se hace en los colegios como asignatura». A su juicio, esto ayudaría a que se incrementara el uso y disfrute de las bicicletas, porque habría más respeto.
Sobre la propuesta de bajar la velocidad en determinadas calles, Ibáñez y Lanza coinciden. «Sería interesante. Así, en el caso de que un coche te embista, las consecuencias no serían tan graves que si fuera a 50. En Palencia apenas hay calles en las que puedan pasar una bicicleta y un coche,y una velocidad menor haría menos vulnerables a los ciclistas», opina Ibáñez. «Será algo positivo, sin duda, porque dará seguridad a los ciclistas», concluye Santiago Lanza.
A FAVOR
Uno de los grupos de ciclistas más activo de la ciudad es Los del Pabellón, que cada sábado queda en estas instalaciones para iniciar rutas por la provincia. Manuel Álvarez es uno de los representantes de este colectivo que afirma que «el 95% de nosotros estamos a favor del casco en la ciudad». Sin embargo, también hay dentro de este colectivo algunos que lo matizan, como Alfonso Santamaría, cronista del grupo. «El desplazamiento en bicicleta convencional o de paseo por la ciudad a una velocidad adecuada no requiere, en mi opinión, uso de casco porque no representa ningún peligro para sus usuarios». En cambio, para los usuarios de la bici de carretera, sí cree que sería beneficioso en ciudad «por la posición del ciclista».
Manuel Álvarez, admite que «el casco es tan útil en la ciudad como en la carretera». Una caída tonta, «incluso éstas de estar parado en un semáforo, y la cabeza siempre se lleva la peor parte, porque en la ciudad no hay más que obstáculos: farolas, bordillos, bolardosy otros vehículos».
«Es algo que no tendría que tener que llegar a ser obligatorio. Es que tendría que salir de cabeza», explica Vicente Gil, presidente del MTB de Guardo, para quien la obligación es un paso para acabar con «los cómodos o los perezosos» a la hora de colocarse el casco en los núcleos urbanos.
Del mismo parecer es Manuel Romero, de Deportes Manolo, que entiende que la medida es más que beneficiosa. «Todo lo que sea seguridad es bueno y está claramente demostrado que el uso del casco evita muchas lesiones». Romero señala que «si en la carretera es obligatorio, no veo por qué no debe serlo en la ciudad, cuando muchas veces son peores las caídas en parado que en velocidad, en la que te llevas más el arrastrón. En la ciudad tienes un montón de elementos con los que chocar».
Igualmente, Santiago Amor, presidente de la Unión Ciclista Palencia, posiciona a su colectivo del lado de la obligatoriedad del uso en la ciudad y pone como ejemplo la evolución del parque móvil. «Hace 20 años, cuando no había tanta circulación, podría entenderse que no fuera obligatorio. Pero ahora, que hay una marea de coches en las ciudades, es una medida más de seguridad para proteger a los ciclistas»
Álvarez hace hincapié en que en este tipo de accidentes es donde el casco, a su juicio, tendría una gran incidencia, porque «evitaría esos golpes». Eso sí, reconoce que «un gran golpe no te lo salva ningún casco, pero tampoco en una moto». En cualquier caso, como manifiestas Santiago Amor, aunque hay inconvenientes, «los beneficios son mucho mayores. Es mejor ir con calor o despeinados que no llevar cabeza». Porque, como afirma Gil, «en la ciudad tienes más posibilidades de recibir golpes de otros vehículos, por fallos o despistes». De lo que se muestra seguro Manuel Romero es de que en unos años, si la medida se lleva a efecto, será lo más normal del mundo. «Lo vemos en los niños, que desde pequeños llevan casco luego, cada vez que cogen la bici, te lo piden». «Creo que entrará en vigor pronto».
Sin embargo, hay una parte en la que tanto los que están a favor del casco como los que se muestran en contra coinciden: además de obligar a los ciclistas a usar el casco se debería concienciar a los conductores de la fragilidad de los ciclistas.
¿Y el servicio de préstamo?
No hay duda de que el servicio de préstamo de bicicletas de la ciudad, maltrecho de por sí, se verá afectado si finalmente se aprueba la obligación de usar el casco en las bicis. Hay Ayuntamientos que ya se han manifestado en contra de esta medida. Los que se han retratado han sido los Consistorios de localidades muy vinculadas al uso de las bicicletas, como Alicante, Madrid, San Sebastián, Sevilla, Valladolid o Valencia. Según el concejal de Medio Ambiente de Palencia, Santiago Vázquez, el Ayuntamiento está siguiendo el tema de cerca. «Si se aprueba, adaptaremos nuestra Ordenanza». Pero, por el momento, habrá que estar a la espera de lo que decide el Congreso de los Diputados.