Leire Montero, de la peña Pallantia; Rebeca Antolín, deEl Cordón, y José Alberto Martín, de La Filomena. Tres candidatos optaron a relevar a MilagrosCagigal en la Presidencia del Consejo Local de Peñas de Palencia, entidad que aúna a las agrupaciones festivas de la ciudad. La elegida, tras dos votaciones, fue la primera. Nacida en 1996, trabaja en la actualidad en el Museo de laVillaRomana La Olmeda y fue concejala socialista en el Ayuntamiento capitalino durante el anterior mandato (2019 - 2023). Peñista desde hace una década, se decantó por la Pallantia «porque era donde estaba el grupo de mis amigos» y conoce de primera mano el órgano que preside porque lleva tiempo formando parte de él. El cargo tiene una duración de cuatro años, con posibilidad de reelección.
Preside el Consejo Local de Peñas de la capital. ¿Qué funciones tiene este órgano?
Se encarga, principalmente, de intermediar entre cada una de las peñas y el Ayuntamiento de Palencia, que es la institución con la que más nos relacionamos. Además, busca la coordinación de todas las agrupaciones porque, evidentemente, es más fácil organizar las actividades que promovemos si funcionamos todas como un solo ente que cada una por su lado.
¿Y por qué razones decidió optar a encabezarlo?
El mandato de Mercedes Cagigal terminó y había que renovar la junta directiva. En mi peña -supongo que en el resto también-, se trató este asunto y decidió presentarme a mí. Yo estaba animada porque nos hacía falta una renovación, buscar objetivos nuevos y actualizarnos a las corrientes más actuales. Me apetecía y, además, destaco que me propusieron varias peñas. Por ello, decidí dar el paso para presidir el consejo. Nos presentamos tres a la elección, en la que cada peña tiene un voto. Como había más de dos candidatos, se hizo una primera votación y, posteriormente, una segunda con las dos personas con más apoyos.
Una vez que ha recogido el testigo de Cagigal, ¿qué balance hace de su labor al frente del Consejo de Peñas?
Quiero reconocer que, probablemente, de los últimos quince o veinte años, el período más difícil para un presidente del consejo se corresponde con el último cuatrienio de Mercedes. Quizá es a la presidenta que más le ha tocado sufrir. En este mandato hubo una pandemia de coronavirus y problemas con el Ayuntamiento para sacar adelante muchos proyectos. Sí que creo que hacía falta renovarnos e innovar en algunas cosas, pero, aún así, es lo suyo reconocer su trabajo ante las dificultades que ha habido en estos años.
Las peñas vivimos de las actividades que organizamos, es decir, de nuestra interacción con los palentinos. Evidentemente, con la pandemia, estos eventos desaparecieron. La covid-19 fue un golpe.Perdimos bastantes peñistas. Por ello, poder mantener el sistema del consejo creo que fue muy meritorio.
¿Cuáles son las primeras cuestiones que quiere llevar a cabo?
Me gustaría que las decisiones que se tomen y las iniciativas que salgan adelante durante los próximos cuatro años sean de la junta directiva.Por ello, creo que formar este órgano es muy importante de cara a los próximos proyectos. Además, ya tuve una reunión con el concejal de Cultura, Turismo y Fiestas, Francisco Fernández. A corto plazo, lo más importante que tenemos que hacer para el próximo año es negociar el convenio de las peñas con el Ayuntamiento, que es donde se fijan las actividades municipales en las que participamos y la aportación económica de la institución local.
Mi idea es buscar formas novedosas de acercarnos a los palentinos y que ellos conozcan cómo funciona de verdad una peña, no solo lo que ven en los desfiles de San Antolín. Creo que el hilo conductor va a ir por ahí, aunque también, por supuesto, con actividades que ya existen. No será una ruptura total. También quiero recuperar algunas cosas que se han perdido por el camino, al igual que el número de peñistas que había antes del estallido del coronavirus.
Asimismo, quiero que se hagan tanto eventos que organizan las peñas como otros promovidos por el consejo en los que participen todas las agrupaciones a la vez. Hasta ahora, normalmente, eran ellas las que proponían las actividades y el consejo las coordinaba. Y se celebrarían en las fiestas y en otras fechas. Nuestro trabajo está orientado a días festivos, pero tenemos actividad durante todo el año y queremos que los palentinos vean eso.
Por último, si se produjese la incorporación de alguna peña más para mí sería maravilloso.
Ha explicado que la pandemia asestó un «golpe» a las peñas palentinas. Ahora, después de dos años en los que se recuperaron los sanantolines, ¿en qué situación se encuentran estas formaciones festivas en la capital?
Desde hace unos diez años hasta la covid-19, las peñas tuvieron una evolución positiva. Cada vez había más peñistas y se desarrollaban más actividades. A la pandemia, que provocó que hubiera gente que dejara de pagar la cuota, hay que sumar que la relación con el Ayuntamiento en los últimos cuatro años tampoco ayudó. Nos limitó muchas actividades y hay, dentro de los peñistas, un sector que quiere mantener ciertas tradiciones arraigadas en las peñas y le dolió tener que dejar de hacerlas.
Por ejemplo, algo que se perdió en el anterior mandato municipal y que a los peñistas les dolió mucho fue sacar los clásicos coches de las peñas en los desfiles. Una peña tenía un vehículo única y exclusivamente para los pasacalles. Además, creo que para los palentinos es algo desagradable que pasáramos de salir a los pasacalles con un coche que tenía encanto a hacerlo, como este año, con una furgoneta de alquiler. Y, evidentemente, eso es menos vistoso.
Pero en estos últimos sanantolines he notado, y espero confirmarlo cuando nos reunamos y veamos todos los datos, que ha aumentado el número de peñistas. Vi que hubo gente que se acercó a las peñas. Incluso les dejaron ropa y desfilaron con nosotros para probar cómo se sentían. Y algunos se han unido después. Es muy positivo porque significa que hemos empezado a recuperarnos.
También hace referencia a que el equipo municipal de Gobierno anterior «no ayudó» a recuperar la actividad peñista después de la covid-19. ¿Qué echaron en falta desde el Ayuntamiento para facilitar ese renacimiento?
Percibía, como miembro del Consejo de Peñas, que se nos limitaba la actividad. Redujeron la aportación económica del convenio. Nosotros generamos ciertos recursos para mantener algunos eventos, pero hay otros que, sin la colaboración del Consistorio, son inviables. Además, por poner un ejemplo de la pandemia, cuando empezamos a salir del confinamiento y empezamos a hacer las primeras actividades teníamos problemas porque debíamos cumplir con todas las medidas sanitarias y el coste del gel hidroalcohólico no podíamos justificarlo como gasto obligatorio de esa actividad. Si se organiza algo para mucha gente se necesita mucho y, el no poder justificar este dinero, había peñas a las que lastraba a la hora de promover algo.
¿Hay implicación juvenil y savia nueva?
Depende mucho del perfil de cada peña, pero, en términos generales, sí.En las peñas, en cierta manera, hay un ambiente familiar. Se ha llegado a dar el caso de peñistas que entraron cuando eran jóvenes, se conocieron dentro de ella, se casaron y sus hijos ahora son también peñistas. Nos regeneramos de esta manera. Además, los hijos de peñistas llevan a sus amigos y por esa vía también encontramos gente.
¿Cuáles son los puntos fuertes de las peñas de Palencia?
Parte de nuestra fortaleza reside en que llevamos mucho tiempo dentro de la cultura de la ciudad y, por ello, la gente sabe que estamos ahí, especialmente durante las fiestas, que es cuando más nos ven. Las peñas y el consejo llevan mucho tiempo en funcionamiento.La gente de mi edad nació con un sistema de peñas ya instaurado y consolidado. Pienso que para los palentinos sería muy raro ver un programa de fiestas de SanAntolín en el que no aparezcan los desfiles.
Otro de los puntos fuertes es la alegría y la participación en todos los días festivos. Siempre intentamos aportar cosas nuevas. Además, tomamos parte en eventos benéficos durante el resto del año.Es nuestro perfil solidario.
¿Y, por el contrario, cuáles son los más débiles?
En lo referente a los problemas, hay peñas que no tienen recursos económicos para tener un local durante todo el año. En invierno, esta situación limita mucho hacer actividades, ya que es complicado organizarlas en la calle.
Por otro lado, hay una parte de la ciudad que piensa que los peñistas somos solamente los que dan el paseo en SanAntolín con los coches y el calimocho. Y la realidad va más allá. No se conoce suficiente lo que hacen las peñas y lo que aportan a la vida y el día a día de los peñistas.
¿Qué espera del Ayuntamiento de cara a las próximas fiestas?
El equipo de Gobierno está muy predispuesto a hablar, a negociar, a buscar actividades y maneras nuevas de colaboración. Por ahora, la relación con el Ayuntamiento es muy buena y vamos a empezar a trabajar ya en reuniones sectoriales con los que formábamos anteriormente el Consejo Municipal de Fiestas.Por otro lado, hemos pedido participar en las comisiones informativas que nos afecten.
Además, en los últimos sanantolines ya se notó la manera de actuar entre el edil actual de festejos y la anterior.El día del pregón tuvimos un problema puntual y de manera eficiente se solucionó.
¿Qué aspectos de los sanantolines deben mejorar?
En los últimos años se han solapado ciertas actividades del Ayuntamiento con las de las peñas.Creo que fue un problema para nosotros a la hora de organizar las fiestas. Y pienso que se puede solucionar fácilmente coordinándonos. De esta manera no dividimos a la gente y los peñistas pueden disfrutar de los eventos organizados por el Consistorio y el palentino que quiere ver nuestra actividad también puede disfrutar de la municipal.
Por otro lado, considero que tendría que recuperarse el Consejo de Fiestas. Era una buena herramienta para organizarnos, para presentar propuestas y, una vez finalizados los días festivos, hacer autocrítica de lo que ha salido bien y mal y tratar de mejorar de cara al futuro. Mientras se convocó ese consejo, formábamos parte de él, al igual que otros agentes implicados. Hasta el mandato anterior había funcionado con relativa normalidad y, bajo mi punto de vista, lo hizo de una manera positiva y muy constructiva.
¿Qué aportan las peñas a las fiestas de Palencia?
Vitalidad, ambiente, alegría y espíritu festivo durante todos los días y, prácticamente, a todas las horas. Igual es decirlo muy alto, pero creo que somos el sostén entre los actos de la programación municipal. Cuando no hay actividad del Ayuntamiento solemos tener siempre algo. Además, participamos en casi todas las actividades y los días en los que la programación acaba pronto damos algo más de ambiente de noche.
Ha opinado que «sería muy raro para los palentinos ver un programa de fiestas de SanAntolín en el que no aparezcan los desfiles». ¿Son necesarias para el desarrollo de las fiestas?
Voy a responder desde el punto de vista de peñista y tengo que decir que sí. Para el modelo de fiestas de Palencia, sí que lo son. Hay una tradición de peñas de más de cincuenta años y son un punto fijo de las fiestas. Creo que si a un palentino le dices que no habrá ningún desfile peñista, sentirá que le falta algo. Todos empiezan las fiestas con el desfile de peñas previo al pregón. Hasta ese momento, la sensación es que no han comenzado las fiestas.
¿Los palentinos agradecen el trabajo que llevan a cabo las peñas?
Creo que sí que lo agradecen. La gente disfruta con la labor que hacemos durante los sanantolines. De hecho, lo normal es que en el transcurso de las fiestas todas las peñas sumen peñistas. Siempre hay alguien que se interesa por las peñas y se acaba convirtiendo en un peñista más. Además, el pasacalles del día de SanAntolín es, prácticamente, una cabalgata de Reyes.Todo el mundo está en la calle y creo que los niños cogen tantos caramelos durante el día del patrono como en Navidad.
Aunque también hay que tener en cuenta que habrá siempre un porcentaje de la población que se creerá que nos pasamos las fiestas bebiendo y que es nuestra única actividad.