El Centro de Desarrollo Rural Carrión de los Condes, en colaboración con el Ayuntamiento de Villaherreros, organizó ayer una jornada de análisis y debate sobre el Proyecto Biocuidados. Este evento tuvo como objetivo mostrar las actividades realizadas por la organización, presentar los resultados del proyecto y analizar las alternativas y viabilidad del mismo a partir de diciembre.
Es una iniciativa que supone una apuesta por sostener la vida de las personas que habitan en las pequeñas localidades de España. La coordinadora del Centro de Desarrollo Rural Carrión de los Condes, Auxiliadora Delgado, explica que «es necesario crear proyectos para cuidar y cuidarnos, que cuenten con espacios físicos, necesarios para cualquier proyecto, pero que transcienda estos mismos para entender que toda la comunidad ha de ser ese espacio que sostenga la vida que existe y pueda acoger a las personas jóvenes o mayores que retornan o llegan de otros lugares».
Desde abril de 2023, el proyecto se está implementando en la localidad de Villaherreros con el apoyo del Ayuntamiento y concluirá en diciembre de este año. No obstante, Biocuidados está financiado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y la Unión Europea, es desarrollado por la Confederación de Centros de Desarrollo Rural (Coceder), y no sólo se lleva a cabo en Villaherreros, sino que también tiene una presencia en 18 comarcas de 9 comunidades autónomas: Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Galicia y Comunidad Valenciana.
En la comarca de Carrión de los Condes el objetivo de la organización es «generar procesos de desarrollo integral con la población rural, para contribuir a sostener y reivindicar la vida en el territorio». Auxiliadora Delgado explica que «durante este tiempo, hemos atendido a 34 personas de forma individualizada, y a cerca de 60 personas de forma grupal de 14 localidades diferentes de la comarca de Carrión».
La coordinadora de la organización concluye con que «estamos convencidas que esto es posible si hay una verdadera apuesta de las instituciones públicas por mantener estos proyectos, pero, sobre todo, si esta apuesta es compartida y apoyada por las personas que habitan los pequeños pueblos y por aquellas que aunque vivan fuera quieren que estos lugares se mantengan con vida».