Cada año, la localidad de Monzón de Campos rememora la importancia histórica de su Condado, el cual llegó a extenderse desde la montaña palentina hasta las hoy localidades vallisoletanas de Portillo y Peñafiel, dentro del Reino de León. Así lo hizo ayer, con una nueva celebración de la Condal de los Ansúrez que, organizada por el Centro de Iniciativas Turísticas Villas del Bajo Carrión y Ucieza, reunió a casi medio millar de personas gracias a un programa que incluyó un mercado, talleres, un vermú musical y, sobre todo, la celebración de la gran batalla nabal -sí, con b de nabo- en el puente de la villa. 

La batalla nabal conmemora un hecho histórico acaecido en el siglo X, en el que el pueblo recibió a nabazos a la expedición mora que tenía intención de cobrar su parias. Así, desde lo alto del puente de la localidad, el pueblo se lió a nabazos contra la comitiva invasora musulmana a la orilla del río Carrión.

En esta divertida representación jugaron de nuevo un papel fundamental los vecinos del pueblo, que no dudaron en ataviarse conforme a la época para garantizar la teatralidad de esta rememoración histórica, que el año que viene cumplirá sus bodas de plata.   

Monzón defiende su honor a ‘nabazo’ limpio Uno de los momentos claves de la jornada fue el nombramiento de cuatro caballeros de los nabos, un honor para el que los elegidos tuvieron que demostrar que eran aptos en la plaza Mayor a través de diversas pruebas, como la lucha de espadas y una demostración de oratoria, porque representar a Monzón ante la Hacienda mora no ha sido nunca moco de pavo. 

De éxito se puede calificar también la principal novedad de este año,  la minibatalla nabal para los más pequeños, que se celebró durante la mañana en la plaza Mayor. «Han participado muchas familias con niños y la verdad es que ha tenido una gran acogida», explica Jorge González, del CIT Villas del Bajo Carrión y Ucieza.