El venteño Alberto Otero Pablos, como todo estudiante de Periodismo que se precie, decidió buscar una empresa para cursar sus prácticas veraniegas y foguearse en un campo en el que estaba dando sus primeros pasos. Pensó que Palencia era una buena ciudad para ello y en un mapa marcó los medios de comunicación que existían a principios del sigloXXI para ir de uno a otro ofreciéndose como becario. Cuando llegó a Diario Palentino, el redactor jefe, Jorge Cancho, se entrevistó con él y, unos días más tarde, le llamó por teléfono y le invitó a formarse en el decano de la prensa provincial.
Finalmente, pasó en la redacción del 54 de la calle Mayor Principal los veranos de 2004 y 2005, en los que escribió, entre otros artículos, una entrevista al coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, y una noticia sobre la primera boda homosexual de la provincia, un acontecimiento que atrajo a numerosos medios «y fue muy sonado, pero afortunadamente a día de hoy se ha normalizado completamente». «En su momento me pareció algo muy significativo y un lujo estar presente cubriéndolo», añade.
Respecto a su día a día en las prácticas, asegura que «estaba encantado».«Iba todos los días a trabajar desde Venta de Baños», comenta el periodista, quien guarda un gran recuerdo de su paisano LuisRivas, que, por desgracia, nos dejó en 2022. «Me ubicaron en la sección de Provincia y fue mi primer jefe. Cuando me enteré de su fallecimiento me quedé helado. Aprendí mucho de él: a estar pendiente de los boletines oficiales, a seguir las noticias, a ser riguroso, a preguntar, repreguntar y volver a repreguntar si era necesario y a ser preciso escribiendo. Era un profesional como la copa de un pino y, sobre todo, un gran tipo al que tengo mucho que agradecerle», detalla Otero, quien todavía conserva en su memoria las reuniones de redacción o los momentos en los que la redactora jefe,Carmen Centeno, «revisaba un artículo con el bolígrafo rojo». «Era exigente con el estilo, con el contenido y con que fuésemos rigurosos. Te hacía ver que eras responsable de un trabajo importante que había que sacar día a día con profesionalidad. Esa autoexigencia me la llevé para el resto de proyectos que emprendí después», añade.
En este punto, también recuerda la buena relación que mantuvo con los fotógrafos, con los que compartió muchas horas de coche por las carreteras de la provincia. «Tenían bastante paciencia y nos ayudaban mucho, dándonos consejos que venían muy bien», señala. Tampoco se olvida del resto de estudiantes en prácticas con los que compartió veranos detrás de la noticia. «Nos llevábamos muy bien, había un gran ambiente», detalla el venteño, que estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
Por otro lado, destacó que en su paso por DP «pude ver de primera mano todas las facetas y dimensiones de la prensa, desde la tarea periodística hasta la corrección, la fotografía o la publicidad». Además, destaca que aprendió bastantes conceptos de diseño gráfico gracias a los compañeros de maquetación. «Estos conocimientos me ayudaron a desenvolverme y a progresar en trabajos posteriores», comenta Otero, que escribió, como otros becarios de su generación, alguna columna de opinión. «Me consta que alguna vez llamaron al periódico para pedir explicaciones o quejarse por el contenido de alguna de ellas y que el director en su momento le trasladó que era una columna de opinión y era lo que había», rememora.
A los jóvenes que están formándose en las facultades, les recomienda cursar prácticas, pero, sobre todo, «que expriman la experiencia, que aprendan, pregunten y que se atrevan a hacer cosas». En el caso concreto del Diario, comenta a los estudiantes que «se interesen por todo lo que pasa en el periódico y fuera de él» y que «aprovechen para aprender del equipo del periódico». «Hay gente con una trayectoria y una experiencia muy grande en la redacción, como Alberto Abascal o Carlos Hugo Sanz, y hay mucho por absorber de la gente que saca adelante cada día el rotativo», añade el venteño.
EN MADRID. Tras su etapa formativa en DP estuvo, también de prácticas, en la sección de economía de ElMundo.es. Después le surgió una oportunidad en ONO para crear unos portales de información. En esta empresa empezó a orientar su carrera profesional hacia el mundo tecnológico y las telecomunicaciones, dejando algo de lado el periodismo puro y duro. «Estuve haciendo también desarrollo de producto de internet.Fue una época en la que me fue muy útil lo que aprendí de diseño en el periódico», explica Otero.
En 2016 se cambió al operador de telecomunicaciones MásMóvil, «que en aquel momento era casi una startup». «Actualmente estoy dentro de la unidad de negocios de lo que ahora es el grupo MásOrange», comenta el de Venta de Baños, que, pese a no acudir ya a ruedas de prensa, subraya «que si no es por todo lo que hice en el Diario Palentino o en El Mundo no hubiese acabado aquí».