Más médicos y, especialmente, más neurólogos en la sanidad pública para que la frecuencia de las consultas sea mayor. Esta es una de las grandes reclamaciones de la Asociación Palentina de Párkinson (Asppar) para lograr que los pacientes que sufren esta enfermedad crónica y neurodegenerativa sean mejor atendidos en la provincia.
Según explica el presidente de Asppar, Fidel del Diego, en vísperas de la celebración del Día Mundial del Párkinson, que tendrá lugar mañana, la falta de especialistas de Neurología provoca que se demore en el tiempo la atención a los enfermos y que los afectados tarden más en recibir los diagnósticos. «Esta situación hace que el párkinson llegue a un estadio más avanzado», explica el principal dirigiente de una entidad con más de dos décadas de historia que tiene en la actualidad medio centenar de socios.
Además, hace hincapié en que el número actual de neurólogos repercute negativamente en la calidad de vida de los enfermos. «Los pacientes de párkinson tienen que tener un seguimiento continuo para las medicaciones, que hay que ajustarlas». «Pasar un tiempo más largo sin ajustes significa un deterioro en la enfermedad.El hecho de no regularnos la medicina, más a menudo, hace que estemos más días con una medicación deficiente o excesiva», añade Del Diego, quien también reclama facultativos de otras áreas porque, en algunos casos, los enfermos de párkinson también padecen otra patología. «Somos una población envejecida y hay más enfermedades junto al párkinson», subraya.
Desde Asppar achacan este déficit al estallido del coronavirus. «A partir de la pandemia se está dando esta situación. Ha sido un gran azote para nosotros. No por el covid-19. La falta de atención médica por las circunstancias que concurrieron ha influido mucho en el deterioro de las personas con parkinson», declara su presidente antes de manifestar que, pese al tiempo que ha pasado desde los confinamientos domiciliarios y los toques de queda provocados por el virus, siguen sufriendo los efectos «porque no hay neurólogos suficientes y las consultas se están atrasando mucho. La calidad asistencial ha caído bastante», manifiesta Del Diego. Ante esta situación,el presidente de Asppar aboga por atraer a los profesionales para que atiendan a la sociedad. «Las autoridades sanitarias comentan que no hay facultativos.Entonces, lo que habrá que hacer es incentivar a los médicos para que vengan a trabajar a Palencia».
Actualmente, calcula que viven en Palencia en la actualidad unos 1.000-1.200 enfermos de párkinson, un número mucho más elevado que en las décadas anteriores. «La cifra va aumentando, aunque no sabemos exactamente cuanto porque tenemos el problema de la demora de diagnósticos ya que las citas médicas son a muy largo plazo», declara.
PETICIONES SIMILARES. Las palabras de Del Diego pueden, prácticamente, utilizarse en otro lugar de la geografía nacional, ya que entre las reclamaciones de laFederación Española de Párkinson (FEP) que figuran en el manifiesto que se leerá mañana (12,15 horas, calle Mayor) en múltiples lugares de España están la reducción del tiempo que las personas tardan en recibir el diagnóstico, el aumento de la frecuencia de las consultas de Neurología y la dedicación de espacios de atención centrados en el paciente en los que se respeten sus tiempos.
Por otro lado, la FEP alerta de que la prevalencia de esta enfermedad «se ha duplicado en los últimos 25 años» y, basándose en los informes de la OrganizaciónMundial de la Salud (OMS), «la discapacidad y la mortalidad debidas al párkinson están aumentando más rápido que las de cualquier otro trastorno neurológico a nivel global». Asimismo, recuerda que se trata de una patología que «provoca una serie de síntomas motores y no motores» que pueden fluctuar a lo largo de un mismo día de manera imprevisible y que limitan la calidad de vida de las personas con la enfermedad e impactan directamente en sus relaciones sociales.
Entre los síntomas de la enfermedad a los que hace referencia la FEP figuran los bloqueos de la marcha, la lentitud de movimientos, la falta de equilibrio al caminar o la rigidez facial.
Asppar, más de veinte años de historia
Esta entidad palentina fue fundada en 2002 por personas que sufren párkinson, así como familiares, amigos, cuidados y profesionales preocupados por esta enfermedad. Se propusieron ser el punto de referencia y de apoyo para los pacientes de esta patología en la provincia. En la actualidad, la cifra de socios ronda el medio centenar.
El principal objetivo de Asppar, que forma parte de la FEP, de la Federación de Párkinson de Castilla y León y de la Federación Provincial de Asociaciones de Personas conDiscapacidad de Palencia (Fedispa), es mejorar la calidad de vida de los enfermos y la de sus seres queridos mediante el desarrollo de una intervención adecuada y el fomento de un punto de encuentro que permita el progreso de todos los ámbitos relativos a la autonomía personal, según explican desde la propia entidad.
Además, representa los intereses de los afectados, lucha contra la discriminación social que les lleva aparejada la situación de discapacidad y cumple una triple función: informativa, educativa y terapéutica. Entre las actividades que organiza destacan los talleres de fisioterapia y psicomotricidad, de logopedia, el servicio de trabajo social y el uso del tenis de mesa como terapia.
Por último, a lo largo de los años también ha organizado actividades de promoción y difusión, algunas de ellas deportivas, en Palencia.