La talla de Nuestro Padre Jesús Nazareno, también conocida como el Abuelo, fue ayer el epicentro de las miradas en la plaza de San Pablo. Portada a hombros por los hermanos nazarenos, la imagen sintió el viento de la calle durante una salida extraordinaria que organizó la cofradía penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Madre la Virgen de la Amargura durante un viacrucis enmarcado en su Solemne Quinario, cuyas estaciones estaban distribuidas por la misma plaza. 

Si bien el viacrucis comenzó con normalidad, las gotas de lluvia, que empezaron a caer sobre la cuarta estación, obligaron a seguir el acto en el interior de la capilla.Todo ello, tanto dentro como fuera, acompañado por el compás melódico de la banda de cornetas y tambores de la cofradía. 

Casi 20 años de historia nazarena se acumulan a las espaldas de este acto que, a pesar de haber sufrido un parón por la pandemia de la covid-19, retoma en el presente ejercicio el protagonismo que «su significado histórico y penitencial» avala. 

Tal y como señaló la hermandad en un comunicado, la recuperación de esta tradición «busca seguir sirviendo a la sociedad y uniendo al titular con la ciudad de Palencia, donde la cofradía mantiene su identidad abierta y cercana a la calle como lo fue el Nazareno». 

Cabe resaltar que los actos enmarcados en el Solenme Quinario se extenderán hasta mañana, cuando se llevará a cabo el ejercicio del Quinario, la celebración de la Palabra y la Comunión General. Asimismo, hoy, a las 19 horas en la capilla, se celebrará el tradicional besapie y una eucaristía enfocada en la juventud. 

El Solemnse Quinario es una de las fechas «destacadas» para la cofradía en estos días previos a la Semana Santa, pues discurre entre los días 6 y 10, siendo el de ayer uno de los momentos más «emotivos».