«La cultura tiene futuro porque los artistas son valientes»

Jesús Villalobos
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El diputado nacional por el Partido Popular escribió la novel Si te digo lo que hice para hablar de todas aquellas personas que vivieron en los márgenes y que, por la dictadura franquista, se vieron aún más arrinconadas

«La cultura tiene futuro porque los artistas son valientes» - Foto: DP

El Ateneo  recibe a Jaime de los Santos, esta tarde, a partir de las 19,30 horas, para hablar de su novela Si te digo lo que hice.

Además de escritor, es diputado nacional y secretario de Cultura por el Partido Popular.

¿Qué quiere transmitir a través de Si te digo que lo hice?

Es mi primera novela, donde cuento una historia femenina dentro del contexto de la posguerra española. En ella, hablo de todas aquellas personas que viven en los márgenes y que, tras el advenimiento de la dictadura franquista, se ven mucho más arrinconadas y criminalizadas. Si te digo que lo hice cuenta la historia de una mujer, hija y hermana de un alcohólico, que tiene como vecino, durante sus primeros años de vida, a un hombre homosexual del colectivo Lgtbi.

En este contexto, intento explicar cómo la protagonista crece rodeada de personas arrinconadas por una estructura política y social que condenaba a cualquiera que escapara de la norma, y cómo eso tiene un reflejo en su edad adulta. Podríamos decir que es un homenaje a todas esas mujeres, que viniendo de una España en la que no había ningún tipo de libertad, supieron, en muchos casos de forma intuitiva, llegar y defender la democracia para educarnos a nosotros, y enseñarnos cómo defender lo que de verdad importa y cómo sin derechos no se es nada.

A todo ello, hay que sumarle la cultura como espacio permanente para la felicidad.

¿Está basado en un hecho real concreto o es algo genérico?

Diría que está basado en muchos hechos reales. Soy historiador del arte y he estudiado en profundidad la década de los 40 y, sobre todo, he tenido la suerte de poder escuchar a mi madre, abuela y muchas mujeres de esas generaciones que vivieron circunstancias muy complicadas.

En mi familia hay una persona, que es la única que en la novela aparece con su nombre y también es una forma de homenajearle. Esa persona es Gonzalo, que era alcohólico, bebiendo desde los 12 años hasta que murió con casi 60. Esta historia me marcó como persona y como político, ya que me hizo entender que algunas cuestiones para comprenderlas hay que vivirlas y así, no solo empatizar con ellas, sino también trabajar para darles respuesta.

Como profundo feminista quería dar ese homenaje a todas esas mujeres sin las que, por supuesto, no habría mundo, pero creo que tampoco habría democracia.

¿Su siguiente novela trata del mismo tema?

No tiene nada que ver. Será menos intimista y oscura, aunque está dedicada a Caravaggio, el gran pintor de la sombra. Con ello quiero lograr todo lo contrario, que es ir con una base de investigación importante, reivindicando la luz.

Con esta novela pretendo borrar muchos de los mitos que se han creado en torno a su figura, hablando del verdadero Michelangelo Merisi da Caravaggio.

Esta novela se publicará en noviembre coincidiendo con el 50 aniversario del asesinato de Pier Paolo Pasolini (escritor y director de cine), al que en la obra se le hacen varios guiños como personaje imprescincible en la cultura contemporánea, pero también como el Caravaggio del siglo XX.

¿Qué futuro ve a la cultura?

Siempre veo un gran futuro porque los artistas son valientes. Da igual que en los últimos siete años tengan un gobierno nacional que no cree en ellos.

Entre sus obligaciones está la respuesta a las preguntas que nos hacemos y que, desgraciadamente, no están obteniendo una buena posición por parte de quienes hoy tienen esas responsabilidades. Quizás, a muchos responsables políticos que dicen barbaridades, probablemente les falte cultura.

¿Qué medidas se podrían tomar para mejorar la situación cultural de la que habla?

Los poderes públicos tenemos la obligación de cuidar nuestro patrimonio, que es lo que hemos recibido de quienes nos precedieron, pero, sobre todo, tenemos que asegurar nuestra cultura contemporánea, porque tenemos la obligación de legar, a quienes vienen detrás de nosotros, un buen acervo cultural. Aquellos que dedican sus vidas a hacer cultura están mejorándonos como sociedad. Cuando se habla de un país, en la mayoría de los casos, se habla de su cultura.

Como secretario de Cultura del PP, ¿qué opina de que se haya eliminado el Premio Nacional de Tauromaquia el año pasado?

Los políticos no estamos para poner o quitar según nuestros gustos, sino para respetar lo que es nuestro patrimonio.

Hay comunidades autónomas como la de Madrid, que declaró como día de interés cultural la tauromaquia. Aunque no solamente han sido las CCAA, sino que los grandes pensadores y creadores de los 250 últimos años han homenajeado a la tauromaquia, como Federico García Lorca o Pablo Picasso, además de cineastas, escultores y escritores que han querido mirar más allá y entender que lo que ocurre con esto es cultura.

Si nos gusta o no es un tema aparte. Creo que hay que respetar y entender que, además de patrimonio, es una industria a la que habría que mirar con mucho más respeto.

Agradezco a presidentas como Isabel Díaz Ayuso que hayan querido recuperar este premio o, incluso, al Presidente del Senado, Pedro Rollán, que ha contribuido a que no se extinga.

¿Qué opinión tiene de que algunas comunidades autónomas como Castilla y León lo estén intentando recuperar?

Lo que hace el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, es escuchar a sus ciudadanos y respetar una fiesta que es patrimonio, y que no podemos pretender hacer desaparecer porque a unos cuantos no les guste.

¿Qué le parecen las ayudas que recibe la tauromaquia?

Desde el Ministerio se ha intentado asfixiar a este sector. En el caso de Castilla y León lo desconozco, pero, como cualquier gobierno autonómico, se ayuda a todos los proyectos patrimoniales y creo que así tiene que ser porque la cultura como tal, suele ser muy deficitaria.

Si para algo están los poderes públicos es para insuflarle fondos y energía. Con esto, me refiero a la cultura en general, en todas sus disciplinas. Creo que a la cultura habría que ayudarla en todos los aspectos mucho más, porque sin ella no somos nada. Cuantos más fondos para cultura, más seguridad de ciudadanías maduras.