Uno de los asuntos que más dará de qué hablar en el pleno del jueves, la sesión ordinaria correspondiente a este mes de febrero, será la moción que defenderá el grupo municipal de Izquierda Unida-Podemos solicitando la reprobación del concejal de Vox, Ricardo Carrancio Sangrador, condenado por un Juzgado como autor de un delito leve de maltrato de obra al considerar probado que insultó y propinó un golpe a una persona con discapacidad que paseaba su perro suelto. Hechos que sucedieron antes de adquirir su condición de concejal y diputado provincial en representación de Vox. 

Carrancio asegura a DP que está «deseando que llegue el jueves» para dar explicaciones a los ciudadanos sobre unos hechos, asevera, «que se remontan a más de ocho años y que están relacionados con haber sido un representante vecinal que ha luchado por una normativa de ocupación de la vía pública, por reivindicar la accesibilidad para todos los ciudadanos y por la regulación de perros en zonas ajardinadas». 

En todo caso, el munícipe recalca que este jueves no renunciará a su acta y que su continuidad en Vox dependerá de «las reacciones de su partido». «Soy un concejal independiente y no estoy afiliado a ningún partido político. Si no es acompañado, seguiré solo porque yo no entré en política para cambiar mi vida, sino la de mis conciudadanos», alega.

La reprobación parece asegurada pero la incógnita es qué posición tomarán sus dos compañeros de bancada. Sonia Lalanda, la portavoz de Vox, ya enseñó la puerta a Carrancio en declaraciones a COPE Palencia al afirmar que «una persona que tiene este tipo de actitudes no parece que reúna los requisitos como para poder estar representando a los palentinos».

Si los otros dos ediles de Vox apoyan la moción de reprobación o, al menos, se abstienen, Carrancio avisa:«No sé si me van a dar la espalda, pero el acta es personal y yo me debo a mis votantes. Más aún cuando soy un concejal independiente y no afiliado a ningún partido».

En la Diputación. Si el partido pide a Ricardo Carrancio que entregue su acta de concejal y deje paso al siguiente en la candidatura -el doctor palentino Miguel Adriazola- y se niega y opta por acabar el mandato como edil no adscrito, Vox puede quedarse fuera de la Diputación.

Hay que tener en cuenta que es el acta de munícipe la que permite a Carrancio ser la voz de Vox desde el grupo mixto de la institución provincial. No parace lógico que, si es apartado o se aparta motu proprio del partido, continúe defendiendo sus siglas en la Diputación. 

No es una cuestión sencilla. Carrancio es diputado provincial a propuesta de los concejales de Vox en el partido judicial de Palencia. Si en un futuro no pertenece a Vox, cabe preguntarse si resulta legítimo que mantenga el acta provincial cuando ya no representa ni a los ediles que le eligieron ni a los vecinos que les votaron. Pero no es menos cierto que la ley establece que solo se pierde la condición de diputado por fallecimiento, incapacidad, renuncia o la pérdida de la condición de concejal. Esto, en la práctica, supondría que Vox se quedaría sin representante en el Palacio Provincial.

«Veremos cómo se desarrollan las cosas», asegura Ricardo Carrancio, que recuerda que aún está en plazo para recurrir esa sentencia ante la Audiencia Provincial.