"Tenemos 613 delegados, 129 más que el siguiente sindicato"

César Ceinos
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La dirigente de CCOO en Palencia, que fue reelegida el 7 de marzo, destaca que su sindicato, mayoritario en la provincia, aumentó su presencia en comités y juntas.

Elena Villamediana, secretaria provincial de CCOO en Palencia - Foto: Óscar Navarro

La secretaria provincial de Comisiones Obreras (CCOO), Elena Villamediana, seguirá al frente del sindicato en Palencia tras recibir el apoyo casi unánime de los delegados que participaron en el congreso que se celebró el 7 de marzo en la capital. En la nueva ejecutiva palentina está acompañada por Raúl Hierro, Sandra Ruiz y Miguel Ángel Ruiz. Relanzar el Diálogo Social,  acercarse a los colectivos con más dificultades a la hora de entrar en el mercado laboral (jóvenes, mujeres y personas migrantes) y luchar contra la precariedad laboral, especialmente contra la temporalidad de los contratos en la provincia, son algunos de sus grandes objetivos para este mandato.

¿Por qué decidió postularse a la reelección?

Hace cuatro años iniciamos un proyecto que, aunque todo es mejorable, entendemos que ha funcionado relativamente bien y creímos que era importante darle una continuidad. Pienso que en este tiempo se pueden asentar las bases de las ideas que tenemos para el desarrollo de la organización, pero entendemos que otros cuatro años son necesarios para consolidarlas y para seguir avanzando en lo que queremos que sea CCOO en la provincia. 

Asumió el cargo de secretaria provincial en 2021. ¿Qué balance hace de este tiempo al frente de CCOO Palencia?    

Ha sido un período complicado, sobre todo en el aspecto externo del sindicato. Empezamos el mandato todavía marcados por las secuelas de la pandemia.De hecho, al anterior congreso acudimos con mascarillas. En este punto, quiero recordar que el covid tuvo un impacto muy importante en el mercado de trabajo y en todas las relaciones laborales en su conjunto. Después de la pandemia llegó la invasión de Ucrania, que provocó una crisis inflacionista. Luego se produjo la entrada de Vox en el Gobierno de la Junta, que se puso como objetivos principales el desgaste de las organizaciones y de los sindicatos de clase y la destrucción casi por completo del Diálogo Social. 

Por el contrario, aunque insisto en que han sido cuatro años con mucho desgaste, es cierto que también ha sido un tiempo muy fructífero por la serie de avances que se han producido, como la reforma laboral o las subidas del salario mínimo interprofesional (SMI). Además, en la reforma de las pensiones hubo un trabajo sindical muy importante.

¿Y en el plano provincial?

Estoy muy satisfecha porque la organización se ha vuelto a erigir como la primera fuerza sindical de Palencia, aumentando la diferencia de delegados que teníamos con la segunda. Actualmente tenemos 613 representantes, 129 más que el siguiente sindicato. Somos la provincia de Castilla y León con mejores resultados de CCOO en cifras relativas, únicamente superada por Salamanca. 

Eso sí, queda mucho trabajo por hacer porque la precariedad del mercado laboral es evidente. En nuestro caso, además, se suma el problema de la temporalidad. Mes a mes no canso de decirlo, pero hay que seguir avanzando. Una de las cuestiones que planteaba la reforma laboral era acabar con la temporalidad tan elevada y en Palencia, aunque hemos mejorado las cifras, todavía seguimos en el vagón de cola. Los contratos temporales siguen teniendo un paso demasiado importante, sobre todo en sectores como la industria, que a priori no tiene una actividad que justifique esa temporalidad. Además, dar estabilidad en la contratación y, por tanto, en la vida laboral es un factor específico para que los trabajadores sientan que tienen un empleo digno. 

Hace cuatro años explicó que el objetivo era que «el sindicato esté presente en las empresas y poder acercarse a los trabajadores para que sientan que servimos para algo». ¿En qué situación se encuentra el sindicalismo en Palencia?

Partimos del hecho de que, bajo mi punto de vista, en los últimos años, las organizaciones como CCOO estamos sufriendo una campaña para denostar e infravalorar nuestro papel. Creo que todos somos conscientes a lo que me estoy refriendo. En cambio, la realidad es que cuando una persona tiene un problema en su puesto de trabajo, lo primero que hace es acudir a un sindicato. Con lo cual, en el fondo, todo el mundo sabe de la importancia que tiene a la hora de defender los derechos de los trabajadores. Además, creo que es importante destacar que la labor de los sindicatos trasciende más allá de las empresas y que tiene un calado sociopolítico.

Para un sindicato, ¿es difícil entrar en las empresas palentinas?

Hay empresas en la provincia que tienen muy normalizado el hecho de que los trabajadores tengan una representación.Esto no quiere decir que los inicios hayan sido fáciles, pero es cierto que entienden que es algo normal a lo que tienen derecho todos los trabajadores.En cambio, hay otras que no y esta cuestión no siempre depende del tamaño.   

¿Qué retos tiene para el próximo cuatrienio?

Creo que es importante acercarnos a los colectivos que tienen más dificultades a la hora de acceder al mercado laboral y a los que, una vez están dentro, tienen las condiciones más precarias. Durante el último congreso pusimos de manifiesto la necesidad de estar junto a la gente joven y que esta entienda la utilidad que tiene CCOO. Por otro lado, también hay que seguir teniendo muy presente la lucha de las mujeres en el mercado laboral, porque aunque se hayan producido avances aún queda mucho por recorrer, y a las personas migrantes, que cada vez su presencia es mayor y son las que están permitiendo que se den la vuelta a las cifras de población. Además, como se está demostrando, están llegando para desarrollar un futuro y su vida laboral aquí.

Hace referencia a sectores que sufren situaciones precarias. En el caso de la juventud, ¿qué necesidades tiene este colectivo?

En primer lugar, entrar en el mundo laboral entraña una dificultad. Ese primer paso, evidentemente, nunca es fácil, pero los jóvenes se encuentran con una situación muy precaria y con sueldos muy bajos. Y en los últimos años estamos asistiendo a una evolución del mercado que está cambiando rápidamente. Nos estamos encontrando con centros de trabajo muy atomizados, que hasta ahora no era muy habitual.Me refiero a sectores como el de reparto, que no tienen el clásico funcionamiento de un centro en el que pueda encontrarse toda la plantilla y esta ponga en común las cuestiones que tiene. Todo eso hace más complicado las relaciones laborales. Por eso, es importante que nos acerquemos a ellos y conozcan lo que les puede ofrecer el sindicato.

Respecto a la mujer, solo tienen un plan de igualdad 36 de las 71 empresas palentinas que debieran tenerlo por ley. Más allá del aspecto propiamente legal, ¿por qué es necesario que las compañías dispongan de este documento?

Un plan de igualdad nos permite detectar las posibles irregularidades que tengan las empresas en cuanto a salarios o discriminaciones y, sobre todo, intentar corregir las desigualdades que se van detectando y que a día de hoy todavía son bastante patentes.

¿Qué más hace falta para que haya un mercado laboral igualitario entre hombres y mujeres?

Entendemos que hay un trabajo muy de fondo por hacer. Primero, porque entendemos que se compone de distintos aspectos. Que el mercado laboral no sea igualitario es un problema transversal que no solo se inicia estando las personas trabajadoras en el mercado laboral. Entendemos que hay un problema que procede de lo cultural y lo educativo porque, muy a nuestro pesar, en la sociedad actual todavía tenemos unos roles muy marcados que, de primeras, impiden que las mujeres entremos en el mercado laboral en igualdad de condiciones y, a medida que se desarrolla la trayectoria laboral, se van incrementando por las tareas de los cuidados, porque las mujeres, por sistema, nos acogemos a las excedencias y a los permisos para el cuidado de familiares y porque trabajamos, habitualmente, en los sectores más precarizados.

Para cerrar estas brechas que se han detectado queda mucho camino por recorrer, pero hay un proceso que tiene que partir de la administración y que, de alguna manera, está poniendo en marcha con acciones como las subidas del SMI o los permisos de cuidado de hijos. Por último, en las empresas hay un sesgo que tienen que ir corrigiendo.

En tercer lugar, en relación con los migrantes, ¿qué tareas quieren llevar a cabo para evitar la discriminación que padecen?

En este caso, los migrantes primero tienen que conocer qué es un sindicato y su funcionamiento en España para que entiendan que para ellos puede ser una herramienta que les facilite su situación laboral. Dependiendo del país del que procedan, las relaciones laborales son radicalmente distintas y, por ello, no tienen los mismos derechos. Entonces, creo que es importante que ellos sientan esa proximidad o todo lo que se les puede ofrecer desde CCOO para que el desarrollo de su vida laboral sea lo más satisfactoria posible. Porque somos conocedores -y no hablo de uno ni de dos casos- de situaciones muy precarias y de explotación de algunas personas migrantes aprovechando su situación de necesidad y el desconocimiento de sus derechos. Evidentemente, esto se puso en conocimiento de la autoridad.

En el balance de sus primeros cuatro años al frente de CCOO Palencia habla de la crisis inflacionaria. ¿En qué situación dejó a los trabajadores los incrementos de precios de los últimos años?

Partimos de la base de que España y Palencia son territorios de salarios bajos porque tradicionalmente en este país, en momentos de crisis, siempre se ha optado por los despidos o por la devaluación salarial. Ha sido el recurso fácil, ya que se entendía que las empresas se iban a encontrar con una situación más boyante a la hora de afrontar las crisis. En las últimas, lo que se ha constatado es lo contrario, que manteniendo empleo e, incluso, subiendo salarios, la salida es más rápida y ha dejado al país en una situación mejor. Y esto se debe a que no se corta el consumo interno de la economía. Es cierto que por las consecuencias de la pandemia y la crisis inflacionista los precios se dispararon entre 2022 y 2023. Fue un momento complicado y el Gobierno de la nación tuvo que asumir una serie de acciones, algunas de las cuales compartíamos y otras no, para frenar la espiral alcista. 

El problema con el que nos encontramos es que era muy complicado plasmar en los convenios colectivos, en unos momentos como estos, unos incrementos salariales que permitieran amortiguar ese aumento de los precios. Afortunadamente, en 2023 se alcanzó el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) entre los sindicatos mayoritarios, CCOOy UGT, y la CEOE, que luego se replicó a nivel autonómico. Este nos permitió reconducir la negociación de los convenios colectivos y, en muchos casos, se logró una cláusula salarial para poder amortizar aún más la inflación. La idea es que, como ahora están más contenidos los precios, los pactos de incrementos salariales consigan reducir la pérdida de poder adquisitivo que hemos sufrido en este país.

¿Cree que tiene que seguir incrementándose el SMI? 

La propuesta que plantea CCOO es que el SMI sea, como mínimo, el 60% del salario medio, con lo cual,  a medida de que este vaya subiendo, el primero tiene también que crecer. Cabe destacar que en España hasta relativamente poco, el SMI tenía incrementos mínimos y una persona que lo percibiera a duras penas iba a afrontar los gastos habituales y normales de un hogar. Entendemos que se ha hecho un trabajo muy importante. En este aspecto, el papel del sindicato ha sido fundamental porque ha estado en la negociación con los distintos gobiernos. Pero entendemos que, evidentemente, se tiene que seguir incrementando a medida que se vaya encareciendo la vida.

¿Piensa que el SMI tiene que pagar IRPF?  

Nosotros somos sumamente defensores de una fiscalidad progresiva y creemos que hay que contribuir porque el estado del bienestar se sujeta en base a los impuestos que pagamos  los españoles. Entonces, en el momento que el SMI que llegue al bolsillo de un trabajador sea el 60% del salario medio entendemos que se puede aplicar el IRPF.

Otra cuestión de la que se ha hablado hace poco tiempo es la reducción de jornada  

El primer objetivo que nos planteamos es conseguir una jornada laboral semanal de 37,5 horas. Lo acordamos con el Gobierno central, este lo aprobó y actualmente se encuentra en trámite parlamentario. Creo que es importante que ahora los partidos políticos se posicionen y que aquellos que vayan a decir que no a la medida expliquen sus razones. Después de más de cuatro décadas con una jornada laboral de 40 horas a la semana, entendemos que ya es momento de que se vaya produciendo algún cambio y que el Estatuto de los Trabajadores recoja las 37,5 horas. Se ha mejorado la productividad, en buena parte, por los avances tecnológicos y por todo lo que ha crecido y desarrollado la actividad económica en estos 40 años pensamos que tiene que llegar el momento en el que también haya un beneficio en el tiempo de disfrute de los trabajadores. A medio plazo están las 35 horas, pero las 37,5 es lo primero que podemos hacer. Y si hay un colectivo que se beneficiará de esta medida serán las mujeres, porque somos las que asumimos mayoritariamente los contratos parciales.Cuando esto se apruebe, se acercarán, en muchos casos, a la jornada completa y eso tendrá una repercusión directa en su salario.

En el último congreso explicó que quería relanzar el Diálogo Social en Castilla y León. ¿En qué situación se encuentra en la actualidad?   

La salida de Vox del Gobierno de la Junta, evidentemente, ha sido clave para retomar las relaciones, en primer lugar institucionales. El papel de los  sindicatos más representativos en esta comunidad viene marcado en el Estatuto de Autonomía y nuestra presencia en el Diálogo Social está más que justificada. Ahora mismo se están retomando acuerdos y parece que algunos de ellos pueden ir en un buen camino.Es algo de lo que nos felicitamos y que viene a demostrar que el Diálogo Social es necesario para el conjunto de los ciudadanos de la Comunidad. Se pone de manifiesto cuando el Gobierno, del PP en minoría, lo quiere retomar. Al final, muchas veces, no hay como dejar pasar el tiempo  para que las cosas se vuelvan a poner en su sitio y se nos dé la razón.

¿Y a otros niveles?   

El Diálogo Social estatal se ha relanzado, alcanzándose pactos con el Gobierno muy destacados. En un plano local y provincial, el Diálogo Social con el Ayuntamiento de Palencia está bastante parado y nuestro deseo es llegar a acuerdos importantes con el equipo de Gobierno porque una de las propuestas con las que llegó a encabezar el Consistorio fue precisamente esa: darle un papel relevante. Respecto al provincial, no hay ningún tipo de avance ni parece que vaya a haber visos de ello. Ni siquiera hay intención por lo que vemos en las escasas veces que nos reunimos con la Diputación.

¿Qué relación mantienen actualmente con la patronal? 

La normal entre un sindicato de clase y la patronal. Ellos tienen un papel y nosotros otro, evidentemente. Hay cosas en las que nunca nos pondremos de acuerdo y hay declaraciones de la patronal que nos descolocan bastante.  Últimamente está insistiendo mucho en el tema del absentismo, un concepto en el que a ellos les cabe absolutamente todo para justificar unas cifras. Y eso es algo que no entendemos. Cuando un trabajador está de baja lo está porque se lo ha certificado un médico, con lo cual, con sus declaraciones, entendemos que ponen en duda su profesionalidad.