La tasa de inflación anual en la eurozona bajó cinco décimas en noviembre, hasta el 2,4 % y se acerca al objetivo del 2 % por el que se rige el Banco Central Europeo (BCE) tras encadenar siete meses de caídas consecutivas.
La tasa se sitúa así en su nivel más bajo desde julio de 2021, cuando el aumento de precios fue del 2,2 %, y lejos del máximo del 10,6 % que llegó a tocar en octubre del año pasado, según la estimación preliminar publicada este jueves por la oficina de estadística comunitaria Eurostat.
La caída de la inflación se explica por la moderación del aumento de los precios en todos los componentes de la cesta de la compra: los de alimentos, alcohol y tabaco crecieron un 6,9 %, medio punto menos que en octubre, y representaron la mayor contribución a la tasa, seguidos de los servicios, que registraron una inflación del 4,0 %, seis décimas menos.
También fue seis décimas inferior a octubre el incremento de los precios de los bienes energéticos no industriales (2,9 % comparado con el 3,5 % anterior), en tanto que los precios de la energía aceleraron su descenso hasta el 11,5 %, frente a la bajada del 11,2 % el mes previo.
Por su parte, España registró una tasa de inflación superior a la media, del 3,2 % según el índice armonizado de Eurostat, en un mes en el que las tasas más elevadas se dieron en Eslovaquia (6,9 %) y Croacia (5,5 %), mientras que las más bajas se dieron en Bélgica, que vio caer los precios (-0,7 %), e Italia (0,7 %).