Una festividad de Nuestra Señora de Carejas en Paredes de Nava que pasará a los anales de la historia tanto de la villa como de la cofradía de esta advocación, y es que ayer 27 mujeres, las primeras en ingresar desde 1565, fecha junto a l a que aparece el nombre de Gerardo Santiago, recibieron la medalla y la vara propias de la condición de cofrades. Una de ellas, cuyo nombre se conocerá hoy, ostentará la responsabilidad en calidad de mayordoma de organizar la festividad de la Virgen de Carejas del septiembre de 2026.
«Empieza una nueva etapa, que no va a ser distinta, ni mejor ni peor. Estamos encantadas y en predisposición absoluta a colaborar por un fin, que es que Nuestra Señora esté lo mejor atendida posible», señaló Natividad Melendre, una de las nuevas cofrades, a los asistentes congregados en torno a la patrona de la localidad. Fue, asimismo, la encargada de trasladar el agradecimiento de la cofradía a todas aquellas personas y entidades que, de una u otra manera, colaboran para que la ermita de la Virgen de Carejas, ubicada en un espléndido paraje, «luzca tan bella y se mantenga a lo largo del año». También fue quien hizo público el reconocimiento de la labor de los hermanos que citó y a los profesionales que se encargan de trabajos de mantenimiento.
Otro de los momentos especiales antes del inicio de la misa fue el dedicado a los cofrades que llevan 25 años (siete) y medio siglo (uno), a quienes se entregó una placa. Es el caso de Jaime Villagrá (50).
«Estamos encantados» con la admisión de mujeres, una decisión adoptada en un cabildo extraordinario hace un año, señaló el secretario de la cofradía, Francisco Peña (en 2026 cumplirá 50 de cofrade), que explicó que «existe lista de espera para el ingreso».
La jornada festiva en honor a Nuestra Señora de Carejas comenzó a las 6,30 horas, con el rosario de la aurora, que salió desde la iglesia de Santa María y finalizó con la degustación de un chocolate con churros. A partir de media mañana comenzó el acto central, con misa amenizada por el coro parroquial. Emotiva fue también la presentación de los niños a ante la patrona y su paso bajo el manto protector, que se repitió en 16 ocasiones, tantas como menores. Coincidiendo con la festividad se pudo visitar una feria de alimentos y se celebró un campeonato de tiro al plato. Un concierto tributo a Camela puso el broche al día.