Hace un siglo se estrenó en el Teatro Principal la opereta cinematográfica Miss Venus, y El Diario Palentino, unos días antes del acontecimiento se hace eco de lo que dice La Prensa de Gijón: «aunque el acoplamiento del cine y la voz humana todavía está sin conseguir de un modo pleno, es cierto que en el espectáculo se consiguieron  efectos sorprendentes, con momentos en los que la ilusión es completa, tal es la precisión con que se hermanan los movimientos y demás detalles que aparecen plásticamente en la pantalla, la música de las orquesta y la intervención de los cantantes». «Una tela roja separa el lugar que ocupan la orquesta y los cantantes del resto de la sala, y esto permite que el efecto sea completo», añadía.

En su primera página de la edición del 6 de febrero anunciaba el gran espectáculo, Miss Venus, el día 9,  que sería ejecutada en combinación y cantada por Josefina René (soprano), Julia Asensi (soprano), Lola Saldoval (contralto), J. Recaséns (tenor), J. Mesagué (barítono) y Emilio  Bastons (bajo). 

Ya en la edición del 11, S. de G.   firma Desde mi butaca, un artículo en el que afirma que «Miss Venus es una verdadera opereta llevada a la   pantalla, con sus parlamentos, bailes, dichos, concertantes y coros, y  en la cual, además de admirarse una buena y entretenida cinta cinematográfica, ofrece la novedad y el atractivo de la parte cantada y recitada por los artistas que la complementan, los que, con su labor meritísima, dan vida a las escenas».

«Forman este grupo de artistas, varias señoritas y algunos caballeros, todos buenos cantantes, con dicción clara y agradable voz, que saben conjuntarse perfectamente, uniendo su actuación a los movimientos, gestos y actitudes de las figuras que en la pantalla se reflejan. Esto, secundado con la labor de la orquesta, que se acopla también a la acción de la película, hace de Miss Venus un espectáculo ameno y original, digno de verlo y aplaudirlo, como aplaudió el público, con entusiasmo unánime y sincero».

El  11, último día, señalar que hubo funciones  a las 19 y 22 horas, a petición del público, para disfrutar de la gran joya cine-opereta, que la jornada anterior alcanzó un éxito «verdaderamente extraordinario». La empresa había anunciado precios populares ese última jornada para que nadie dejara de admirar este «nuevo progreso de la cinematografía».