El Ayuntamiento quiere dar un buen impulso a nivel nacional la Semana Santa de la capital, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional, y, para ello, trabaja estos días en la firma de un convenio con RTVE por el que la cadena pública retransmitiría en directo dos procesiones, la del Jueves y Viernes Santo, y la vigilia y oficios en la catedral durante el Sábado Santo.
En concreto, según ha podido confirmar Diario Palentino, las procesiones que se daría en directo la cadena pública serían las de La Oración del Huerto y El Santo Entierro, y llegarían a todos los hogares españoles a través de un programa especial que emitiría La 2 y de la página web de RTVE (www.rtve.es), e, incluso, fuera de España, a través del Canal Internacional.
Esta es, grosso modo, la propuesa que ayer por la tarde expuso la alcaldesa, Miriam Andrés, y el concejal de Turismo, Cultura y Fiestas, Francisco Fernández, a representantes de las dos cofradías organizadoras de esas procesiones, la Vera Cruz y el Santo Sepulcro, respectivamente; de la Hermandad de Cofradías y al deán de la catedral, Dionisio Antolín.
El Ayuntamiento está dispuesto a correr con los gastos del convenio con RTVE, unos 50.000 euros, dado que supondrá una importante promoción turística para la capital ya que además de las imágenes de las procesiones se insertarían otras muchas de distintos espacios de la ciudad, pero solo será posible firmarlo si las cofradías aceptan introducir algunos cambios tanto en los recorridos como en los horarios de esas procesiones.
votación. Según han explicado fuentes municipales a este periódico, RTVE necesita concentrar el grueso de la retransmisión en un tramo común a ambas procesiones ya que moverá una gran cantidad de equipo y profesionales de imagen y sonido. Además, hay que hacer coincidir los recorridos de los dos desfiles procesionales en ese punto a las mismas horas.
Esto obliga a cambiar recorridos y horarios y, lógicamente, deben ser los cabildos o juntas directivas de las cofradías, así como el obispo y el cabildo de la catedral, los que den el visto bueno a estos cambios. En principio, tras la reunión de ayer, el Ayuntamiento ve «buena predisposición» pero reconocen que la decisión de llevar a cabo esta promoción de la Pasión palentina de 2023 «está en sus manos».
Cabe recordar que en la procesión de La Oración del Huerto, que tiene lugar el Jueves Santo por la tarde, participan los once los pasos propiedad de la Vera Cruz: el Lavatorio y la Sagrada Cena del Señor (de Melchor y Víctor Ramsés Gutiérrez, 2002); La Oración en el Huerto (anónima, 1672), Las lágrimas de San Pedro (de autor desconocido, de 1918); Jesús atado a la columna y la Coronación de Espinas (anónimas del siglo XVII); el Santísimo Cristo del Perdón; San Juan (Melchor Gutiérrez, 2006); Yacente (anónimo del siglo XV), Nuestra Señora de la Vera Cruz, y el paso que cierra la procesión: la Santa Vera Cruz-Lignum Crucis (de Gregorio de la Portilla, Sierra y Francisco Fernández, 1729).
De ella se conservan referencias desde inicios del siglo XVI, entonces bajo el nombre del Jueves de la Cena, por lo que tiene el honor de ser «casi con toda seguridad» la más antigua de las procesiones penitenciales de la ciudad, y es que, al menos desde 1524, se ha celebrado ininterrumpidamente», según señalan desde la cofradía.
Por su parte, el Viernes Santo, la procesión del Santo Entierro tiene como preludio la escenificación de la función del Descendimiento en la plaza de la Inmaculada. Organizada por la cofradía del Santo Sepulcro, desde allí parte el desfile procesional con la participación de nueve pasos basados en la muerte de Jesús en el monte Gólgota y en los momentos acaecidos después hasta que su cuerpo, ya sin vida, es colocado en el Sepulcro.
Así, desfilan imágenes que muestran a Jesús en la cruz, como el Santísimo Cristo del Perdón, el Santísimo Cristo de la Misericordia, el Calvario del Señor, Nuestro Padre Jesús Crucificado y el Descendimiento de Jesús. En este cortejo cobra especial importancia la figura de María en los pasos de la Santísima Virgen de la Piedad, que, con la mirada alzada al cielo, sujeta entre sus brazos el cuerpo inerte de su Hijo; Nuestra Señora de la Soledad, donde la Madre está vestida completamente de luto para mostrar su sufrimiento; y la Virgen de los Siete Dolores, en la que el corazón de María aparece atravesado por siete cuchillos como símbolo de su padecimiento como madre. Todos ellos junto al Santo Sepulcro, de gran realismo y crudeza.