Una Reina querida por los aguilarenses

DP
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Un amplio programa de actividades, como concursos, campeonatos y música variada, para festejar a la Virgen de Llano

Una Reina querida por los aguilarenses - Foto: Medina Sonia

Es la reina de todos los aguilarenses, y también para muchos vecinos de la comarca. Se trata de la  Virgen de Llano, que ayer se festejó de la mano de su cofradía, una de las más antiguas de España con más de siete siglos de antigüedad.

Así, en el pinar Virgen de Llano se celebró la misa de campaña, oficiada por los tres sacerdotes de la parroquia y cantada por el coro parroquial, que reunió a cientos de feligreses.

La Virgen de Llano, como es tradición, regresó a su ermita durante la procesión de las Antorchas, que tuvo lugar el sábado. La banda municipal acompañó este acto de subida que también fue secundado por un importante número de personas. Señalar, por otra parte, que ayer se puso fin al novenario.

Una Reina querida por los aguilarensesUna Reina querida por los aguilarenses - Foto: Medina SoniaAdemás de la misa, el programa de este día grande incluyó la celebración de la novena edición del   concurso de dibujo infantil y juvenil Abundio Calderón y campeonato de tuta, bailes y música, hinchables para los más pequeños, el Santo Rosario y la procesión por el pinar en la tarde, cerrando la celebración con la habitual merienda popular y más música en la plaza de la ermita a cargo del grupo Malas Compañías (tributo al pop español de los años 70, 80 y 90).

La talla original de la Virgen de Llano se esculpió entre los siglos XII y XIII. Es una obra del Románico tardío, sería más propio catalogarla como proto-gótica, como puede apreciarse por el rostro amable tanto de la Virgen como del Niño, en contraposición con el hieratismo propio de las imágenes románicas. Está realizada en madera de nogal y representa una Virgen sedente, con el Niño sentado sobre su pierna izquierda, ambos dando cara al público. 

La ermita primitiva se encontraba en los terrenos hoy ocupados por el pantano por lo que fue inevitable el traslado y construcción de la actual, cuyas bodas de oro se conmemoraron en 2011. A partir del traslado a la nueva ermita se celebra todos los años el domingo de septiembre más próximo al citado día 8.   En el año 1986, para celebrar las bodas de plata de la nueva ermita, la cofradía optó por traer la imagen a la parroquia el sábado de la semana anterior para hacerla una novena y retornarla en la anochecida de la víspera de la fiesta, en la bella procesión de las antorchas. La participación de los devotos de la Virgen fue masiva, lo que animó a la cofradía a repetirlo.