Guardo dio ayer la bienvenida oficial a la Semana Santa con un pregón soberbio de Ernesto Sagüillo en una iglesia de Santa Bárbara llena hasta la bandera para arropar a este magistrado de la Audiencia Provincial de Cantabria, que hace gala de sus orígenes y regresa siempre que tiene ocasión al pueblo que le vio crecer, estos días de forma especial en su condición de cofrade de la Virgen de la Soledad y Santísimo Cristo de las Cinco Llagas.
El suyo fue un discurso emotivo y sincero, de los que salen de las entrañas y llegan al corazón de quien lo escucha. Por eso, el público allí presente conectó con unas palabras llenas de sentimiento en las que en cada frase se desprendía amor por su pueblo y cada párrafo era el fiel reflejo de la devoción por sus gentes, sus raíces y sus costumbres.
Tanto es así que animó a los jóvenes a «recoger el testigo de sus mayores», pues solo así, aseguró, «las tradiciones podrán continuarse y se evitará el riesgo cierto de que la globalización transforme el mundo en una monótona repetición de imágenes; y en una sociedad más pendiente de las pantallas que de la vida que transcurre entre nosotros».
Asimismo, calificó a la Semana Santa del municipio montañés como «la manifestación sentida de una tradición inseparable de nuestra historia» y como «la exteriorización de una emoción contenida». «Es el reflejo de la forma de ser de los recios guardenses», añadió.
Asimismo, tuvo palabras para los protagonistas de la Semana Santa de Guardo, entre los que citó a las tres cofradías (La Soledad, Los Nazarenos y Virgen del Carmen), las bandas, a nombres propios como Mamerto Fernández (responsable de subastar los pasos durante décadas) y Miguel Ángel Barrientos (uno de los padres de la Semana Santa actual), y a la Asociación Barrio Barruelo, encargada de llevar a escena La Pasión y El Encuentro «con calidez, entrega y entusiasmo».
También destacó el «buen hacer» de las cofradías. «Su llegada permitió ganar orden y brillantez en los desfiles procesionales. Con ellas, a los pasos históricos como La Oración del Huerto, La Dolorosa, El Santo Sepulcro o el Crucificado, se unieron la Virgen de la Soledad, El Prendimiento o el Santísimo Cristo de las Cinco Llagas», sentenció.
Igualmente se refirió Sagüillo a las merendillas del Lunes de Pascua. Una costumbre que describió como «un bautizo al descubrimiento del mundo exterior», el mismo que experimenta el protagonista de Lunas de Plutón, su primer libro.
Las bandas de la Agrupación Musical de Guardo (AMGu), Los Nazarenos y La Soledad pusieron el broche al acto inaugural, conducido por Juan Carlos de la Fuente.