Los dos hermanos de nacionalidad paraguaya, de 22 y 27 años, detenidos inicialmente por los delitos de agresión sexual y detención ilegal de una joven en la localidad de Autilla del Pino el fin de semana ingresaron ayer en prisión. Tras pasar a disposición judicial y negarse a declarar, la titular del Juzgado de Instrucción número 4 acordó su ingreso en el centro penitenciario de La Moraleja de forma provisional, incomunicada por cinco días y sin fianza. Se les investiga por una larga lista de delitos: agresión sexual continuada, detención ilegal y secuestro, torturas, amenazas, atentado a agentes de la autoridad, robo con violencia y hurto.

Ante la gravedad de las acciones delictivas, dado que los presuntos autores robaron, además, un vehículo con el que se accidentaron después -y al ser auxiliados, intentaron lo propio con el de una patrulla de la Guardia Civil a la que amenazaron con una pistola de perdigones antes de ser detenidos- la solicitud de penas por parte de la Fiscalía puede ser muy cuantiosa. 

De hecho, fuentes judiciales confirmaron a DP que hacía más de 20 años que la acusación pública no se había enfrentado a delitos de la magnitud de los atribuidos a los detenidos. La víctima, una joven que llegó a Autilla desde otra provincia, declaró también ayer y contestó a las preguntas de la juez, agradeciendo el comportamiento en todo momento  de las Fuerzas de Seguridad del Estado en la fase investigadora. «Estamos impactados  ante un relato  muy duro y complejo. Previsiblemente, las peticiones de la Fiscalía y la acusación particular van a ser muy elevadas», explicaron las mismas fuentes.

Los hechos ocurrieron el sábado 9 de marzo, cuando la víctima y uno de los agresores quedaron en la localidad de Autilla a través de la redes sociales. El primer agresor, en un determinado momento, propuso a la víctima mantener relaciones sexuales, y al negarse esta, la obligó. A partir de ahí hubo una sucesión de agresiones sexuales y maltrato físico, amordazándola y diciéndole que se encontraba secuestrada. 

El domingo 10 de marzo, por la mañana, el agresor llamó a su hermano, quien también participó en el maltrato físico. Durante ese día obligaron a la víctima a realizar tres transferencias por Bizum a sus cuentas, con un valor total de 850 euros. Por la tarde, los dos agresores optaron por salir del domicilio y horas después, la víctima consiguió liberarse y salir a la calle a pedir auxilio, refugiándose en el centro de mayores de Autilla, en el que solicitó ayuda por haber sido agredida sexualmente.

Cuando se procedió a identificarles por la Guardia Civil, uno de ellos coincidía con la filiación de la persona que vivía en la casa donde se produjo la agresión. Se avisó a los agentes de Policía Judicial que estaban instruyendo las diligencias por agresión sexual y detención ilegal que ya tenían detenidos a los dos supuestos autores de esos hechos. En el registro de las pertenencias se encontró documentación personal de la víctima, así como su teléfono móvil. También se localizaron tres dosis individuales de sustancias estupefacientes.

«Existe condena y repulsa al vulnerarse la dignidad, integridad y libertad»

La alcaldesa de Autilla del Pino, Rosario Díez, mostró ayer a DP su «completa repulsa y condena ante actuaciones que vulneran la dignidad, integridad y libertad; que son derechos inviolables. Una mujer vino para pasar un fin de semana en compañía de un entorno desconocido. La protección y acogida a la víctima es prioritaria, al igual que su inminente auxilio y atención en la residencia municipal de mayores y centro de día».

La regidora añadió que el pueblo se encuentra ante una situación que en nada tiene que ver con «intolerancia» por la nacionalidad de los

dos hermanos de 22 y 27 años, o del entorno de su núcleo familiar materno de procedencia. «Autilla, como otros municipios del mundo rural,

cuenta con una realidad sociológica que proyecta un entorno de hospitalidad y acogida ante, el que cualquier acto disruptivo o desafiante social, pone en alerta a la población. Precedentes de situaciones conflictivas de convivencia han puesto de manifiesto la posibilidad de diferentes situaciones que lamentar», indicó.

Asimismo, explicó que los dos hermanos no son vecinos ni están empadronados. «Su presencia es discontinua y ocasional. Frecuentan

Autilla hace cerca de dos años algunos fines de semana o periodos vacacionales junto al núcleo familiar materno por la vinculación de ésta con

el propietario de una finca urbana en la localidad y de un piso en Palencia», aseveró.

La alcaldesa fue clara al explicar cómo está viviendo el hecho de que la madre de los dos jóvenes detenidos esté unida sentimentalmente con

su hermano, dueño de la finca urbana en Autilla. «La alcaldía supone un compromiso, deber e implicación moral, ética inquebrantable e integridad. El distanciamiento de lazos familiares es inevitable desde que mi hermano tomó la decisión de casarse hace dos años con la madre de los dos jóvenes. Tras fallecer mi madre, y sin padre, rumbos distintos de vida marcan un camino que quedó atrás y hubo distanciamiento. Las decisiones tienen siempre consecuencias de las que solo quien las toma debe asumir», dijo.