«Creo que puedo estar en la final olímpica»

JAIME GÓMEZ
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La atleta palentina Marta García primero tendrá que clasificarse en las semifinales que afrontará en la tarde de este viernes

«Creo que puedo estar en la final olímpica» - Foto: REUTERS

Marta García, leonesa de nacimiento, pero palentina de corazón y alma. Nacida en 1998, a los tres años se enamoró del atletismo en Palencia y este año, con 26, fue medalla en los Campeonatos de Europa de Atletismo en los 5000 m. y debutará en los Juegos Olímpicos de París 2024. La idea está clara: toca luchar por ser finalista olímpica.

Esa relación de amor por el deporte comienza en Palencia en la que, según indica, «es la ciudad donde he corrido siempre. Todo empezó por mi hermana, siempre ha sido mi ejemplo a seguir». A pesar de la edad entre ellas, indica que «yo solo tenía tres años, pero me empeñaba en acompañarla a la pista y allí surgió el animal competitivo que llevo dentro». Marta fue creciendo, compaginando a la perfección, no sin esfuerzo, lo que es tan complicado para los deportistas, la carrera dual. 

«El deporte no ha sido nunca mi prioridad hasta 2022. Mi prioridad era estudiar y sacarme la carrera», afirma. Su meta era aprobar la carrera de medicina en Valladolid, pero mientras tanto crecía ganando pruebas de fondo, siendo asidua de la selección española sub-20 y sub-23 e, incluso, debutando con la selección absoluta con la que ha sido siete veces internacional.  En 2022 se produce un cambio trascendental en su vida: «Termino la carrera de medicina y decido unirme a un grupo profesional». Este hecho ha hecho que desde entonces haya tenido un crecimiento imparable. Primero, presencia en 2023 en el mundial bajo techo en 3.000 m., pero sobre todo un 2024 donde ha explotado motivada por «la profesionalización, que además requería su tiempo». La base de antes era importante, pero este trabajo de las últimas dos temporadas ha sido la clave para dar un paso adelante». Tan adelante que en los Europeos 2024, preparación de los Juegos Olímpicos París 2024, pero objetivo en sí mismo dentro de su temporada, se subió al tercer escalón del podio.  Venía de correr bajo techo el pasado febrero los 5.000 m. en 14:46.37 en Boston «y sabía que podía estar en las medallas». Cuando afrontó los últimos 200 m. en la final «el animal competitivo volvió a salir y crucé la meta en tercera posición. Ha sido el mejor momento de mi vida». 

«Además, el marcador reflejaba una marca de 14:44:04, nuevo récord de España superando una marca de una mítica como Julia Vaquero hace 28 años. «Ni me di cuenta, nunca he estado tan cansada», apunta. 

Tras la alegría de su vida, vuelta al trabajo. Esperaba París 2024, Saint Moritz, España y Luxemburgo, «donde -según señala-  hemos estado antes de París con el grupo de entrenamiento haciendo la puesta a punto final». 

Ya en París, la atleta palentina indica que  afrontacon bastante ilusión estos Juegos. «Creo que puedo estar en la final», dice. Para ello, primero tiene que clasificarse en las semifinales que afrontará en la tarde del viernes, 2 de agosto, para lo que «tengo que dar lo mejor de mí, que las cosas estén ordenadas, en su sitio, que la suerte no esté en contra. Es una verdadero desafío», afirma. Como es consciente de que no todo está en su mano, sino se clasifica para la final «estaría satisfecha dando todo, estando en mis marcas y sentir que he dado lo que tenía. Si consigo eso y otras corren más, es el nivel que hay».

Lo primero es la competición, pero la experiencia olímpica no se desprecia. A nivel personal señala que «espero tener algo de tiempo para disfrutar una experiencia única en la villa, con los compañeros».

En París 2024 lo tiene claro, pero para el futuro más aún: «No veo mi límite, sigo teniendo una buena progresión y además estoy muy motivada». Tanto, que tras los Juegos no tocarán aún vacaciones, ya que, según afirma, «voy a seguir hasta septiembre, voy a alargar un poco la temporada». 

Después, esperando que con un buen balance olímpico y un fin de temporada positivo, tocará volver a casa con la familia «entonces será el momento de descansar en Palencia» en la ciudad donde se despertó el animal interior de una Marta García que no tiene límites.