Ilia Galán

Ilia Galán


Pueblos que visitar

13/05/2024

Las regiones más desarrolladas más suelen cuidar lo económico y también sus tesoros paisajísticos, así como sus monumentos culturales, sus pueblos con encanto, catedrales, iglesias o templos, castillos o palacios y barrios pintorescos, antiguos, donde se ve la cultura en que nacieron y prosperaron. Cuando vivía en Navarra veía cómo la riqueza crecía y se divulgaba, cómo era común entre sus habitantes conocer bien la región donde vinieron a la vida o en la que, tal vez foráneos, se aposentaron. Los bancos lugareños financiaban revistas de poesía local, pero también publicaban enciclopedias de navarros eminentes, de historia de Navarra, sobre su naturaleza o sobre sus pueblos. Esto animaba a no pocos a ir conociendo poco a poco su región, su provincia, a valorar lo que se tiene y dónde se está, a amar el lugar que habitamos y a ser más felices en el lugar del mundo donde la Providencia nos destinó, aunque sea por un breve periodo de tiempo.
Algunos viajeros, como quien estas letras escribe, hemos vivido en muchos países y era muy grato explorar los alrededores para descubrir sus secretos y maravillas, siempre aprendiendo. Así hay quienes conocemos mejor los alrededores de Oxford o ciertos lugares de América y de Italia o Francia que algunas ciudades donde vivimos en otros tiempos. Juveniles errores de presuntuosos desdeñosos. Con el tiempo, gracias a conocer otros sitios, aprendimos a valorar lo que tenemos, cuidándolo y mostrándolo.
Ahora el Diario Palentino imprime una nueva edición de la revista Un lugar donde viajar, donde aparecen los pueblos que visitar en Palencia y con la que obsequiará en próximo sábado a sus lectores. Hermosa idea, pues no deja de ser torpe irse al otro lado del globo para ver maravillas y desconocer las que tenemos al lado. Al igual que con el amor, que ha de expresarse primero con los más cercanos, y no solo sentirlo con los que tal vez viven en otras latitudes, también conviene hacerlo con los paisajes y ambientes arquitectónicos en los que se enmarca el cuadro que con nuestra vida vamos pintando. El que ofreceremos al Creador cuando de aquí hayamos desaparecido.