Los pueblos de las cuencas mineras de todo el país honraron ayer a Santa Bárbara con un cierto sabor agridulce, pues era la primera festividad de la patrona sin una sola mina privada abierta a lo largo y ancho de la geografía nacional. Momento propicio para hacer balance de la situación que atraviesa un sector que en su día fue clave y para poner sobre la mesa esos proyectos que, por más que se anuncien y se prometan, nunca llegan a estas zonas industriales en declive, según denuncian quienes habitan en el territorio.

A este respecto, el presidente de la Asociación de Comarcas Mineras (ACOM-España), el leonés Mario Rivas, reclama que se lleve a efecto una transición energética «ordenada, razonable en el tiempo, justa y real» para estas zonas. Y no de cualquier manera, sino a través de una apuesta en firme por medidas vinculadas a la generación de empleo. «Que se creen uno o cien, pero que se creen», afirma a Diario Palentino el también alcalde de la localidad berciana de Villablino, quien añade, a renglón seguido, que «el desempleo que hay en las comarcas mineras es latente y la pérdida de población ha ido avanzando a medida que se ha perdido el impacto económico de la minería».

En esta línea, Mario Rivas exige al nuevo Gobierno que firme los convenios de transición energética antes de finalizar el año y pide que, para que estos sean una realidad, «los ayuntamientos no tengan que adelantar ni un solo euro». 

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