El Carmen urge la reforma de la plaza y una mayor seguridad

Julia Rodríguez
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Los soportales, las calles, los jardines y la fuente necesitan de manera urgente «un arreglo, reconstrucción o limpieza»

El Carmen urge la reforma de la plaza y una mayor seguridad - Foto: Óscar Navarro

Después de nueve años sin nadie al cargo, Jesús Villameriel junto con algunos compañeros, montaron una plataforma y más tarde llegó la asociación de vecinos. «La hemos puesto en marcha por la problemática que padece el barrio en cuestión de seguridad», explica el presidente vecinal Jesús Villameriel. 

Además, piden que se resuelvan los problemas que tienen en el barrio en temas de limpieza de calles, jardines y parques. «Es un abandono total; parece que El Carmen no existe. Fuimos un referente en Palencia como barrio y con las fiestas, pero como ha estado tantos años sin nadie al cargo que esté pidiendo cosas y quejándose parece que no hacen absolutamente nada», comenta el presidente vecinal.

En temas de limpieza, desde que ha entrado la nueva empresa, «es una dejadez total, no vemos máquinas ni barrenderos y los jardineros de cuatro que eran solo queda uno, con un barrio tan grande y tantas zonas ajardinadas es imposible. Además, el riego automático está pero tan deteriorado que no funciona», agrega.

Las calles General Mata y Ordóñez «son verdaderos jardines. La limpieza y la recogida de basura es nula. Los vecinos quitan las hierbas porque es increíble cómo están, además de las aceras y adoquines levantados». Una cosa parecida ocurre en la calle General Elorza, el lateral de la biblioteca Lecrác. «Hay un terreno del Ayuntamiento que está abandonado con hierbas altas y secas», incluye.

Plaza del Carmen. Los mayores problemas que padecen se encuentran en la plaza. La fuente «está hecha un verdadero desastre, los caños no funcionan y está llena de lodo, plumas de palomas, suciedad y basura. De vez en cuando cambian el agua pero como no la limpian en profundidad sigue igual, es un peligro para los niños porque el agua está contaminada». «Además la gente no lo respeta porque está muy sucio, abandonado y dejado, por lo que progresivamente se estropea más», subraya Villameriel.

Tienen un informe de un arquitecto del Ayuntamiento que dice que los soportales tienen graves problemas de derrumbe. «Necesitamos una reparación urgente y una nueva construcción de las arcadas, además de las humedades en las terrazas y en los techos que cualquier día se hundirán», añade.

Los parques también les preocupan. El de la plaza de la Torrecilla «tenía un arenero y los niños de la guardería salían a jugar allí, ahora ni es arenero ni jardín ni nada. Eso que los vecinos se preocupan de cerrar las puertas por la noche pero hay una plaga de cucarachas y con las hierbas no pueden estar allí», aclara. Y el parque de la escuela Marqués de Santillana «necesita un arreglo general, de la alambrada y más juegos porque son los que utiliza la propia escuela», concluye. 

La inseguridad es el problema más importante para los vecinos

A pesar de las cuestiones de limpieza y los grandes arreglos que necesita el barrio, el problema más importante que preocupa a los vecinos es la inseguridad que tienen por el tráfico de drogas. «La Policía está al tanto y sabe perfectamente quién son y donde viven pero tampoco hacen nada por solucionar el problema y aportar una mayor seguridad para los vecinos», explica el presidente vecinal Jesús Villameriel. 

Mucha gente no sale por las noches porque tienen miedo. «Antes solo vendían pero ahora ha habido atracos, tirones de bolsos, robos a punta de navaja y un tráfico de drogas descontrolado. Se relajó bastante cuando la Policía se daba rondas por aquí. Aunque es verdad que ahora está más controlado, seguimos necesitando la presencia policial porque les hace moverse y cambiar los puntos de venta», comenta.

La calle Obispo Fonseca, en las escaleras de detrás de la iglesia, es el punto caliente de venta. Allí viene mucha gente a comprar, gente a vender y a consumir y la mayoría son menores de edad». Por último, la caseta que se encuentra en la plaza «pedimos que se quitase porque no se utiliza y es un centro conflictivo en el que hacen de todo. Hay orines, excrementos, jeringuillas y condones, además de un lugar para esconderse», concluye.