Las máquinas ya trabajan en el número 4 de la calle de las Hijas de la Caridad, en el barrio de la Nueva Balastera, donde se levantará un nuevo edificio que aportará 50 viviendas colaborativas en régimen de alquiler social para jóvenes. La constructora Peache ha iniciado las obras de este proyecto que aspira a ofrecer mucho más que un lugar donde vivir: un espacio sostenible, accesible y pensado para la convivencia, cuya materialización supondrá una inversión de 5.840.020,83 euros más IVA, alcanzando un coste total de 7.066.425,20 euros.
El plazo de ejecución de las obras es de 18 meses, a los que se suman 45 días adicionales para la finalización y 30 días para la puesta en uso del edificio. En consecuencia, se estima que la entrega del proyecto concluya a finales de septiembre de 2026.
La primera fase de las obras se centra ya en el movimiento de tierras y la adecuación del terreno. Esto incluye la elevación del suelo hasta un metro sobre la rasante de la vía pública, la delimitación de la parcela mediante un vallado permeable y la preparación para la cimentación, que abarcará la totalidad del área.
Durante los próximos 20 meses, Peache construirá un edificio de planta baja más cuatro alturas y una cubierta dividida en dos niveles, con espacios para instalaciones fotovoltaicas que garantizarán la eficiencia energética del inmueble. Este bloque también dispondrá de una planta de sótano destinada a garajes y cuartos de instalaciones. Diseñado bajo estrictos criterios de sostenibilidad y accesibilidad, el edificio está concebido para obtener la calificación energética A, minimizando el impacto ambiental mediante el uso de materiales locales y reciclables.
todas con dos dormitorios. Las 50 viviendas que albergará este inmueble, todas exteriores, disponen de dos dormitorios y una superficie útil de 60 m². Dos de ellas estarán adaptadas para personas con movilidad reducida. Además, cuentan con terrazas cubiertas a partir de la primera planta, diseñadas para garantizar privacidad y ventilación adecuada. Estas terrazas, asociadas a las zonas de día y de noche de las viviendas, estarán protegidas con lamas metálicas que ocultan las vistas desde el exterior y favorecen la ventilación cruzada.
Las viviendas se han diseñado con un enfoque en la funcionalidad y el confort, siguiendo un patrón común que asegura la organización eficiente de las estancias. Todas cuentan con un espacio integrado de salón, comedor y cocina, optimizando la iluminación y ventilación natural, según se recoge en la memoria del proyecto, firmada por el arquitecto Roberto Silguero. La cocina estará equipada con preinstalaciones para electrodomésticos y muebles funcionales.
En cuanto a los dormitorios, uno principal y otro secundario, dispondrán de armarios empotrados, y el principal incluirá un baño en suite. Los aseos, dos por vivienda, están diseñados con materiales de alta durabilidad y cuentan con ventilación mecánica.
Las viviendas adaptadas ofrecerán espacios más amplios en el dormitorio principal y el baño, asegurando la movilidad en silla de ruedas. Además, la distribución interior distinguirá claramente las zonas de día de las de noche, ofreciendo un diseño práctico y adaptado a las necesidades cotidianas.
Zonas comunes. En la planta baja se dispondrá de un amplio vestíbulo principal comunitario que conecta con espacios de trabajo colaborativo (coworking), una lavandería comunitaria y zonas de estancia diseñadas para fomentar la convivencia entre los residentes. El vestíbulo, además de ser un espacio funcional, se plantea como un área de convivencia vecinal, con acceso directo a las zonas comunes y de uso compartido.
El edificio contará con un único portal de acceso desde la calle de las Hijas de la Caridad y dispondrá de dos ascensores accesibles y una escalera protegida.
Placas solares. El diseño arquitectónico destacará por su sobriedad y funcionalidad, empleando un sistema constructivo de fachadas con aislamiento térmico (SATE) y carpintería de aluminio con rotura de puente térmico para mejorar el rendimiento energético y acústico del edificio. La cubierta del edificio albergará las placas solares fotovoltaicas que contribuirán a la autosuficiencia energética del inmueble. En el sótano se habilitará un garaje con capacidad para 50 vehículos.