Un año de pocos cambios en el sector agrario. Las tractoradas del pasado invierno, que tuvieron su eco en Palencia, trasladaron la mirada de la ciudadanía hacia el mundo rural, pero desde entonces, según explican desde el sector, no se han registrado grandes mejoras. Hacen referencia, una vez más, a la falta de rentabilidad de las explotaciones, de la incertidumbre que genera el acuerdo entre la UniónEuropea (UE) y Mercosur y, en el caso específico de la ganadería, de los efectos de la inclusión del lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre) al norte del río Duero. Las únicas variaciones a mejor tras las protestas que llevaron los vehículos agrícolas a las calles de la capital están relacionadas con los trámites burocráticos y en este asunto no hay precisamente unanimidad. Las organizaciones profesionales agrarias (opas) las valoran de forma diferente.
«El precio de los cereales sigue muy estancado y el coste de los insumos es más elevado. Estamos incluso peor que antes», detalla el presidente de Asaja Palencia,José Luis Marcos, que, en el capítulo de mejoras, habla simplemente de «cuatro cosas burocráticas a la hora de presentar la PAC».
La opa que encabeza, mayoritaria en la provincia, habla de «precios de derribo», que, bajo su punto de vista, «están reduciendo campaña tras campaña la superficie cultivada, además de comprometer seriamente el futuro de las explotaciones». A través de un comunicado de prensa, recuerdan que la superficie cerealista en Palencia cayó en torno al 10% en los últimos diez años. De más de 308.000 hectáreas descendió a menos de 279.000 ha.
Respecto a los precios, la Junta de Castilla y León recoge en su observatorio -disponible en su página web- un ligero aumento de las cotizaciones del trigo y la cebada en las lonjas de Salamanca, León y Lerma (Burgos) a finales de enero respecto al mismo período de 2024 (en el mejor de los casos, del 5,6%), pero las cifras siguen siendo muy inferiores a las de 2022 y, especialmente, a las de 2023, cuando alcanzaron su máximo.
Hace dos años, el trigo se valoraba entre los 319 y 305 euros por tonelada y hace unas semanas, entre los 239 y 226. Las caídas en las tres lonjas analizadas ronda el 25%, un porcentaje que se eleva en el caso de la cebada hasta el 27%.De una horquilla que oscilaba entre los 304 y 290 se ha pasado a otra de 224 a 213.
Por su parte, el secretario provincial de UPA,Blas Donis, recuerda que el convenio entre el Ministerio de Agricultura y varias organizaciones agrarias (entre las que se encuentra la que lidera enPalencia) permitió facilitar la burocracia del sector, que «era una de las cuestiones que reivindicábamos», y cambiar algunas de las normativas a la hora de realizar la PAC. «El cuaderno digital aún no es obligatorio y dejar tierras en barbecho es opcional en la rotación de cultivos.Además, se ha podido labrar un poco en la siembra directa cuando antes no se podía. Este año hubo plaga de topillos, sobre todo enCerrato y Tierra de Campos, y han sido más permisibles en esas labores agrícolas», comenta el dirigente.
«Pero lo que no ha cambiado es el precio de los cereales. Está, prácticamente, por los suelos y, por el contrario, el de los abonos que tiramos ha seguido subiendo. Por lo tanto, la situación económica se ha complicado en muchas explotaciones a pesar de que la cosecha fue media-buena. Las industrias que manejan los fertilizantes y aquellas que compran cereales se están cebando con esta provincia», sostiene Donis, quien reclama mayor agilidad a la hora de pagar los daños producidos por los ataques de los lobos. «Siempre van a remolque y hay gente que cobra con mucha demora tras dar los partes», detalla.
Por último, el presidente de COAG Palencia, David Tejerina, asegura que no ha sido un buen año. «Como dice el refrán, todo lo que no mejora empeora y esto ha ido a peor», declara el dirigente agrario, quien sostiene que el convenio «que no firmó COAG» es únicamente un «parche temporal». «Al final, el cuaderno digital se establecerá y estaremos más tiempo sentados rellenando papeles que haciendo nuestro trabajo, que es atender al ganado y cuidar las fincas», señala. Además, reclama medidas como las que acordaron los agricultores catalanes con el Gobierno de laGeneralitat.
FUTURO. Las opas no son muy halagüeñas respecto al futuro, ya que advierte de que «la situación se agravará como consecuencia del acuerdo entre la UE y Mercosur». «Creo que afectará a todo el mercado de cereales y a la remolacha», comenta el secretario general de UPA, quien destaca también el nerviosismo que generan las decisiones en materia de aranceles que está tomando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. «La incertidumbre es diaria», subraya.En este caso, opina que el queso puede ser uno de los productos más afectados por estas políticas.
También cita esta cuestiónTejerina. «Si no era poco con lo que teníamos antes, ahora se nos suma el tema de Mercosur, que es otra piedra en el camino, que ya veremos si es pequeña o un pedrusco enorme que nos puede llevar a desaparecer», lamenta el presidente de COAG.
Por todo ello, las opas se manifiestan hoy frente a la planta de bioetanol de Babilafuente (Salamanca). «Los grandes operadores de cereal están desempeñando un papel fundamental en la configuración de los precios del cereal, tal y como queremos poner de manifiesto en esta nueva concentración», informan en una nota de prensa facilitada por Asaja.
DEL CAMPO A LAS CARRETERAS Y EL CENTRO PALENTINO. Tractores por la plaza de León, la avenida de Casado del Alisal y hasta en el recinto ferial. Los agricultores de la provincia siguieron el ejemplo de otros colegas españoles y europeos y se manifestaron, montados en sus vehículos agrícolas, por carreteras y las principales arterias de la capital en protestas convocadas por organizaciones profesionales agrícolas (opas) y grupos de personas del sector que, en Palencia, se denominaron «agricultores libres» no ligados a ninguna entidad.
La primera movilización destacada de la provincia tuvo lugar el martes 6 de febrero, cuando 400 tractores «a título individual» tomaron la capital para protestar contra la Agenda 2030, la PAC y unos precios «por las nubes». Llegaron a la ciudad del Carrión marchando a baja velocidad y recorrieron calles y avenidas.Además, unas 150 personas llegaron a cortar la A-67 y la A-65. De manera paralela hubo diversas columnas de tractores manifestándose en otros puntos de la provincia. En total, los promotores de la manifestación calculan que participaron «entre 800 y 1.000 vehículos». A esta le siguió un más el jueves 8, organizada por UCCL, con una gran participación en la capital y un corte de una hora en la A-231 enVillaherreros.
Otra de las grandes convocatorias en suelo palentino tuvo lugar el jueves 15, con la participación de un millar de tractores según la organización y unos 620 según la subdelegación entre la capital, Magaz y Osorno. Recorrieron el casco urbano capitalino y provocaron cortes en las autovías A-62, A-67 y A-231. Organizada por Asaja, UPA y Coag, alertaron sobre «una de las peores crisis del sector» que, a su juicio, «está minando» el futuro de laEspaña rural.
Fueron protestas que se notaron en prácticamente toda la provincia. Los agricultores formaron caravanas en carreteras y también se manifestaron a pie. El miércoles 21, unos 200 jóvenes participaron en una tractorada infantil (con vehículos de juguete) que cruzó el centro de la ciudad.