Todos los alumnos universitarios y de Formación Profesional que realicen prácticas formativas o académicas externas (tanto remuneradas como no) incluidas en programas de formación cotizan a la Seguridad Social desde el 1 de enero de 2024 y tienen una mayor protección.
¿En qué se traduce esta nueva normativa del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones?En el caso de la Diputación, en un desembolso por encima de los 74.000 euros anuales para sufragar los gastos de la Seguridad Social a los alumnos de la Escuela Universitaria de Enfermería.
En concreto, afecta a unos 200 estudiantes de tercero y cuarto curso que realizan en estos momento sus prácticas curriculares. Y es que, hasta ahora, solo existía la obligación de dar de alta a aquellos que llevaban a cabo prácticas remuneradas.
Al coste de la Seguridad Social se suma el de la gestión de nóminas y las correspondientes altas y bajas. Y es que a la Diputación (al igual que a las empresas)se la exigía inicialmente dar de alta a los alumnos los lunes y cursar su baja los viernes. Ahora, se permite un contrato continuo salvo en los períodos no académicos (vacaciones), tras una negociación con la Seguridad Social.