El avispero sirio se reactiva

Agencias
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La ofensiva rebelde contra el régimen de Al Asad vuelve a poner en el punto de mira la guerra civil en el país árabe, donde los insurgentes ya controlan Alepo y la provincia norteña de Idlib

Varios vecinos observan el daño ocasionado por uno de los ataques aéreos en la región próxima a Turquía. - Foto: BILAL AL HAMMOUD (EFE)

El avispero de la guerra civil en Siria vuelve a estar en el punto de mira de Oriente Próximo y la comunidad internacional después de que una nueva coalición rebelde lanzara un ataque sorpresa el pasado miércoles en la segunda ciudad más grande del país, Alepo, con el objetivo -según el grupo- de «liberar» al noroeste de la nación del yugo de su líder, Bachar Al Asad.

Cuatro días de ofensiva de la alianza islamista denominada Organismo de Liberación del Levante, sumados a otras facciones apoyadas por Turquía, han bastado para expulsar al Ejército y a las milicias proiraníes aliadas del dirigente sirio, que ha sufrido su mayor golpe desde principios 2020, cuando perdió el control de varias zonas estratégicas de la provincia de Idlib.

Por el momento, la cobertura aérea proporcionada por Rusia (principal aliado de Damasco y que interviene en Siria desde 2015) tampoco ha logrado detener el avance de los islamistas, que han tomado el control de Alepo, una ciudad que no presenciaba combates desde 2016.

Una de las principales claves de los ataques insurgentes ha sido la tregua alcanzada en El Líbano entre Tel Aviv y Beirut y el debilitamiento de Hizbulá. Los rebeldes iniciaron su ofensiva el pasado 27 de noviembre, coincidiendo con la entrada en vigor del alto el fuego. La milicia proiraní ya estaba muy mermada tras más de un año de hostilidades con Israel, que ha atacado durante este tiempo decenas de posiciones del grupo chiita en Siria, donde tiene una amplia presencia y actúa como primera línea de defensa de las tropas de Al Asad.

Otro de los enclaves importantes en el conflicto es la provincia de Idlib, controlada por el Organismo de Liberación del Levante y que cuenta también con la presencia de las tropas de Ankara. Estas apoyan a los grupos opositores al Gobierno de Al Asad, con el que Turquía rompió relaciones al inicio de la guerra civil siria en 2011.

El ejecutivo otomano ha sido el principal señalado tras el éxito de los insurgentes, pero rápidamente se ha desmarcado de su implicación en las operaciones islamistas.

Fulminante

Volviendo a la ofensiva, en tan solo cuatro días los insurgentes han logrado unas victorias militares impactantes: no solo se han hecho con Alepo, sino que también han recuperado el control total de la provincia de Idlib e incluso se han aventurado a adentrarse en el norte de la demarcación administrativa de Hama, más al sur.