La sensibilización de los conductores palentinos con el medio ambiente y la movilidad sostenible se ve reflejada en las cifras del parque móvil de vehículos, las cuales evidencian el progresivo aumento de ciclomotores con un distintivo medioambiental en las carreteras de la provincia.
De acuerdo con los datos facilitados por la Dirección General de Tráfico (DGT), el número de turismos con un distintivo medioambiental matriculados en Palencia ha aumentado en casi 13.000 durante el último lustro, pasando de los 48.526 registrados en 2018 a los 61.498 de 2023.
Estos datos hacen referencia a los turismos que presentan alguna de las cuatro etiquetas que comprende la DGT, a saber, la de Cero Emisiones, de color azul, que distingue a los vehículos más eficientes; la Eco, de color verde y azul, otorgada en su mayoría a coches híbridos o de gas que presentan una menor contaminación que los convencionales; la C, de color verde, destinada a vehículos de combustión que cumplen con las últimas especificaciones de la normativa europea sobre emisiones; y la B, de color amarillo, que distingue a los turismos de combustión que, si bien no están al día con las últimas especificaciones estipuladas, sí cumplen con las antiguas.
De forma desgranada, la provincia cuenta, de acuerdo con los últimos datos del parque de vehículos, con 403 turismos con la distinción de Cero Emisiones, 2.671 con la etiqueta Eco, 26.414 con la C y 32.010 con la B. Por el contrario, 33.974 turismos no poseen ninguna de estos distintivos. Esto significa que más de seis de cada diez coches matriculados en Palencia posee alguno de los cuatro distintivos.
Estas cifras contrastan con las publicadas hace cinco años, cuando el parque móvil de Palencia registraba solamente 22 coches Cero Emisiones (381 menos que en 2023), 459 Eco (-2.212), 16.539 con etiqueta C (-9.875) y 31.506 con la B (-504). Del mismo modo, había 38.879 turismos sin ningún tipo de distinción medioambiental, casi 5.000 más que en la actualidad.
Respecto al crecimiento interanual, los turismos con alguna de las etiquetas de la DGT creció en un tres por ciento en comparación con 2022, cuando el total de estos vehículos ascendía a 59.747.
ZBE. El Ayuntamiento «ultima» los últimos informes para la nueva ordenanza que regulará la zona de bajas emisiones (ZBE) de la capital, que el equipo de Gobierno espera aprobar entre los meses de «octubre y noviembre», según adelantó el concejal de Urbanismo, Álvaro Bilbao. «Empezaremos durante las próximas semanas una conversación con el resto de grupos, que ya comenzó en verano, para concluir y aprobar esta ordenanza», añadió.
Recientemente, se ha conocido el fallo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid sobre la anulación de las tres zonas de bajas emisiones de la capital nacional. Esta decisión, propiciada tras un recurso presentado por el grupo municipal de Vox, vino sustentada, entre otras cuestiones, por la «insuficiencia del informe de impacto económico» de la ordenanza madrileña, tal y como constaba en una resolución a la que tuvo acceso Europa Press.
En este sentido, Bilbao quiso mandar un mensaje tranquilizador, pues el estudio del que al parecer carecía Madrid «consta en la nueva ordenanza» de Palencia, así como «todos los necesarios» para materializar la nueva normativa.
Cabe resaltar que la aprobación de la ordenanza debe efectuarse antes de que finalice el año, ya que así lo exigen la Unión Europea y el Gobierno de España a todos los ayuntamientos de más de 50.000 habitantes para beneficiarse de los fondos europeos Next Generation del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia vinculados a la movilidad urbana.
Sin embargo, esto no significa que este 2024 vaya a estar ya operativa la ZBE, pues tras la aprobación de la ordenanza es necesaria la implantación del sistema de control de accesos, señalización y gestión del espacio. Este contrato, de 1.724.931 euros, fue adjudicado a la empresa Kapsch TrafficCom Transportation.
Además, se espera que los primeros meses de funcionamiento sean un período de adaptación para los conductores palentinos, por lo que la completa implementación de la ZBE no se espera, previsiblemente, hasta entrado el 2026.
En cuanto a las restricciones, la ordenanza fijará los criterios y especificaciones que deben seguir los vehículos a los que se les permita entrar en la zona, si bien parece que durante las primeras fases no habrá apenas limitaciones de ningún tipo, como constaba en el borrador de la normativa sobre el que comenzó a trabajar el Ayuntamiento en el primer trimestre del año.
Sin embargo, con el paso del tiempo, las restricciones a la circulación se irán acentuando, pues así lo requieren la UE y el Gobierno en aras de reducir la intensidad del tráfico y, por consiguiente, facilitar una movilidad más sostenible que mejore la calidad del aire y reduzca la contaminación acústica.
Recordar que la implantación de la ZBE en la capital comprende otras actuaciones, amén de la instalación del sistema de control de accesos: la reurbanización de Mayor Antigua (ya finalizada en todas sus fases licitadas), la red de aparcamientos seguros de bicicletas y la semipeatonalización de las calles Burgos, Don Sancho, La Cestilla, Menéndez Pelayo, Antonio Maura e Isabel la Católica.
Respecto a esta última actuación, el edil de Urbanismo avanzó que mañana, si no hay ningún imprevisto, se«acabará de meter el nuevo colector de agua» en Don Sancho. A continuación, comenzará la semipeatonalización en calle Burgos, prosiguiendo por DonSancho yla Cestilla hasta Isabel La Católica. Se prevé que la obra finalice en diciembre.